/ domingo 31 de enero de 2021

Fueron 30 años de lucha de AMLO, de sus 34 a sus 64

La mayoría opina que AMLO está cumpliendo a pesar de la pandemia que alteró la vida del mundo y por supuesto de México, y si los últimos tres años de gobierno son ya normales, dejará las bases para otro país, pero para gobernar mejor conviene repetir la mayoría en el Congreso, por eso lo razonable será la consigna muy clara y muy merecida de: Ni un voto para el PAN y ni un voto para el PRI.

Por cierto a Durango le conviene que se vote por MORENA en todas las diputaciones, en especial en las federales, ya que al nuevo gobierno del Estado le tocarán dos años de Andrés Manuel gobernando, el 2023 y el 2024, y todavía dejar presentado en el Congreso el presupuesto nacional del 2025, seguramente estando al cargo del gobierno federal alguien de MORENA, después de AMLO.

Eso de sus treinta años de lucha para derrotar al PRIAN, es algo en lo que puse atención, porque hace unos días dijo López Obrador que terminando su gobierno se retirará, o sea que a los 70 años de edad, pero el detalle es que él dejó el PRI en 1988 a sus 34 años de edad y arrasó en el 2018 a sus 64, aunque debió haber sido presidente desde el 2006, a sus 52 años de edad, cuando le hicieron fraude Calderón y Fox al más puro estilo del PRI, que también se lo hizo a Cárdenas en el 88. Por cierto los dos tuvieron que ser candidatos a la presidencia tres veces.

El movimiento de 1968 le tocó a Andrés Manuel estando en la prepa, y cuando llegó a la UNAM a estudiar Ciencias Políticas en 1970 le tocó uno de los mejores rectores que ha tenido la institución, don Pablo González Casanova, que en su momento me tocó invitarlo a Durango, y fue quien analizó el documento que presentó la EZLN en la “Convención de Aguascalientes”, poco antes de las elecciones de 1994, y calificó don Pablo lo que leyó el Subcomandante Marcos, como uno de los documentos más importantes desde la Independencia de México.

En la Facultad le tocaron a Andrés Manuel directores de izquierda como Enrique González Pedrero y Víctor Flores Olea, quienes con Cárdenas y con el apoyo de don Lázaro, fundaron junto con el PCM y la revista “Política”, el MLN (Movimiento de Liberación Nacional) de principios de los 60s, seguramente con la influencia mundial y en especial latinoamericana que tuvo la Revolución Cubana.

Regresando a AMLO es significativo que uno de sus primeros trabajos, una vez terminó su carrera en la UNAM en 1976, fue de secretario particular del gran poeta tabasqueño Carlos Pellicer, que el PRI hizo diputado y creo que también senador, de modo que echó mano de su paisano, y cuando llegó de gobernador González Pedrero, lo invitó a distintos cargos administrativos que fueron su primera escuela “con la gente”, es decir con el pueblo, y dejó todo para unirse a la gran lucha de Cárdenas de 1988, siendo candidato a gobernador de Tabasco en dos ocasiones, hasta su marcha a la Ciudad de México, en cuyo plantón en el Zócalo llegaron “anónimamente” las cajas del segundo fraude que le habían hecho los del PRI.

Es la guerrilla de los 60s de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas; el MLN, el movimiento del 68, la guerra sucia de los 70s, hasta la Reforma Política de 1978. Pero siguieron los fraudes.

Hay pendientes muchos estudios y biografías, para no ir muy lejos, la del EZLN y el Sub Marcos, a la de AMLO, que por fin gana y le toca la pandemia. El país tiene remedio, pero no con el PRI ni con el PAN.

La mayoría opina que AMLO está cumpliendo a pesar de la pandemia que alteró la vida del mundo y por supuesto de México, y si los últimos tres años de gobierno son ya normales, dejará las bases para otro país, pero para gobernar mejor conviene repetir la mayoría en el Congreso, por eso lo razonable será la consigna muy clara y muy merecida de: Ni un voto para el PAN y ni un voto para el PRI.

Por cierto a Durango le conviene que se vote por MORENA en todas las diputaciones, en especial en las federales, ya que al nuevo gobierno del Estado le tocarán dos años de Andrés Manuel gobernando, el 2023 y el 2024, y todavía dejar presentado en el Congreso el presupuesto nacional del 2025, seguramente estando al cargo del gobierno federal alguien de MORENA, después de AMLO.

Eso de sus treinta años de lucha para derrotar al PRIAN, es algo en lo que puse atención, porque hace unos días dijo López Obrador que terminando su gobierno se retirará, o sea que a los 70 años de edad, pero el detalle es que él dejó el PRI en 1988 a sus 34 años de edad y arrasó en el 2018 a sus 64, aunque debió haber sido presidente desde el 2006, a sus 52 años de edad, cuando le hicieron fraude Calderón y Fox al más puro estilo del PRI, que también se lo hizo a Cárdenas en el 88. Por cierto los dos tuvieron que ser candidatos a la presidencia tres veces.

El movimiento de 1968 le tocó a Andrés Manuel estando en la prepa, y cuando llegó a la UNAM a estudiar Ciencias Políticas en 1970 le tocó uno de los mejores rectores que ha tenido la institución, don Pablo González Casanova, que en su momento me tocó invitarlo a Durango, y fue quien analizó el documento que presentó la EZLN en la “Convención de Aguascalientes”, poco antes de las elecciones de 1994, y calificó don Pablo lo que leyó el Subcomandante Marcos, como uno de los documentos más importantes desde la Independencia de México.

En la Facultad le tocaron a Andrés Manuel directores de izquierda como Enrique González Pedrero y Víctor Flores Olea, quienes con Cárdenas y con el apoyo de don Lázaro, fundaron junto con el PCM y la revista “Política”, el MLN (Movimiento de Liberación Nacional) de principios de los 60s, seguramente con la influencia mundial y en especial latinoamericana que tuvo la Revolución Cubana.

Regresando a AMLO es significativo que uno de sus primeros trabajos, una vez terminó su carrera en la UNAM en 1976, fue de secretario particular del gran poeta tabasqueño Carlos Pellicer, que el PRI hizo diputado y creo que también senador, de modo que echó mano de su paisano, y cuando llegó de gobernador González Pedrero, lo invitó a distintos cargos administrativos que fueron su primera escuela “con la gente”, es decir con el pueblo, y dejó todo para unirse a la gran lucha de Cárdenas de 1988, siendo candidato a gobernador de Tabasco en dos ocasiones, hasta su marcha a la Ciudad de México, en cuyo plantón en el Zócalo llegaron “anónimamente” las cajas del segundo fraude que le habían hecho los del PRI.

Es la guerrilla de los 60s de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas; el MLN, el movimiento del 68, la guerra sucia de los 70s, hasta la Reforma Política de 1978. Pero siguieron los fraudes.

Hay pendientes muchos estudios y biografías, para no ir muy lejos, la del EZLN y el Sub Marcos, a la de AMLO, que por fin gana y le toca la pandemia. El país tiene remedio, pero no con el PRI ni con el PAN.