/ domingo 18 de febrero de 2024

¿Y la crónica de una reelección anunciada?

¿Dónde quedó aquello de que López Obrador se iba a reelegir? No hace mucho tiempo, los panistas, priistas y los poderes fácticos de siempre, aseguraban que AMLO estaba preparando reformar la constitución para reelegirse otro sexenio. Andrés Manuel, les demostró a sus adversarios que es congruente con su pensamiento.

Si bien es cierto que el presidente, no pudo acabar con la corrupción como lo prometió, porque no es karaoke y no basta con la buena voluntad de un solo hombre. Nos gustaría ver, si Xóchitl Gálvez gana la presidencia de la República, como ella afirma, que acabará con la corrupción y la violencia del narco, eso nos recuerda cuando dijo Fox, que en 15 minutos arreglaba el problema de la guerrilla zapatista.

En siete meses y días, Andrés Manuel López Obrador dejará de ser presidente de México. Por supuesto que AMLO, tiene virtudes y defectos como todos aquellos que han ejercido el poder presidencial. Durante muchos años el PRI, PAN y los poderes fácticos de este país, le impidieron llegar a Palacio Nacional, al final, no pudieron con lo que ellos llamaron “un peligro para México”. López Obrador pudo ser muchas cosas, pero no el apocalipsis que los dueños de nuestro “México lindo y querido” pronosticaron.

Es muy pronto para juzgar y analizar el sexenio del tabasqueño. Pero eso no significa que no se puedan poner en la mesa elementos para opinar. “Haiga sido como haiga sido” para bien o para mal, por varias razones pasará a la historia, por ejemplo, será el primer ex presidente de México que no tendrá pensión vitalicia millonaria, a su servicio personal del llamado Estado

mayor presidencial pagado con nuestros impuestos. Y ya encarrerado el gato, gracias a López Obrador ningún expresidente vivo goza de esos privilegios que eran un insulto para millones de pensionados que viven, con una mano atrás y otra adelante.

En la actualidad, los programas sociales del gobierno federal, son calificados por sus adversarios como electoreros, la pregunta sería: ¿Por qué en el pasado no se hizo eso? ¿Dónde estaban esos recursos públicos que hoy llegan a personas mayores de 65 años? Hace unos días Carlos Slim, uno de los hombres más ricos de México y del mundo, hizo un balance del sexenio de AMLO que le favorece. Destaca entre otras cosas, el aumento en los salarios mínimos y opina, que por primera vez, en nuestro país, hay división de poderes. Esto en clara alusión a las controversias entre la Suprema Corte de Justicia y el poder ejecutivo.

Y a era tiempo de que, tanto el poder judicial como el legislativo, no estuvieran al servicio del presidente en turno. Ya no vemos que el poder legislativo sea una oficina adjunta del presidente. Nunca se había visto, que rechazara iniciativas o reformas a la constitución, eso es saludable para el país, se acabó: “lo que usted ordene señor presidente”.

¿Dónde quedó aquello de que López Obrador se iba a reelegir? No hace mucho tiempo, los panistas, priistas y los poderes fácticos de siempre, aseguraban que AMLO estaba preparando reformar la constitución para reelegirse otro sexenio. Andrés Manuel, les demostró a sus adversarios que es congruente con su pensamiento.

Si bien es cierto que el presidente, no pudo acabar con la corrupción como lo prometió, porque no es karaoke y no basta con la buena voluntad de un solo hombre. Nos gustaría ver, si Xóchitl Gálvez gana la presidencia de la República, como ella afirma, que acabará con la corrupción y la violencia del narco, eso nos recuerda cuando dijo Fox, que en 15 minutos arreglaba el problema de la guerrilla zapatista.

En siete meses y días, Andrés Manuel López Obrador dejará de ser presidente de México. Por supuesto que AMLO, tiene virtudes y defectos como todos aquellos que han ejercido el poder presidencial. Durante muchos años el PRI, PAN y los poderes fácticos de este país, le impidieron llegar a Palacio Nacional, al final, no pudieron con lo que ellos llamaron “un peligro para México”. López Obrador pudo ser muchas cosas, pero no el apocalipsis que los dueños de nuestro “México lindo y querido” pronosticaron.

Es muy pronto para juzgar y analizar el sexenio del tabasqueño. Pero eso no significa que no se puedan poner en la mesa elementos para opinar. “Haiga sido como haiga sido” para bien o para mal, por varias razones pasará a la historia, por ejemplo, será el primer ex presidente de México que no tendrá pensión vitalicia millonaria, a su servicio personal del llamado Estado

mayor presidencial pagado con nuestros impuestos. Y ya encarrerado el gato, gracias a López Obrador ningún expresidente vivo goza de esos privilegios que eran un insulto para millones de pensionados que viven, con una mano atrás y otra adelante.

En la actualidad, los programas sociales del gobierno federal, son calificados por sus adversarios como electoreros, la pregunta sería: ¿Por qué en el pasado no se hizo eso? ¿Dónde estaban esos recursos públicos que hoy llegan a personas mayores de 65 años? Hace unos días Carlos Slim, uno de los hombres más ricos de México y del mundo, hizo un balance del sexenio de AMLO que le favorece. Destaca entre otras cosas, el aumento en los salarios mínimos y opina, que por primera vez, en nuestro país, hay división de poderes. Esto en clara alusión a las controversias entre la Suprema Corte de Justicia y el poder ejecutivo.

Y a era tiempo de que, tanto el poder judicial como el legislativo, no estuvieran al servicio del presidente en turno. Ya no vemos que el poder legislativo sea una oficina adjunta del presidente. Nunca se había visto, que rechazara iniciativas o reformas a la constitución, eso es saludable para el país, se acabó: “lo que usted ordene señor presidente”.