Aunque los costos de los locales comerciales no han tenido un encarecimiento importante en los últimos años, ni siquiera han subido las rentas conforme a la inflación, sino por el contrario se han mantenido, lo cierto es que existe entre un 40 y 50 por ciento de desocupación tanto en la Zona Centro, como en la periferia de la ciudad, informó la presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Dora Herrera.
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Explicó que tal vez la economía de Durango ha derivado en que los mismos comerciantes que arrendaban estos lugares no pudieran solventar los gastos que conlleva y prefieren cerrar o mudarse a zonas muchas más económicas.
Y es que en el caso de los locales comerciales las rentas van desde tres mil 500 un local pequeño, mientras que aquellos que se rentan para ofician pueden ser superiores a los 25 mil pesos, todo depende del lugar y del tamaño.
Por el contrario para el presidente del Consejo de Empresarios Jóvenes (CEJ), Alejandro Treviño Gamboa, señaló que en Durango se está viviendo lo que denominó una burbuja inmobiliaria, un fenómeno que está encareciendo las rentas, lo que provoca que muchos de los negocios cierren y se instalen hacia las casas de los propios empresarios y comiencen desde la informalidad.
“Creo que debemos buscar espacios donde los jóvenes y pequeños empresarios puedan desarrollar proyectos con costos fijos bajos para que tengan una tasa de supervivencia mayor estos negocios”, dijo el empresario local.
Explicó que el encarecimiento de los arrendamientos puede deberse a la propia necesidad de los dueños, pues con la inflación ya no se alcanza para vivir con lo que se vivía el año anterior, y eso se vuelve una cadena que finalmente deriva en un aumento en los precios al producto que se vende a los consumidores finales.
De ahí que para desarrollar una economía duranguense más sólida y evitar que se tengan solo picos de venta específicos como los que se dan a finales de cada año es, o incluso durante el pago de quincenas, es necesario apostarle a lo local, consumir productos hechos y vendidos por comerciantes locales.
“Con el tema de la rosca, hay que ir a las panaderías pequeñas, a las de colonia, a los lugares locales para que ese dinero no se lo lleven las grandes empresas que de todas formas sabemos que venden y no necesitamos hacerles mucha publicidad, pero para los pequeños comercios sí es importante que les consumamos”, comentó.
