/ sábado 27 de noviembre de 2021

Impidamos coarten la libertad

Escuchando con Ciro Gómez Leyva al historiador y escritor Enrique Krauze en una presentación de su libro “Crítica al Poder Presidencial”; el entrevistado comentó que la libertad en nuestro país está bajo acoso y en peligro; y señaló una frase que anteriormente la había yo escuchado del Papa Francisco ignorando su autoría original: “La libertad sólo se aprecia cuando se pierde”. La libertad se conoce como la gran capacidad del ser humano de proceder según sus valores, criterios razón y voluntad, con las limitantes de respetar siempre la libertad de los demás.

Frecuentemente se falta al respeto a la libertad de los demás y lo más grave es que, esa falta de respeto se origina desde el poder, surgiendo cada vez es con mayor agresividad, en contra de la libertad de opinión, de expresión, de circulación, de pensamiento, de consciencia, de religión y el derecho a la vida privada.

Se ataca soberbiamente a universidades, al poder judicial, a empresarios, a los intelectuales, a los periodistas, etc., y descaradamente se presenta un Decreto por el cual señala que todo lo que haga el Gobierno Federal debe ser considerado de Seguridad Nacional, esto es que, cualquier obra del gobierno federal se debe aprobar por cualquier dependencia en un término de 5 días, sin investigar, sin dar información de ninguna especie, ni dar cuentas del dinero que se gaste, o de quien llevó a cabo la obra, y no existirá la posibilidad de juicio de amparo, no obstante haga la obra que se le ocurra al presidente y se siga llevando de encuentro a quienes él quiera.

Lo increíble es que, no obstante, la destrucción manifiesta de nación que se está realizando, los legisladores y funcionarios, se callan con el salario y prebendar que reciben, pero las mascotas, los chairos, la feligresía, a veces no sabe ni de qué se está tratando la situación.

Señalan los que saben de esta materia que, los principales factores que originan la falta de respeto hacia los demás, se encuentra el egocentrismo y la soberbia, tratándose de personas que consideran que todo debe girar en torno de ellos, tendiendo siempre a despreciar a los demás; así como la ausencia de valores y la mala educación.

La libertad fue reconocida por la comunidad internacional en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y aunque todos los seres humanos nacemos libres e iguales, siempre han existido factores que ponen en peligro nuestra libertad, como los gobiernos dictatoriales que descaradamente y violando la ley revela su arbitrario egocentrismo despótico.

Una libertad legítima, llevada con respeto a los demás, está estrechamente ligada con la ética, que conduce al ser humano hacia la felicidad, a través de la práctica consciente del bien y la responsabilidad personal y social.

Extrañamente, quienes antes se quejaban de los atropellos, arbitrariedades y corruptelas de las autoridades, ahora callan, será que hacen honor a lo que indicó Voltaire: “Es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran”.

Pero otros consideramos atender lo indicado por el músico Bob Marley, “Mejor morir luchando por la libertad que ser preso todos los días de tu vida”.

Escuchando con Ciro Gómez Leyva al historiador y escritor Enrique Krauze en una presentación de su libro “Crítica al Poder Presidencial”; el entrevistado comentó que la libertad en nuestro país está bajo acoso y en peligro; y señaló una frase que anteriormente la había yo escuchado del Papa Francisco ignorando su autoría original: “La libertad sólo se aprecia cuando se pierde”. La libertad se conoce como la gran capacidad del ser humano de proceder según sus valores, criterios razón y voluntad, con las limitantes de respetar siempre la libertad de los demás.

Frecuentemente se falta al respeto a la libertad de los demás y lo más grave es que, esa falta de respeto se origina desde el poder, surgiendo cada vez es con mayor agresividad, en contra de la libertad de opinión, de expresión, de circulación, de pensamiento, de consciencia, de religión y el derecho a la vida privada.

Se ataca soberbiamente a universidades, al poder judicial, a empresarios, a los intelectuales, a los periodistas, etc., y descaradamente se presenta un Decreto por el cual señala que todo lo que haga el Gobierno Federal debe ser considerado de Seguridad Nacional, esto es que, cualquier obra del gobierno federal se debe aprobar por cualquier dependencia en un término de 5 días, sin investigar, sin dar información de ninguna especie, ni dar cuentas del dinero que se gaste, o de quien llevó a cabo la obra, y no existirá la posibilidad de juicio de amparo, no obstante haga la obra que se le ocurra al presidente y se siga llevando de encuentro a quienes él quiera.

Lo increíble es que, no obstante, la destrucción manifiesta de nación que se está realizando, los legisladores y funcionarios, se callan con el salario y prebendar que reciben, pero las mascotas, los chairos, la feligresía, a veces no sabe ni de qué se está tratando la situación.

Señalan los que saben de esta materia que, los principales factores que originan la falta de respeto hacia los demás, se encuentra el egocentrismo y la soberbia, tratándose de personas que consideran que todo debe girar en torno de ellos, tendiendo siempre a despreciar a los demás; así como la ausencia de valores y la mala educación.

La libertad fue reconocida por la comunidad internacional en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y aunque todos los seres humanos nacemos libres e iguales, siempre han existido factores que ponen en peligro nuestra libertad, como los gobiernos dictatoriales que descaradamente y violando la ley revela su arbitrario egocentrismo despótico.

Una libertad legítima, llevada con respeto a los demás, está estrechamente ligada con la ética, que conduce al ser humano hacia la felicidad, a través de la práctica consciente del bien y la responsabilidad personal y social.

Extrañamente, quienes antes se quejaban de los atropellos, arbitrariedades y corruptelas de las autoridades, ahora callan, será que hacen honor a lo que indicó Voltaire: “Es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran”.

Pero otros consideramos atender lo indicado por el músico Bob Marley, “Mejor morir luchando por la libertad que ser preso todos los días de tu vida”.