El ataque que sufrió el Arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez fue por un desacuerdo con una herencia que dejó el hermano del atacante al Seminario Mayor, ubicado al noroeste de la capital.
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En entrevista con la fiscal del estado, Sonia Yadira de la Garza Fragoso, confirmó que entre las versiones que han recibido, es que un hermano del atacante heredó al Seminario Mayor una vivienda, situación que molestó a Salvador.
“Un hermano de ellos había fallecido y heredó a través del testamento un domicilio al seminario pero esta persona esa situación no la aceptaba, aparte él traía un tema de adicciones y decía que esa casa le correspondía”, refirió de la Garza Fragoso.
El pasado domingo 21 de mayo, Salvador, de 79 años de edad entró a la Sacristía de la Catedral de Durango y tras confirmar quién era el Arzobispo, sacó un cuchillo con el cual lo atacó.
Agentes de la Dirección Municipal de Seguridad Pública (DMSP) lograron el arresto de dicha persona y tras realizar el trámite correspondiente fue puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE), en donde el Ministerio Público (MP) integró la carpeta.
Debido a que padece de sus facultades mentales, la persona todavía se encuentra internada en el Hospital Psiquiátrico y no será hasta que se recupere cuando pueda salir y llevar a cabo su proceso legal, debido a que un juez lo vinculó por el presunto delito de homicidio calificado en grado de tentativa.
“Está en el Hospital Psiquiátrico, se le hicieron estudios correspondientes y los psiquiatras determinaron que él no está en condiciones de seguir su proceso, por lo tanto está bajo una medida de seguridad en el hospital hasta estar en condiciones”, agregó la fiscal del estado en entrevista.
Finalmente, comentó que en pláticas con el hermano del agresor, le había mencionado que si Salvador había hecho algo tenía que responder.