DURANGO.- Luego de dos años en los que se dejó de realizar la escenificación del Viacrucis viviente, nuevamente los duranguenses salieron a los principales templos de la ciudad para vivir la tradicional muerte y pasión de Jesucristo, propia del viernes santo.
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Aunque se desconoce el número total de los fieles que acudieron a esta actividad religiosa, lo cierto es que en los alrededores de los templos y por las principales calles de la ciudad se observaban grupos de adultos, jóvenes, niños y adultos mayores, apoyados con sombrillas para evitar los rayos del sol, disfrutar de lo que durante muchos años se realiza de manera cotidiana durante los días santos.
Mientras los actores vestidos como los soldados romanos de la época, avanzaban dando latigazos al joven que este año le tocó llevar el rol de Jesús en la escenificación, algunos niños asustados se tapaban el rostro o se acercaban más a sus padres, otros no perdían de detalle de la situación hasta que el acto culminó.
Fue en uno de estos en el que participó el Arzobispo de Durango, Faustino Armendariz Jiménez, y previo a la celebración pidió a la sociedad que retorna a los templos para vivir estas fechas de manera presencial, orar por lo que sucede en la actualidad, esto ante la impotencia de que las políticas diseñadas por las autoridades no ayuden a enfrentar lo que se vive.
Aseguró que en Durango se debilita el tejido social y calificó como reto el que se enfrenta desde la Arquidiócesis por la familia y la vida. Asimismo hizo un llamado a las autoridades civiles a revisar las causas que derivan en la violencia provocada por las drogas y el desempleo.
De esta manera, en punto de las 11:00 de la mañana representaron la escena donde Pilatos enjuicia a Jesús, para lo cual se utilizó el Parque Guadiana, posteriormente la procesión continúo hasta llegar al templo de los Ángeles en donde se llevó a cabo la crucifixión y muerte de Jesús.
