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Aunque la situación de un niño de seis años al que le fueron detectadas tres diferentes drogas en su organismo, es un caso atípico, el titular de la Comisión Estatal para la Prevención y Asistencia de las Adicciones en Durango (CEPAAD), Jesús Mariano Sánchez Hidalgo, señaló que se han llegado a detectar menores de entre 10 y 17 años que consumen alguna sustancia legal o ilegal.
Explicó que en el caso particular del niño de Gómez Palacio, el padre al ser consumidor de estas drogas, muy seguramente lo hacía frente al niño quien al estar cerca inhalaba también los componentes y por ello en los exámenes practicados salió como si él fuera el consumidor directo.
Informó que los menores su mayoría ingresan a los centros de rehabilitación por consumo de marihuana y cristal o metanfetamina, pues estas son las drogas de mayor impacto en la ciudad de Durango, informó el especialista, de ahí que muchos de estos jóvenes son ingresados al Centro de Rehabilitación Infantil Analco (CRIA), donde se les brinda atención específica a este grupo etario.
De acuerdo con la estadística que maneja el CEPAAD, es a partir de los 12 años cuando en su mayoría comienzan con el consumo de las llamadas drogas de inicio como el tabaco, alcohol o incluso marihuana.
“Tenemos que reconocer que los muchachos en las secundarias ya están fumando tabaco, no podemos tapar el sol con un dedo”, comentó Sánchez Hidalgo, de ahí que el trabajo de organizaciones dedicadas a la implementación de políticas públicas para disminuir y erradicar los efectos de la drogadicción en los jóvenes, es precisamente evitar que desde pequeños se genere una adicción.
Señaló que en muchas ocasiones son conductas aprendidas en casa, de ahí la importancia de fortalecer los factores de protección que se tienen en una comunidad como la sana interacción, el deporte, el autocuidado y el acercamiento a la cultura; todas estas actividades que puedan evitar el acercamiento de los jóvenes y niños con las drogas.
“Sabemos que el principal factor es la curiosidad, así que si el padre o hermano mayor está fumando un cigarro, les da curiosidad de saber qué se siente, por eso tenemos que evitar que desde edades tempranas lleguen a estos consumos de alcohol y tabaco”, comentó.
Especificó que en los diversos Centros Estatales para la Prevención y Asistencia de las Adicciones (CAPAA), solo se atienden a adultos, mientras que el CRIA y otra institución privada se dedican a la atención de entre 20 o 30 jóvenes que ya se atienden.
Explicó que existen otras instancias de atención de carácter ambulatorio como los Centros de Integración Juvenil (CIJ), algunos centros de atención comunitaria que existen en Durango, Gómez Palacio y Santiago Papasquiaro, donde hay un médico, psiquiatra y psicólogos, “si ya captamos a una persona que tiene una edad temprana de consumo, no quiere decir que sea adicto, está en una etapa experimental y por eso hay que atenderlo”, comentó.
