[VIDEO] "El emocionario": un espacio seguro para las emociones de niños y adolescentes

En medio de la pandemia por la Covid-19 surgió un proyecto esperanzador: “El emocionario”, donde niños y adolescentes aprenden a gestionar sus emociones de manera más sana

Citlali Haros | El Sol de Durango

  · lunes 19 de julio de 2021

Erika Lizbeth Reyes, psicóloga duranguense/ Foto: Cortesía | @el.emocionario

En medio de la pandemia mundial por la Covid-19 un proyecto esperanzador surgió: “El emocionario”, un lugar en el que niños y adolescentes duranguenses aprenden a gestionar sus emociones de manera más sana, a la par que se acompaña a sus padres o tutores en el proceso de la crianza.

Erika Lizbeth Reyes es una destacada psicóloga originaria de la ciudad de Durango, cuya labor ha estado dedicada, en su mayoría, a la investigación del desarrollo psicológico de los niños y adolescentes.

Con una amplia experiencia entre la que destacan dos carreras universitarias, licenciatura en educación preescolar y licenciatura en psicología, laborar como maestra rural durante tres años, supervisora en educación preescolar, una maestría en intervención educativa y filosofía, por mencionar algunas, la joven trae a Durango una propuesta bastante enriquecedora para la sociedad.


"El emocionario": un espacio seguro para los niños y adolescentes de Durango

Luego de que a inicios de 2020 comenzara el confinamiento por la pandemia, como profesional de la salud mental Lizbeth Reyes detectó que los menores estaban siendo afectados de manera negativa al no poder salir de sus hogares y convivir con su entorno y con otras personas.

Por ello junto a Nancy Orona, una de sus colegas y amigas, decidió crear el “covikid”, un kit de primeros auxilios emocionales que contaba con un libro de actividades para apoyar a los papás para saber cómo trabajar la angustia, tristeza y otras emociones en casa. La joven estableció que por cada dos “Covikids” vendidos le regalaría uno a los hijos del personal médico.

Sin embargo, después de un tiempo se dio cuenta que necesitaba hacer algo más para apoyar a los menores y sus familias en un momento de incertidumbre para el mundo, “comencé una certificación en terapia de juego y en enero de 2021 nació El emocionario”, agrega con una sonrisa.

“El dolor que trajo consigo la pandemia me impulsó a crear y construir, y actualmente cuando llegan los niños con angustia, dolor, miedo, ‘El Emocionario’ es un lugar ideal para trabajar, resolver y construir cosas muy bonitas con ellos y sus familias”, destaca con orgullo.


La familia, base de un buen desarrollo

Lizbeth relata que su infancia está llena de creatividad y siempre fue apoyada por sus padres, “los dos son increíbles y siempre están al pie del cañón conmigo y con mi hermana, ellos eran maestros, por lo que siempre estuve conviviendo directamente con niños y papás, de ahí mi decisión de convertirme en maestra”, señala.

Parte de su vocación se dio gracias a la crianza que recibió de pequeña, la joven destaca que para poder trabajar con niños se debe conectar desde una parte humana y sensible.

Estudió en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Durango, ahí comenzó con su servicio y participó en un proyecto llamado “Sigamos aprendiendo en el hospital”, donde impartían clases en el hospital de cancerología, “nos encontrábamos en capacitación constante y fue la época en la que más arropada me sentía a nivel profesional”, destaca.

Fue en ese momento en el que comprendió que le encantaba enseñar pero tenía más interés por profundizar en el conocimiento del desarrollo infantil. Por ello, al terminar la carrera de psicología se dedicó por completo a la educación, y a sus 25 años de edad se convirtió en la supervisora de educación más joven del estado de Durango.

El Emocionario, consultorio psicológico para niños y adolescentes/ Foto: Wendy Luna | El Sol de Durango

Su amplia experiencia le valió el reconocimiento no solo de sus colegas sino también de sus pacientes. Finalmente en 2021 concretó el proyecto de “El Emocionario”, que sin duda se ha convertido en un espacio seguro para que los menores de edad aprendan a manejar y sobre todo expresar de manera sana sus emociones.

En él, Lizbeth emplea diversos métodos y materiales como la charola de arena, el libro "El monstruo de colores", el títere para regular las emociones, entre otros, para ayudar a sus pacientes a desarrollarse jugando. Sin embargo, destaca que es indispensable el acompañamiento y apoyo de los padres durante todo el proceso.

Para las personas interesadas en acudir a “El Emocionario” pueden solicitar información a través de la cuenta de Instagram @el.emocionario o al número telefónico 6181880379.

El Emocionario, consultorio psicológico para niños y adolescentes/ Foto: Wendy Luna | El Sol de Durango