CIUDAD LERDO, Dgo. (OEM).-La falta de transparencia en la que incurre el gobierno federal de la 4T en la operación de los programas sociales y en las compras de bienes y servicios, también es corrupción, afirmó Luis Enrique Benítez Ojeda, presidente estatal del PRI.
Tras realizar una rueda de prensa en las instalaciones del PRI lerdense, el dirigente estatal priista destacó que los programas sociales de la administración federal de extracción de Morena, operan con opacidad y de manera discrecional, porque no tienen reglas de operación, por lo que tampoco hay certeza que los beneficios estén llegando a las familias más necesitadas del país.
El líder estatal estuvo acompañado por las dirigencias del PRI de Lerdo y Gómez Palacio, Juan José Carrillo Aldaba e Hiram Morales Sánchez, respectivamente; así como del delegado del PRI en este municipio, José María Alcántar Chávez.
Además sostuvo que para la actual administración federal los principios de ética, transparencia y legalidad, son valores insignificantes, por lo que no los toma en cuenta en los procesos de adquisición de bienes y servicios, incurriendo en el “dedazo” y el “compadrazgo”.
Explicó que los recursos asignados para este 2020 a programas sociales que no poseen reglas de operación, aumentó en más de 21 mil millones de pesos; recurso que se encuentra fuera de la rendición de cuentas y será utilizado de manera discrecional sin la certeza de que llegará a las familias mexicanas que realmente lo necesitan.
Benítez Ojeda dijo que el dinero que el Gobierno federal ha designado a programas sociales para este 2020 que sí tienen reglas de operación, ha disminuido en más de 34 mil millones de pesos; es decir para este año se gastará más dinero en programas sociales que no tienen pies ni cabeza, sin la seguridad que ayudará a las y los mexicanos.
Otra falla del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es la falta de transparencia, es que los subsidios que otorga el gobierno a sectores públicos y privados a nivel estatal y municipal, es recurso que tendría que ser transparente en su totalidad.
Sin embargo, agregó que para el 2020 más del 63 por ciento, de este dinero no se obliga a tener reglas de operación, casi 6 por ciento más con respecto al 2019, de manera que su uso puede ser discrecional sin ninguna lógica, más que la de los intereses propios del Gobierno de México.
Así mismo comentó que las reglas de operación han sido olvidadas de manera voluntaria por el Gobierno de México, atentando contra la transparencia y la legalidad, incluso omiten los principios de eficiencia y eficacia, gastando nuestro dinero de forma opaca, distribuyéndolo en la penumbra de la discrecionalidad; es por ello, que no debemos perder de vista que la falta de transparencia también es corrupción, dijo.
Por otra parte, explicó que las adquisiciones, servicios y el otorgamiento de contratos públicos, deben ser siempre a través de licitaciones o concurso público, bajo los principios de ética, transparencia y legalidad.
Sin embargo, agregó que para la 4T esos valores son insignificantes, pues en la realidad únicamente el 12 por ciento ha sido por licitación, mientras que casi el 90 por ciento es por adjudicación directa o sea por “dedazo”, donde las reglas que rigen son las de sus propios intereses y compromisos, es decir, por compadrazgos, olvidando que esos recursos nos pertenecen a todas y todos los mexicanos.
