Estimado lector. El tema que abordo es el del poder desde dos puntos de vista: el jurídico y el político.
El ser humano de una forma u otra percibe el poder, lo siente sobre él y ejerce el poder en diferentes ámbitos de su vida. La cuestión es ¿Quién le brinda ese poder? ¿Cuál es la dimensión de ese poder? ¿Quién valora el ejercicio de su poder en términos de justicia? ¿Quién valora el ejercicio del poder desde el punto de vista político? ¿Quién valora el ejercicio del poder desde el punto de vista de la sociedad? ¿Cuáles son las implicaciones jurídicas sobre el ejercicio del poder? ¿Cuáles son las sanciones que la sociedad “aplica” sobre un mal uso del ejercicio del poder?
La lista de las preguntas es más grande, pero más grande son las respuestas, y éstas mismas respuestas pueden ser respondidas desde el punto de vista jurídico, político, social y económico.
No soy Abogado Constitucionalista. Solo soy un ciudadano simple que no intenta ofrecer respuestas, pero sí abrir y compartir con el ciudadano común un espacio de reflexión.
Para Max Weber, “poder es la posibilidad de imponer la propia voluntad sobre la conducta ajena”. Sin embargo, este poder no es ilimitado, la evolución de las sociedades ha suscitado que ese poder esté limitado y sancionado a través de un marco legal, el cual, a través del tiempo, estas regulaciones jurídicas se han ido perfeccionando. Entiendo que el poder se ejercita desde ahí y con la legitimación que le corresponde.
En este sentido “El Estado, como titular del poder y organizado jurídicamente a partir de una Constitución, posee una potestad que comprende diversas facultades, cuyo ejercicio se deposita en los distintos órganos que lo conforman. La Constitución, como norma suprema, es creadora y organizadora del poder público y de los órganos que lo ejercen, dotándolos de competencia”. Así se tiene que “El poder político de distribuye entre órganos comúnmente designados con el nombre de poderes, llevan a cabo distintas funciones en virtud de las cuáles reciben su designación”. A saber:
a) El Poder Legislativo tiene como principal función elaborar las leyes que estructuran al Estado, a sus órganos, dotarlos de su regulación y establecer sus relaciones entre sí y con los ciudadanos.
b) El Poder Ejecutivo se encarga de ejecutar las normas, de proveer mediante la facultad reglamentaria a la correcta observancia de las leyes, y de representar al país ante la comunidad internacional.
c) El Poder Judicial resuelve controversias de carácter jurídico, se ocupa de aplicar la ley”.
“En el sistema presidencial como el nuestro, el Poder Ejecutivo tiene cierta preponderancia e independencia de actuación política en virtud de algunas potestades no jurídicas que con el tiempo el presidente se ha arrogado, y que además le han sido reconocidas. En consecuencia, la balanza de la lucha por el poder entre el Legislativo y el Ejecutivo se ha inclinado a favor de este último debido a las prerrogativas mencionadas, pero no necesariamente como consecuencia de la distribución competencial hecha por la Constitución. El poder de cada estructura constitucional debe ser, al menos en teoría, igual o equivalente en capacidad e influencia que los otros dos para mantener el equilibrio y evitar que un poder adquiera preponderancia respecto de los otro, así como tener las mismas posibilidades de efectuar actos que impliquen control del poder político”. (www.juridica.unam.mx).
Esto es “grosso modo” el encuadre jurídico del poder político.
Entonces, si el pueblo brinda el poder político, si la dimensión de ese poder político esta delimitado, supongo pues que el Poder Judicial resuelve controversias de carácter jurídico, se ocupa de aplicar la ley para hacer justicia. También presumo que la sociedad civil, valora el ejercicio del Poder Político, pero desconozco como lo sanciona y cuáles son las instancias para hacerlo. Conjeturo que la sociedad sanciona el ejercicio del Poder Político a través del voto en las elecciones.
Y si esto es así, entonces parece que hay un vacío profundo y grave respecto a la preponderancia del Poder Ejecutivo sobre el Poder Legislativo y el Poder Judicial.
El desencuadre político es el desequilibrio entre los poderes y las sanciones al mal ejercicio del Poder Político, ¡Hasta la próxima!