El Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), celebró el 50 aniversario de su fundación con un panel titulado "La creación del CCH", en el que participaron varios de los pioneros de la institución, como el maestro fundador, Carlos Ornelas Navarro, así como invitados especiales que compartieron sus vivencias desde los inicios del Colegio.
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La directora del CCH, Sara Beatriz Gamero López, subrayó que “el CCH no sólo es historia, sino también un modelo a seguir”, y reafirmó el compromiso de continuar formando jóvenes líderes y seres humanos ejemplares que conozcan los orígenes de su institución, y expresó su gratitud a todos los presentes, entre los que destacaron personajes que han contribuido a hacer la institución de prestigio que es.
Carlos Ornelas Navarro, hizo hincapié en los tiempos turbulentos de la década de 1970, tanto en México como en el mundo, y recordó la importancia del movimiento estudiantil de 1968, y su impactó en la educación en Durango y en todo el país, pero, sobre todo, mostró su orgullo por ver la institución fuerte en la que se ha convertido el CCH-UJED. Además se mostró emocionado por su regreso al Colegio después de tantos años.
Tanto Ornelas Navarro, como el Salvador Rodríguez Lugo, resaltaron el papel fundamental de la comunidad duranguense en la evolución educativa de esos años. Explicaron que, a pesar de la desconfianza inicial hacia el CCH, el nuevo enfoque educativo basado en un modelo de análisis crítico finalmente prevaleció y fue adoptado por otras instituciones, tanto públicas como privadas, consolidando el legado del CCH.
Los panelistas también recordaron los desafíos iniciales y los cambios que experimentó la institución, incluida la prohibición de las novatadas y la formación de docentes con metodologías innovadoras. Hablaron de cómo el modelo educativo del CCH se expandió a otras instituciones, como la Prepa Diurna.
Este panel no sólo fue un recuento histórico, sino también un recordatorio del impacto y la importancia del CCH en la educación y en la formación de generaciones de jóvenes en Durango. El legado de la institución sigue vivo y sigue inspirando a nuevas generaciones a buscar la excelencia y el pensamiento crítico en sus estudios y en sus vidas.