A prácticamente un mes de la elección presidencial, todo parece indicar que será Claudia Sheinbaum la próxima presidenta de México. Xóchitl Gálvez llegó como candidata del PAN, PRI Y PRD, con muchas expectativas mediáticas, lo que hicieron suponer que sería altamente competitiva. Desde la aparición de la hidalguense, se empezó a comentar que se avecinaba una elección muy cerrada y por supuesto, polarizada, es decir; un país dividido en dos proyectos: el regreso del PRI y del PAN o repetir otro sexenio la 4T.
A estas alturas de la campaña presidencial dos cosas parecen despejarse: es casi imposible que Xóchitl Gálvez alcance a Claudia Sheinbaum, y la posibilidad que pueda funcionar el famoso plan C. En este contexto, como si fuera una ironía, Xóchitl juega un papel muy importante, ¿por qué? Con el tiempo, se fueron conociendo las intenciones políticas del Frente Amplio Opositor y el grupo que encabeza Claudio X González. Los partidos que integran Fuerza y Corazón por México, fue siempre privilegiar a sus cúpulas y ya encarrerado el gato, tener el mayor número de diputadas, diputados, senadoras y senadores. Este tema con un solo fin; impedir que MORENA y sus aliados tengan mayoría calificada en ambas cámaras.
En el caso de quien realmente puso a Xóchitl como candidata Claudio X González, es muy claro: recuperar los privilegios políticos y económicos que perdieron con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, momento para recordar lo que dijo en varias ocasiones. “separar el poder político del poder económico”. Ante la percepción social y las encuestas a favor de Claudia Sheinbaum, se comienza a decir que los partidos que integran Fuerza y Corazón por México, harían responsable de una posible derrota a Xóchitl Gálvez. Y como algunos afirman, no sería justo culpar a su candidata si esto llegara a suceder.
En teoría una candidata o candidato a un puesto de elección popular, tiene un equipo de asesores para corregir errores en una campaña. Xóchitl Gálvez llegó a esta contienda presidencial sin la experiencia política necesaria. Si bien, quienes en este momento la rodean y son parte de su equipo, suponemos que la tienen y de sobra, pero en los hechos, no se ha reflejado. Por ejemplo: en el PRI hay viejos lobos de mar en este aspecto, solo por mencionar a un Manlio Fabio Beltrones o Beatriz Paredes, personajes con una larga carrera política y militando toda su vida en ese partido. Sin embargo, hoy no los vemos en el circulo rojo de la candidata de esa alianza, en su lugar están “Alito” Moreno Cárdenas y Marko Cortés, a los que solo les importa ser senadores y si el barco se hunde, que sea con su capitana Xóchitl Gálvez.
Solo restan dos debates presidenciales de aquí al 29 de mayo, entre Claudia, Xóchitl y Máynez. Con la experiencia que se tiene en este tipo de encuentros, los debates por si mismos no definen el rumbo de una elección presidencial. En estos debates, nadie gana o pierde, sino todo lo contrario. En el contexto de las encuestas de diez empresas encuestadoras, nueve le son favorables a la candidata de MORENA. Algo importante: hoy las circunstancias no están dadas, para que regresen el PRI y el PAN, dichas circunstancias son para que siga en el poder la 4T.
