Las guirnaldas coloridas decoran la entrada a la Catedral, y es que hay fiesta, pues este 23 de abril se festeja a San Jorge Bendito, el patrono de Durango, de quien hay una imagen en dicho templo del Centro Histórico.
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La historia de este santo comenzó desde el año 290, cuando el emperador Diocleciano tenía su ejército, y entre ellos estaba Jorge, que aspiraba seguir la carrera de las armas.
En el caso específico de Durango, la devoción llegó alrededor del año 1749, cuando el entonces obispo, Pedro Anselmo Sánchez de Tagle ordenó esculpir una imagen en madera policromada y encarnada; luciendo San Jorge en un caballo, y teniendo bajo los pies a un dragón, que se le identifica como símbolo del mal.
En ese mismo año fue nombrado Santo Patrono de la ciudad de Durango. En ese momento era grave la desesperación de los duranguenses por el alto índice de picaduras de alacrán, por lo que creció la creencia en la intercesión de San Jorge.
En aquel tiempo no existía tratamiento médico para revertir el veneno del alacrán; de tal manera que quien era picado por este animalito, moría. Por ello el acercamiento a un santo. Desde entonces se permanece arraiga la siguiente oración:
“San Jorge Bendito amarra tus animalitos con un cordón bendito, para que no nos piquen ni a mí, ni a mis hermanitos”.
En la sacristía de la Catedral también se encuentra un cuadro al óleo de San Jorge, que data del siglo XVIII y es de estilo barroco; éste se le atribuye a Diego de Ibarra, ya que fue mandado hacer especialmente para este recinto religioso en Durango, y es que en la parte de abajo se pueden observar alacranes, que son representativos de esta entidad, se lee en la página web de la Arquidiócesis.