La historia de la famosa Menudería La Pavita data desde el año 1965, y surgió a causa de una necesidad, como un emprendimiento de Paula Sánchez Díaz, quien hoy tiene 82 años de edad. Dentro de poco este legendario negocio estaría llegando a sus 60 años de satisfacer con su sabor a los duranguenses.
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Ella misma contó para El Sol de Durango que la necesidad de tener un ingreso económico se derivó que su primer esposo quedó inválido por un derrame cerebral. La señora Cuca, quien era dueña de la Menuderia La Ranchera y quien le rentaba su casa a doña Paula, le aconsejó vender menudo, con lo cual iba a poder atender a su familia, cuidar de su esposo y mantener a su familia.
Le hizo caso y sus primeras ventas fueron de tres kilos de menudo en una esquina. “Yo empecé muy joven porque enviude muy joven, y me quede con tres hijas. Yo empecé a vender menudo en una esquina”, expresó la fundadora de la famosa menuderia ubicada en la colonia Ciénega, Paula Sánchez.
Pasaron los años e iba haciéndose de sus clientes fieles, fue cobrando popularidad; más adelante se cambió a un local por la misma zona, donde rentó por varios años hasta que compró un terreno en el que fue edificando el establecimiento en el que sigue atendiendo hoy en día.
- “Aquí compré yo mi terrenito, aquí hice un cuarto, aquí seguí y aquí estoy todavía”.
En un recuento de la trayectoria de Menuderia La Pavita, Sánchez Díaz expuso que en la esquina donde inició duró alrededor de 11 años, enseguida en el local rentó casi nueve años, “de ahí salió para comprar aquí (donde está el negocio actualmente) estaba en obra negra y me vine para no pagar renta y empezar a arreglar”.
El negocio en un inicio era solamente los domingos, pero la demanda de la gente la llevó a extenderse toda la semana.
- ¿Por qué la menuderia se llamada La Pavita?
- “Cuando yo rentaba un local, había una familia, que eran los dueños de ahí, y tenían muchos niños. Yo cuando ya terminaba y que me quedaba menudo, les mandaba a la gente, les decía ‘oiga no quiere caldito con pozole’. Y ese día estaban los de la Coca-Cola preguntando cómo le pondríamos a la menuderia, y les dije ‘Los Compadres’, pero en eso llegó un niño gritando ‘pavita, pavita’, porque toda la gente me decía Paulita, pero el niño no podía y solo decía ‘pavita’, y fue así como le pusimos, pero nada que ver con el menudo”.
Miles de personas, políticos, incluso famosos y más, han probado el menudo de La Pavita, que a poco de cumplir sus primeras seis décadas, se mantiene como el favorito. Hoy, este negocio da empleo a casi 10 personas, todas integrantes de la familia de Paula Sánchez Díaz.
“Esto es lo que he logrado hacer en 50 y tantos años de menudera. (…) A veces podemos más las mujeres”.
Consejos de la fundadora de La Pavita
Para Sánchez Díaz el ser mujer no quiere decir que no se puede emprender, por el contrario; en estos años queda demostrado que su idea de negocio fue acertado. “El negocio no se hace luego, luego, hay que luchar. Si se quiere ser alguien en la vida, se tiene que luchar. (…) Fui creciendo aunque estaba en la calle, entre aires y polvaderas”.
Dijo, a veces son precisamente las mujeres las que más pueden echar a andar un negocio y llevarlo al éxito, por lo que todas aquellas que estén en el rumbo o estén pensando en emprender, no deben dejar caer sus ánimos y esfuerzos.