/ martes 12 de septiembre de 2023

Gobiernos de coalición

En Durango ha quedado demostrado en los hechos, después de un año de práctica, la funcionalidad de los gobiernos de coalición, que más que una alianza político-electoral, se convirtió en un ejercicio de compartir el servicio público, a través de la instrumentación común, a las ideologías partidistas participantes, tanto de la agenda legislativa, como de los programas gubernamentales, y sobre todo con la orientación en un solo carril, de la aplicación de las finanzas públicas.

Y bien claro lo dejó Esteban Villegas durante la concentración masiva de priistas, panistas y perredistas, encabezados por sus respectivos dirigentes nacionales y la coordinadora del FAM, Xóchitl Gálvez: “Los gobiernos de coalición si funcionan, con estrategia, unidad y mucho corazón, se pueden derrotar gigantes, y gobernar junto a nuestra gente”, ¡Vamos por todo en el 2024, vamos a ganar!, enfatizó.

Aunque el responsable de la administración es el gobernador, en la práctica, PAN, PRI y PRD, gobiernan juntos Durango, sin menoscabo del desempeño que en lo individual lleven a cabo militantes de los tres partidos, que responden por lo que le toca hacer a cada uno.

Indudablemente que tiene mucho que ver la visión y voluntad política del sanjuanero, quien ha evidenciado que entiende lo que implican las alianzas político-electorales en el ejercicio gubernamental. Y sabrá aplicar “mano dura”, cuando alguno de los integrantes de su gobierno, independientemente del partido que provenga, no trabaje a la altura de las expectativas.

En tal contexto, también está el ejemplo de quien no supo que hacer en la práctica, lo que significaba la alianza, ya que además del gran desfalco económico que heredó, hasta en eso fue irregular e ineficiente el gobierno que encabezó el panista José Rosas Aispuro Torres, quien llegó a ocupar la silla principal del Bicentenario, con el apoyo coaligado de PRI, PAN y PRD, y que una vez en el poder, se olvidó rampantemente de lo que significaba llevar a la práctica un “gobierno de coalición”.

Decepcionados sobre la forma como “administró” para su uso personal, y sobre todo el de su esposa, según cuentan algunos de los allegados al despreocupado ex mandatario, el mismo se vanagloria ante propios y extraños, de haber cumplido con los partidos aliados, “regalándoles” algunos espacios en el servicio público, lo cual fue visto como favores y/o dádivas personales, y no como parte de un proyecto de unión para trabajar por Durango. Nunca comprendió, o no lo dejó hacerlo su consorte, lo que era un “gobierno de coalición”.

Lo peor, es que el oriundo de Tamazula y Elvira, ahora quieren cobrar los supuestos favores que hicieron, al incorporar a “su gobierno”, a cuadros panistas y priistas, para que les cuiden las espaldas y se impida que sean “llamados a cuentas” por el cúmulo de ilícitos que cínicamente dejaron.

Por eso cobra mayor relevancia, que tanto en el ámbito estatal como en el de algunos municipios, los gobiernos de coalición han demostrado que cuando existe la vocación de servicio, siempre se impone el objetivo mayor de trabajar por Durango.

Durango está llamado a ser un referente nacional en eso de traducir en el ejercicio gubernamental, las alianzas político-electorales, tanto para derrotar a verdaderos trabucos, como para gobernar cercanos a la gente. Con agenda legislativa y políticas gubernamentales consensuadas, así como un manejo financiero ordenado, transparente y con rendición de cuentas.

DATO 01

El oriundo de Tamazula y Elvira, ahora quieren cobrar los supuestos favores que hicieron, al incorporar a “su gobierno”, a cuadros panistas y priistas.

DATO 02

Los gobiernos de coalición han demostrado que cuando existe la vocación de servicio, siempre se impone el objetivo mayor de trabajar por Durango.

El oriundo de Tamazula y Elvira, ahora quieren cobrar los supuestos favores que hicieron, al incorporar a “su gobierno”, a cuadros panistas y priistas.

Los gobiernos de coalición han demostrado que cuando existe la vocación de servicio, siempre se impone el objetivo mayor de trabajar por Durango.

