De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México hasta un 80% de los trabajadores padecen el llamado "síndrome del quemado" o burnot; fenómeno que se manifiesta con agotamiento físico y mental por períodos prolongados, llegando a alterar su personalidad y autoestima que desencadena baja en la productividad, reconoció la directora del Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (ISMED), Soledad Ruíz Canaan.
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En entrevista para El Sol de Durango, la especialista en psiquiatría comenzó por definir que el burnout , también denominado "síndrome del trabajador quemado", como un estado de agotamiento físico, emocional y mental que está vinculado al ámbito laboral; estrés causado por el trabajo y estilo de vida del empleado.
Ésta condición médica tiene varios factores y es resultado de un estrés permanente al que está expuesto el trabajador en su ámbito laboral; falta de motivación a causa de mayores cargas de trabajo, más exigencias y que en ocasiones no existe la remuneración esperada. Todo esto lleva a un desgaste en la salud mental del individuo si se le suma a los problemas que pueden tener en su vida personal o familiar.
Al hacer referencia a estudios recientes de la OMS, señalan que en México un 80% de los trabajadores padecen esta condición y que coloca al país como líder del Rankin internacional, muy por encima de China o Estados Unidos que tienen 73 y 59% respectivamente de su población laboral afectada por el estrés.
Manifestaciones como el agotamiento, cansancio, aburrimiento, falta de motivación, falta de concentración y trastornos del sueño o alimentación; lo cual muchas veces lleva a un bajo rendimiento que puede conducir a trastornos de ansiedad y depresión.
Este tipo de padecimiento también muchas veces va aparejado al consumo de sustancias nocivas; factores que de no ser tratados adecuadamente pueden llevar en ocasiones hasta el suicidio de la persona.
Ruiz Canaan refirió que durante 2020 se aprobó en México la Norma Oficial Mexicana(NOM) 035, dirigida al sector público y privado mediante la cual se pretende disminuir los riesgos que lleven a la ansiedad y depresión en los trabajadores. Aunque aún no se establece a nivel general, debería suponerse que debe implementarse a la brevedad para resolver tan compleja problemática que está ahogando a mucha gente.
También lamentó que en México aún no se le da la importancia que requieren los problemas de salud mental, especialmente porque después de la pandemia se dispararon en un 34% trastornos depresivos y la ansiedad en 32%.
Tras puntualizar que instancias como el ISMED no tienen a su cargo la atención psicológica directamente, es necesario que las empresas canalicen a su personal a consulta por medio del IMSS o ISSSTE, en el caso de las dependencias gubernamentales. Advirtió además que será un trabajo difícil, sobre todo porque en la actualidad no existe infraestructura o una red importante dirigida a atender la salud mental y es un ámbito en el que se deben involucrar muchas instituciones.
