/ domingo 17 de enero de 2021

Es un error de Donald Trump no acompañar a Joe Biden

Todavía tiene tiempo Trump de rectificar y estar presente en la toma de posesión de Joe Biden como nuevo presidente de los EUA, y de esta manera no desperdiciar los casi 75 millones de votos que logró en la pasada elección, no nada más para poder lanzarse él en el 2024, sino su hija Ivanka, por ejemplo, o el mismo Donald Trump si no lo inhabilitan.

Su último esfuerzo fue por tener la mayoría en el Senado, que quedó en 50 y 50, pero Kamala Harris senadora por California, además de vicepresidenta, hará que Biden tenga la mayoría en el senado, con lo cual los demócratas tienen todo: la presidencia y la mayoría de diputados y senadores, y sigue en pie la propuesta de Biden de gobernar para todos en intentar unificar al país.

Esa rectificación de Donald Trump podría cambiar el ambiente en general y evitar un segundo juicio en su contra, calmar a sus simpatizantes proponiendo antes que nada atender la pandemia y contribuir a mejorar la situación económica del país.

Independientemente de todos los análisis que existen sobre su personalidad, de seguro él también tomó nota, aunque Trump lo último que pensó era que podría perder, pero no comprender que perdió ganando sería su más grande error. Y rectificar y estar presente el 20 de enero lo mantendría vigente, y a sus seguidores con el ánimo de ir por la revancha en el 2024, pero en términos constructivos. Es difícil cambiar la manera de realizar las elecciones en los EUA porque es un país completamente federalista, donde los estados son autónomos, aunque con el mismo Trump se dio el caso de que llegó a la presidencia aunque Hillary Clinton tuvo más votos populares, y ya antes había sucedido.

En realidad la mayoría de los norteamericanos lo que desean es que se realice la vacunación y que la pandemia no sea tan letal, y pasar a una nueva normalidad, como se aspira en México y en todo el mundo. Por cierto los mexicanos, siendo el mayor número de latinos, aunque todavía cientos de miles ilegales pero millones con sus papeles en regla, optaron mayoritariamente por Trump, seguramente recordando que uno de los presidentes que más mexicanos y latinos deportó, fue Barak Obama, o por lo que sea.

Y las posibilidades de un tercer partido en los EUA se ven remotas y lo que hay son corrientes distintas, como la que por dos veces consecutivas representó Bernie Sanders, que planteo “la democracia social”, y aprovecharon los derechistas para calificarlos de “socialistas y comunistas”, incluso “radicales marxistas”, lo cual no son.

Lo cierto es que Trump creó un mal ambiente en los EUA, y fue errática tanto su política interior como la exterior, pero no en beneficio de los EUA, porque provocó que China y Rusia de alguna manera se unieran; se fue sobre Irán y se olvidó de Corea del Norte, con la cual no estuvo mal calmar las cosas, y dejó de hablar mal de los mexicanos, con el fin electoral que logró, y ahora corresponde ver a Trump que rectifica.

De todos modos lo inhabiliten o no, está su hija Ivanka que podría capitalizar esa votación de 75 millones, y que los jóvenes retomen la escena, porque hay una tremenda gerontocracia en los partidos, siendo Sanders con el que estaban los jóvenes, un hombre que compitió por la candidatura demócrata a sus 72 y a sus 76 años; Trump tiene 74 y Biden 78. Por los republicanos, aparte de los hijos de Donald, está uno que ya compitió antes, Marco Rubio de la Florida, y gobernadores jóvenes que no conocemos. Pero en síntesis, se vale soñar con que Donald Trump pudiera dar la sorpresa de estar presente en la toma de posesión.

Todavía tiene tiempo Trump de rectificar y estar presente en la toma de posesión de Joe Biden como nuevo presidente de los EUA, y de esta manera no desperdiciar los casi 75 millones de votos que logró en la pasada elección, no nada más para poder lanzarse él en el 2024, sino su hija Ivanka, por ejemplo, o el mismo Donald Trump si no lo inhabilitan.

Su último esfuerzo fue por tener la mayoría en el Senado, que quedó en 50 y 50, pero Kamala Harris senadora por California, además de vicepresidenta, hará que Biden tenga la mayoría en el senado, con lo cual los demócratas tienen todo: la presidencia y la mayoría de diputados y senadores, y sigue en pie la propuesta de Biden de gobernar para todos en intentar unificar al país.

Esa rectificación de Donald Trump podría cambiar el ambiente en general y evitar un segundo juicio en su contra, calmar a sus simpatizantes proponiendo antes que nada atender la pandemia y contribuir a mejorar la situación económica del país.

Independientemente de todos los análisis que existen sobre su personalidad, de seguro él también tomó nota, aunque Trump lo último que pensó era que podría perder, pero no comprender que perdió ganando sería su más grande error. Y rectificar y estar presente el 20 de enero lo mantendría vigente, y a sus seguidores con el ánimo de ir por la revancha en el 2024, pero en términos constructivos. Es difícil cambiar la manera de realizar las elecciones en los EUA porque es un país completamente federalista, donde los estados son autónomos, aunque con el mismo Trump se dio el caso de que llegó a la presidencia aunque Hillary Clinton tuvo más votos populares, y ya antes había sucedido.

En realidad la mayoría de los norteamericanos lo que desean es que se realice la vacunación y que la pandemia no sea tan letal, y pasar a una nueva normalidad, como se aspira en México y en todo el mundo. Por cierto los mexicanos, siendo el mayor número de latinos, aunque todavía cientos de miles ilegales pero millones con sus papeles en regla, optaron mayoritariamente por Trump, seguramente recordando que uno de los presidentes que más mexicanos y latinos deportó, fue Barak Obama, o por lo que sea.

Y las posibilidades de un tercer partido en los EUA se ven remotas y lo que hay son corrientes distintas, como la que por dos veces consecutivas representó Bernie Sanders, que planteo “la democracia social”, y aprovecharon los derechistas para calificarlos de “socialistas y comunistas”, incluso “radicales marxistas”, lo cual no son.

Lo cierto es que Trump creó un mal ambiente en los EUA, y fue errática tanto su política interior como la exterior, pero no en beneficio de los EUA, porque provocó que China y Rusia de alguna manera se unieran; se fue sobre Irán y se olvidó de Corea del Norte, con la cual no estuvo mal calmar las cosas, y dejó de hablar mal de los mexicanos, con el fin electoral que logró, y ahora corresponde ver a Trump que rectifica.

De todos modos lo inhabiliten o no, está su hija Ivanka que podría capitalizar esa votación de 75 millones, y que los jóvenes retomen la escena, porque hay una tremenda gerontocracia en los partidos, siendo Sanders con el que estaban los jóvenes, un hombre que compitió por la candidatura demócrata a sus 72 y a sus 76 años; Trump tiene 74 y Biden 78. Por los republicanos, aparte de los hijos de Donald, está uno que ya compitió antes, Marco Rubio de la Florida, y gobernadores jóvenes que no conocemos. Pero en síntesis, se vale soñar con que Donald Trump pudiera dar la sorpresa de estar presente en la toma de posesión.