Considerado como el lugar más alto de Durango, a tres mil 340 metros sobre el nivel del mar, el Cerro Gordo en San Bernardino de Milpillas Chico, ubicado en el municipio de Pueblo Nuevo, forma parte del decreto que reconoce, protege, preserva y salvaguarda los lugares y sitios sagrados, así como, las rutas de peregrinación de los pueblos Wixárika (Huichol), Cora, O´dam - Audam (Tepehuanos) y Mexicaneros localizados en cuatro estados del país.
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Fue este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó el decreto que forma parte del Plan de Justicia para los pueblos originarios que se localizan en Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí y por supuesto Durango.
Antonio Reyes Valdez, director del Centro INAH en Durango, explicó que en este caso se encuentra el Cerro Gordo en San Bernardino de Milpillas Chico, el cual forma parte de un conjunto de sitios sagrados que se encuentran en los otros tres estados.
Y es que este sitio en particular tiene un valor importante para quienes forman parte de dicha comunidad ya que “el Cerro Gordo es calificado por los Tepehuanos como ‘el padre de todos y se considera como ‘el más poderoso’ porque allí se forma todo”, según el Colegio de Frontera Norte en el artículo “El recorrido al Cerro Gordo y el ritual tepehuano de las ofrendas en los cerros de la comunidad de San Bernardino de Milpillas”, pues tiene una vinculación con el agua ya que de ahí salen muchos de los arroyos que alimentan a los ríos de Lajas, Taxicaringa y Mezquital.
“El ritual de las ofrendas es una ceremonia propiciatoria de las lluvias que se efectúa en los cerros del territorio de la comunidad tepehuana de San Bernardino de Milpillas Chico, municipio de Pueblo Nuevo, en el estado de Durango, al final de la estación de secas. Cada ceremonia es precedida por un recorrido que forma parte íntegra del ritual”, señala el documento que hizo público el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).
Ante esto, Reyes Valdez expuso que el decreto se hizo con la intención de proteger estos lugares y abre la puerta legal a la construcción de un catálogo de sitios sagrados, el cual será un proyecto complejo que se construirá sobre el terreno bajo la mano de las comunidades.
Añadió que el Centro INAH Durango llevará gran parte de la responsabilidad de este proyecto, ya que lo hará para el beneficio del pueblo O´dam – Audam y parte de los pueblos Wixárika. El trabajo de campo para realizar el catálogo iniciará en septiembre con el levantamiento de la información por parte de los pueblos en mención.
Hay más pueblos sagrados en Durango
A la fecha el INAH ha recibido cerca de 400 solicitudes de lugares sagrados que se encuentran solamente en los estados de Durango, Nayarit y Jalisco, de ahí que se documentarán y serán verificados por un grupo de expertos, además de la comunidad, expuso el entrevistado quien puntualizó que el trabajo a realizar tomará varios años, ya que se levantarán desde ficha técnica hasta la verificación de los lugares y sobre todo tener el reconocimiento de los pueblos como un sitio sagrado.
Reyes Valdez expuso además que estos meses que restan del año se tomarán como una prueba piloto y a finales del 2023 se darán a conocer los primeros resultados del catálogo, cada sitio tiene diferente definición de acuerdo al pueblo y la relación que se da con los ancestros o dioses, es por ello que se necesita su preservación.
Señaló que es muy importante la firma de este decreto, ya que significa que el Estado Mexicano reconoce su importancia como pueblos. Reconoció que muchos de estos sitios sagrados se encuentran fuera del territorio de los pueblos originarios, de ahí la importancia de que sean reconocidos y sobre todo protegidos y con ello evitar que empresas mineras realicen trabajos en estas zonas.
“Será un trabajo titánico, ya que el territorio es ancestral, dependerá de cuáles lugares quieren priorizar para su preservación y salvaguarda”, dijo el entrevistado quien abundó que el trabajo se realizará entre todos los centros INAH del país.
Cabe hacer mención que el presidente de México, durante su visita a la comunidad de Santa Catarina, en Jalisco, el 10 de septiembre del año pasado se comprometió con las autoridades tradicionales a firmar el decreto antes mencionado, mismo cuya raíz proviene del Plan de Justicia de estos pueblos originarios.
