/ sábado 14 de marzo de 2020

El espectáculo electoral en los EUA

Es una exageración la suspención radical de los vuelos de Europa a los EUA, porque interrumpe la última etapa de los debates entre los demócratas para elegir a su candidato a la presidencia, aunque ya está definido que llegará a la postulación Joe Biden y no Bernie Sanders, acompañado por una mujer, salvo sorpresa de último momento.

Pero lo que superó a cualquier obra de teatro fue la presentación de Donald Trump por Nancy Pelosi en el Congreso cuando se solicitó el juicio político para suspenderlo como presidente de los EUA. Más que un análisis de la situación del país, fue una variada presentación de personajes, desde Juan Guaidó demostrando repudio a la falta de un Estado de derecho en Venezuela, el festejo de un general que estuvo en la guerra de Vietnam, un joven becado, y cómo se levantaban y se sentaban a cada momento los republicanos a aplaudir a Trump, eludiendo los temas principales de la nación.

Lo cierto es que los EUA son más democráticos de lo que pensamos, no con partidos al estilo de otros países, sino con su estilo de elección por delegados, en un proceso en el que van quedando fuera los que menos logran, en el que se lanzan alcaldes, senadores y gobernadores, con temas concretos, más que con una visión general.

En el caso de los republicanos ya se sabe que el candidato será Donald Trump, diga lo que diga, porque en los EUA casi nunca tienen presidentes de un solo período, y estaríamos ante una de las pocas veces en que eso sucediera, pero no por eso los demócratas dejarán de intentarlo.

Es interesante observar que varias personas no tan jóvenes como la vez anterior son los que están en la final por la postulación, desde el presidente hasta quienes pueden sustituirlo, cercanos a sus 80 años de edad, y en caso de ganar Biden, en buena medida los EUA regresarían a las políticas de Barak Obama, es decir, estamos ante un país en el que casi da lo mismo que gobiernen los demócratas o los republicanos, ya que en buena medida la economía sigue en marcha.

Lo interesante ahora serán las consecuencias de la suspención, de los vuelos de Europa a los EUA por las repercusiones económicas que tendrán, tanto para los norteamericanos como para Italia y España también, por las alarmas que ha despertado el coronavirus no solo en China sino en el mundo entero, en el turismo y los intercambios comerciales.

Por su parte los debates para la elección del candidato de los demócratas continuarán, ya con menos interés ya que las cosas están casi decididas y parece que a México le conviene que ganen, aunque el trato de Donald Trump al presidente López Obrador ha sido de respeto, incluso en su particular modo de hablar, después de haber sido de los primeros en felicitarlo, dijo que eran muy parecidos, que los dos le ganaron al sistema, y AMLO lo que ha hecho es mantener una sana distancia.

Para la decisión final todavía quedan meses y esperemos que los debates que faltan puedan realizarse aunque sea ante audiencias pequeñas, una vez que se controlen las alarmas, ya que el gran espectáculo final lo tendremos hasta noviembre, después de los días de reflexión que toda elección merece.

Es una exageración la suspención radical de los vuelos de Europa a los EUA, porque interrumpe la última etapa de los debates entre los demócratas para elegir a su candidato a la presidencia, aunque ya está definido que llegará a la postulación Joe Biden y no Bernie Sanders, acompañado por una mujer, salvo sorpresa de último momento.

Pero lo que superó a cualquier obra de teatro fue la presentación de Donald Trump por Nancy Pelosi en el Congreso cuando se solicitó el juicio político para suspenderlo como presidente de los EUA. Más que un análisis de la situación del país, fue una variada presentación de personajes, desde Juan Guaidó demostrando repudio a la falta de un Estado de derecho en Venezuela, el festejo de un general que estuvo en la guerra de Vietnam, un joven becado, y cómo se levantaban y se sentaban a cada momento los republicanos a aplaudir a Trump, eludiendo los temas principales de la nación.

Lo cierto es que los EUA son más democráticos de lo que pensamos, no con partidos al estilo de otros países, sino con su estilo de elección por delegados, en un proceso en el que van quedando fuera los que menos logran, en el que se lanzan alcaldes, senadores y gobernadores, con temas concretos, más que con una visión general.

En el caso de los republicanos ya se sabe que el candidato será Donald Trump, diga lo que diga, porque en los EUA casi nunca tienen presidentes de un solo período, y estaríamos ante una de las pocas veces en que eso sucediera, pero no por eso los demócratas dejarán de intentarlo.

Es interesante observar que varias personas no tan jóvenes como la vez anterior son los que están en la final por la postulación, desde el presidente hasta quienes pueden sustituirlo, cercanos a sus 80 años de edad, y en caso de ganar Biden, en buena medida los EUA regresarían a las políticas de Barak Obama, es decir, estamos ante un país en el que casi da lo mismo que gobiernen los demócratas o los republicanos, ya que en buena medida la economía sigue en marcha.

Lo interesante ahora serán las consecuencias de la suspención, de los vuelos de Europa a los EUA por las repercusiones económicas que tendrán, tanto para los norteamericanos como para Italia y España también, por las alarmas que ha despertado el coronavirus no solo en China sino en el mundo entero, en el turismo y los intercambios comerciales.

Por su parte los debates para la elección del candidato de los demócratas continuarán, ya con menos interés ya que las cosas están casi decididas y parece que a México le conviene que ganen, aunque el trato de Donald Trump al presidente López Obrador ha sido de respeto, incluso en su particular modo de hablar, después de haber sido de los primeros en felicitarlo, dijo que eran muy parecidos, que los dos le ganaron al sistema, y AMLO lo que ha hecho es mantener una sana distancia.

Para la decisión final todavía quedan meses y esperemos que los debates que faltan puedan realizarse aunque sea ante audiencias pequeñas, una vez que se controlen las alarmas, ya que el gran espectáculo final lo tendremos hasta noviembre, después de los días de reflexión que toda elección merece.