Frente a la pila bautismal de la Catedral Basílica Menor de Durango el pequeño Liam Emir Vidales Cisneros recibió el primero de los sacramentos que otorga la iglesia católica.
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En este emotivo instante el pequeño lució un precioso atuendo en el característico color blanco que significa la pureza del acto que estaba a punto de protagonizar al ser bañado con las aguas benditas del Río Jordan.
Liam Emir estuvo acompañado de sus orgullosos padres los jóvenes Cristian Vidales Gurrola y Claudia Cisneros Zúñiga, además de sus padrinos Jonathan Ramírez Sosa y Vanessa Guadalupe Vázquez Cisneros, quienes se comprometieron ante el padre Fernando Contreras a encargarse de encaminar en la fe católica al pequeño.
Durante la ceremonia el padre Contreras les dijo que el bautismo es el primero de los tres sacramentos que otorga la iglesia católica y los felicitó por su decisión de acercar a su hijo a recibirlo en esta significativa ceremonia.
Agregó que el sacramento del bautismo abre la puerta a una nueva vida en Jesucristo... una vida que va más allá de nuestra muerte y en la vida del cielo después de nuestra muerte.
Además les dijo que el bautismo es el sacramento de la salvación: un encuentro con Dios que nos limpia del pecado y nos hace verdaderos hijos de Dios, compartiendo su propia vida divina. Este gran regalo se ofrece a todos los que creen y a los hijos de familias de fe. Desde sus primeros días, la Iglesia ha bautizado a adultos y niños porque es la única forma ordinaria en que Dios ha revelado que podemos recibir la gracia de la salvación a través de esta participación en la muerte y resurrección de Jesucristo, como San Pablo enseña en Romanos capítulo 6 “Por lo tanto, fuimos sepultados con él por el bautismo en la muerte, de modo que cuando Cristo resucitó de la muerte por la gloria del Padre, nosotros también podríamos caminar en una nueva vida... si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él... Entonces también deben considerarse muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús”.
Posteriormente procedió a bañar con las aguas benditas del Río Jordán al pequeño Liam Emir, para finalmente despedirlos en medio de un sonoro aplauso, más tarde los esposos Vidales Cisneros se reunieron en conocido salón de eventos sociales en donde disfrutaron de una espléndida recepción, en donde los padrinos repartieron bonitos bolos a manera de recordatorios.
Durante el festejo se sirvió un exquisito banquete para celebrar el feliz acontecimiento dentro de la familia.
