Por las madres que no están con sus hijos e hijas, y las que están luchando por una maternidad libre de violencia, en el marco del 10 de mayo, Día de la Madre, el Frente Estatal Durango contra la Violencia Vicaria, realizó una vigilia frente a los juzgados familiares, también para exigir el derecho de las infancias a un desarrollo sano e integral.
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Monica Peyro Navarrete, que gracias a las acciones de este Frente, que la mayoría son casos rezagaos de la pasada administración del Poder Judicial en el Estado, afortunadamente con el apoyo del CONAVIM y SIPINNA nacional, han avanzado, y están a un paso de recuperar a nueve infancias, se ha protegido de ser arrebatados 15 niñas y niños de sus madres, y se está velando por la seguridad de 25 menores más.
Explicó que hay muchas mujeres que se encuentran luchando por sus hijos, ya sea para recuperarlos o protegerlos, o las madres a quienes les fueron arrebatados o se los quieren arrebatar, o las madres que viven violencia y sus menores corren riesgo, por eso son situaciones que se deben visibilizar.
Otra de las cuestiones importantes que resaltó, sobre todo para las autoridades, “es que cuando se rompe el vínculo materno filial, hay consecuencias atroces en los menores, porque ese vínculo genera conexiones cerebrales y químicos, como la oxitocina”, que permite a los menores, una mejor autoestima, seguridad, autocontrol, y tiene la capacidad de formar relaciones sociales seguras y confiables.
La vigilia se realizó el pasado jueves 9 de mayo, desde las 19:00 hasta las 21:00 horas, donde se pidió vestimenta naranja, que simboliza la no violencia contra las mujeres y las niñas, además de llevar veladoras para representar a los menores por quienes están luchando, además de exponer sus casos, pusieron tendedero con los nombres de funcionarios y jueces a quienes responsabilizan de estar a favor de sus agresores, mientras que no se tomó en cuenta los derechos y seguridad de los menores.
Desde hace 3 años comenzaron a reunirse como mujeres víctimas de violencia Vicaria en Durango, porque coincidieron, y así se fueron uniendo otras mujeres que ahora conforman el Frente Estatal contra la Violencia Vicaria.
