Ocurrido el percance en la presa de Jales de la minera Inmirsa, en el municipio de Canelas, personal de la Comisión del Agua del Estado de Durango –CAED-, se trasladó hasta esta zona de la entidad con el fin de garantizar, básicamente, que las comunidades aledañas al cuerpo de agua contaminado, consuman solamente agua potable.
Rafael Sarmiento Álvarez, titular de esa dependencia, puso en claro que los asunto relativos a la operación de la minera competen exclusivamente a instancias federales y mencionó particularmente a la Conagua.
Dijo que en efecto, CAED recibió la información en el sentido de que en la citada compañía minera, había ocurrido un derrame de su presa de jales, cuyo escurrimiento fue directo al arroyo El Gallo, cuya comunidad más próxima es San José de los Manzanos, aunque este cuerpo de agua es afluente del río Humaya, cuyas aguas tienen como destino la presa López Mateos, en Sinaloa.
De igual forma, dijo desconocer qué tipo de contaminantes pudiera contener el derrame. Supuso que aquellos que genera la operación de una mina.
El entrevistado fue concreto al indicar que desde el fin de semana anterior, personal de CAED hizo el viaje a toda la zona de influencia, con la encomienda fundamental de garantizar que las comunidades aledañas al mencionado cuerpo de agua, no vayan a consumir agua contaminada y que cuenten con la posibilidad de beber líquido potable.
Anticipó que este martes habrá información con mayor detalle en torno a la visita que especialistas de la CAED realizan a aquellos municipios de la entidad.