Para el matador de toros de origen duranguense, Gerardo Vela, es creciente y también necesaria la tendencia en nuestro país, de promover corridas incruentas, porque de lo contrario, la fiesta brava estará aún más propensa a desaparecer.
- Te puede interesar: Muere el torero Rafael Ortega tras sufrir un paro cardiorrespiratorio
Al abordar el asunto, el entrevistado señaló que en efecto, en el país y en otras partes del mundo, como en Europa, comienza a crecer este estilo de continuar la fiesta brava, pero ya sin lastimar a los bureles.
A la vez, reconoce que la oposición entre los aficionados a la tauromaquia para que se avance en esta modificación, es mucha todavía, pues se exigen aun que se sacrifique a los toros, que se piquen.
"Sin embargo, con todo respeto, la gente no sabe el torero genuino, el torero poderoso, al que le pueden los toros, es el que sabe lidiar y doblarse".
No es necesario, desde un punto de vista técnico, lesionar o picar, porque hay un recurso en manos del torero, que a través de doblarse y sin lastimar al animal, le baja fuerza y a la vez lo prepara para la lidia artística.
Reconoce también que se van a acabar muchos toreros con el crecimiento de estas corridas incruentas, porque la exigencia técnica y de oficio será mayor.
Alejados de la sangre, serán más los seguidores y el público, la fiesta adquiere seriedad y prevalece.
La fiesta brava puede continuar por mucho tiempo, pero, con la aplicación insisto, de elementos técnicos que la engrandezcan.
A pregunta expresa, el torero Gerardo Vela afirmó que sí hay gente de la fiesta brava en Durango que coincide con esta idea.
Y es que, reforzó, si no se da una situación de este tipo, la fiesta tenderá a desaparecer.
Aquí la circunstancia es que las juventudes y las sociedades están tan influenciadas por las redes sociales, que no les permite pensar de qué manera se puedan encontrar alternativas para que la fiesta viva y la ruta correcta es la de la corridas incruentas.
Ya hay un país que se llama Portugal, donde así son. Luego, en España se empiezan también a dar. En otro país que es potencia taurina, como lo es Francia, se están empezando a hacer las adecuaciones para llevar la fiesta a que perdure, transitar este estadio de dificultades.
Debemos de entender que el toro sufre, el toro vive y siente el bien torear; “embarcar, templar y mandar, es torear con arte y sentimiento…¡Viva el toro y viva la fiesta!", finalizó.