En Durango ha quedado demostrado en los hechos, después de un año de práctica, la funcionalidad de los gobiernos de coalición, que más que una alianza político-electoral, se convirtió en un ejercicio de compartir el servicio público, a través de la instrumentación común, a las ideologías partidistas participantes, tanto de la agenda legislativa, como de los programas gubernamentales, y sobre todo con la orientación en un solo carril, de la aplicación de las finanzas públicas.

Y bien claro lo dejó Esteban Villegas durante la concentración masiva de priistas, panistas y perredistas, encabezados por sus respectivos dirigentes nacionales y la coordinadora del FAM, Xóchitl Gálvez: “Los gobiernos de coalición si funcionan, con estrategia, unidad y mucho corazón, se pueden derrotar gigantes, y gobernar junto a nuestra gente”, ¡Vamos por todo en el 2024, vamos a ganar!, enfatizó.

Aunque el responsable de la administración es el gobernador, en la práctica, PAN, PRI y PRD, gobiernan juntos Durango, sin menoscabo del desempeño que en lo individual lleven a cabo militantes de los tres partidos, que responden por lo que le toca hacer a cada uno.

Indudablemente que tiene mucho que ver la visión y voluntad política del sanjuanero, quien ha evidenciado que entiende lo que implican las alianzas político-electorales en el ejercicio gubernamental. Y sabrá aplicar “mano dura”, cuando alguno de los integrantes de su gobierno, independientemente del partido que provenga, no trabaje a la altura de las expectativas.

En tal contexto, también está el ejemplo de quien no supo que hacer en la práctica, lo que significaba la alianza, ya que además del gran desfalco económico que heredó, hasta en eso fue irregular e ineficiente el gobierno que encabezó el panista José Rosas Aispuro Torres, quien llegó a ocupar la silla principal del Bicentenario, con el apoyo coaligado de PRI, PAN y PRD, y que una vez en el poder, se olvidó rampantemente de lo que significaba llevar a la práctica un “gobierno de coalición”.

Decepcionados sobre la forma como “administró” para su uso personal, y sobre todo el de su esposa, según cuentan algunos de los allegados al despreocupado ex mandatario, el mismo se vanagloria ante propios y extraños, de haber cumplido con los partidos aliados, “regalándoles” algunos espacios en el servicio público, lo cual fue visto como favores y/o dádivas personales, y no como parte de un proyecto de unión para trabajar por Durango. Nunca comprendió, o no lo dejó hacerlo su consorte, lo que era un “gobierno de coalición”.

Lo peor, es que el oriundo de Tamazula y Elvira, ahora quieren cobrar los supuestos favores que hicieron, al incorporar a “su gobierno”, a cuadros panistas y priistas, para que les cuiden las espaldas y se impida que sean “llamados a cuentas” por el cúmulo de ilícitos que cínicamente dejaron.

Por eso cobra mayor relevancia, que tanto en el ámbito estatal como en el de algunos municipios, los gobiernos de coalición han demostrado que cuando existe la vocación de servicio, siempre se impone el objetivo mayor de trabajar por Durango.

Durango está llamado a ser un referente nacional en eso de traducir en el ejercicio gubernamental, las alianzas político-electorales, tanto para derrotar a verdaderos trabucos, como para gobernar cercanos a la gente. Con agenda legislativa y políticas gubernamentales consensuadas, así como un manejo financiero ordenado, transparente y con rendición de cuentas.

DATO 01

El oriundo de Tamazula y Elvira, ahora quieren cobrar los supuestos favores que hicieron, al incorporar a “su gobierno”, a cuadros panistas y priistas.

DATO 02

Los gobiernos de coalición han demostrado que cuando existe la vocación de servicio, siempre se impone el objetivo mayor de trabajar por Durango.

El oriundo de Tamazula y Elvira, ahora quieren cobrar los supuestos favores que hicieron, al incorporar a “su gobierno”, a cuadros panistas y priistas.

Los gobiernos de coalición han demostrado que cuando existe la vocación de servicio, siempre se impone el objetivo mayor de trabajar por Durango.