/ sábado 8 de enero de 2022

Tip... tip...

Rubi Martinez

La renuncia de Paty Flores al PAN es más de impacto mediático que de hecho real.

La guapa señora es cierto que es de estirpe panista, pero su desenvoltura no ha sido en esta entidad; aprovechando su apellido y el apoyo de su tío Rodolfo Elizondo, tuvo cargo relevante en la Cámara de Diputados y luego su momento de esplendor durante el sexenio de Felipe Calderón, cuando fue jefa de la oficina de la Presidencia.

Aunque lo niegue, está desarraigada y eso le sale cada vez que pretendía postularse para algún cargo público.

Su ausencia no le representa un boquete al partido.

Dimas López renunció a un cargo en el gobierno municipal de Lerdo “para atender asuntos personales”.

Esa es la salida clásica del que no renuncia, sino que lo renuncian.

Se desgrana la mazorca a Miguel Ángel Lazalde en lo que queda del partido que construyó Cuauhtémoc Cárdenas y destruyó López Obrador: el PRD.

Por una parte, David Ramos se abrió a favor de Esteban Villegas y por otra, la presidenta perredista de Rodeo, Luz Amaya, se abrió a favor de Héctor Flores.

En cuanto a los candidatos propios del PRD que son mencionados por Lazalde, ninguno va a ser, pero tiene presencia del otro partido, Israel Soto Peña y Edmundo Ravelo.

En el PRI sólo los ingenuos o los que quieren que se hable de ellos creen que pueden ser candidatos, cuando hasta los niños de kínder saben que ya todo está armado para Esteban Villegas.

Héctor Arreola Soria, que tanto brilló en la educación superior, ahora quiere que se hable de él y para esto anuncia que se va a registrar candidato.

Y sabe que no va a ser, pero lo que necesita es mantenerse vigente, ya que no se resigna a la desaparición del espectro social a que lo ha condenado su jubilación.

El Congreso de Morelos se pronuncia por enjuiciar al gobernador Cuauhtémoc Blanco por sus posibles nexos con el narcotráfico.

Y yo digo que les van a faltar manos.

Cuando mencionan posibles abanderados de Movimiento Ciudadano al gobierno de Durango, ni por equivocación mencionan a José Ramón Enríquez.

¿Y sabe por qué? Porque el galeno está considerado el judas del partido, el símbolo de la traición, pues el MC lo hizo senador y tan pronto como alcanzó el escañó se afilió a Morena pensando que con ser él les haría el favor de ser candidato a gobernador.

No va a ser, a pesar de su caravana.

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