/ domingo 4 de agosto de 2019

JÓVENES VOLVER A PENSAR

El México de mis hijos....

Después de ser testigo, actor y protagonista de la última mitad del siglo pasado, enarbolar la bandera de México, en todos nuestros episodios, tratar de heredar al menos una Patria estable, noble y de actividad económica pujante, los hijos me preguntan ¿dónde está...?

Y con justa razón me cuestionan ¿no has visto que el campo está, solo?, los campesinos migraron, hacia el norte, ¿donde está la justicia social? Hace casi un siglo el campo mexicano se tiñó de rojo, del vital líquido de la raza de bronce -Y SE SIGUE TIÑENDO-, mas por un ideal, me encuentro con el “fantasma” del desempleo a todos los niveles, mis compañeros médicos y enfermeras fueron fulminantemente cesados, jóvenes profesionistas que iniciaban en el servicio civil de carrera, pues también… ¡a la calle! y con una “realidad” el subempleo.

¿Ya no hay tiendas de raya, pero hay buró de crédito? Nos prometieron Democracia, si ya la tenemos, pero a qué precio, es evidente la actual descomposición política del país, la arrogancia de la 4T, la ingobernabilidad, la intolerancia, la corrupción y la pobreza que azota al país, sigue y está presente como el jinete apocalíptico, ¿hay un cambio?...

Es axiomático la gran transformación social de México, donde paso tras paso, la conducta moral también ha sufrido un gran relajamiento, estamos en una sociedad donde ya se acepta el aborto voluntario, solapado por el feminismo recalcitrante “copiado” a otras culturas decadentes, todo esto conduce a un estado amoralidad y claro aparecen los feminicidios, que son la tangente de una sociedad avalórica.

En fin este lúgubre panorama, nos darán el adjetivo de pesimista, sin embargo tal vez para mitigar la “angustia existencial” de nuestras juventudes, es ahí donde debemos incidir y de nuevo iniciar la lucha cívica por una patria digna y justa, con oportunidad para todos, libre de populismo y de neoliberalismo, libre de ese cáncer social que se llama corrupción e impunidad, de esa pérdida de identidad nacional que el joven realmente no sabe si es ciudadano de aquí o de allá.

Es la importancia de conocer nuestra historia nacional, la cual están haciendo que se pierda en el olvido y quitándole su mérito, porque en ella hay valores, hay una identidad de Patria, de Familia, de México, en fin, es donde están las soluciones a los actuales problemas, la falta de identidad nacional engañifas que nos han impuesto -también- allende del Río Bravo. Si Trump en nombre de la migración fragmenta la antigua solidaridad hispanoamericana, ¿me pregunto?, que estarán haciendo para desintegrar esta nación, ¿quiénes son los cómplices? - acaso será la cleptocracia morenista que está en el poder, con todo la anarquía reinante en el gobierno federal, y los pensamientos dicotómicos y esquizoides del Ejecutivo en fragmentar al ciudadano en liberal y conservador, y además la ausencia de una figura autoridad, será la oposición, ahora salvadora de la nación.

Sabemos que la República -la nuestra- está pasando por una época coyuntural, en la que sólo la voluntad de los verdaderos mexicanos revitalizará el alma casi agónica de la esta Patria, vituperada, herida y ultrajada por los fariseos nacionales...

Stultorum infinitus est numerus “El número de necios es infinito”.

tomymx@me.com

El México de mis hijos....

Después de ser testigo, actor y protagonista de la última mitad del siglo pasado, enarbolar la bandera de México, en todos nuestros episodios, tratar de heredar al menos una Patria estable, noble y de actividad económica pujante, los hijos me preguntan ¿dónde está...?

Y con justa razón me cuestionan ¿no has visto que el campo está, solo?, los campesinos migraron, hacia el norte, ¿donde está la justicia social? Hace casi un siglo el campo mexicano se tiñó de rojo, del vital líquido de la raza de bronce -Y SE SIGUE TIÑENDO-, mas por un ideal, me encuentro con el “fantasma” del desempleo a todos los niveles, mis compañeros médicos y enfermeras fueron fulminantemente cesados, jóvenes profesionistas que iniciaban en el servicio civil de carrera, pues también… ¡a la calle! y con una “realidad” el subempleo.

¿Ya no hay tiendas de raya, pero hay buró de crédito? Nos prometieron Democracia, si ya la tenemos, pero a qué precio, es evidente la actual descomposición política del país, la arrogancia de la 4T, la ingobernabilidad, la intolerancia, la corrupción y la pobreza que azota al país, sigue y está presente como el jinete apocalíptico, ¿hay un cambio?...

Es axiomático la gran transformación social de México, donde paso tras paso, la conducta moral también ha sufrido un gran relajamiento, estamos en una sociedad donde ya se acepta el aborto voluntario, solapado por el feminismo recalcitrante “copiado” a otras culturas decadentes, todo esto conduce a un estado amoralidad y claro aparecen los feminicidios, que son la tangente de una sociedad avalórica.

En fin este lúgubre panorama, nos darán el adjetivo de pesimista, sin embargo tal vez para mitigar la “angustia existencial” de nuestras juventudes, es ahí donde debemos incidir y de nuevo iniciar la lucha cívica por una patria digna y justa, con oportunidad para todos, libre de populismo y de neoliberalismo, libre de ese cáncer social que se llama corrupción e impunidad, de esa pérdida de identidad nacional que el joven realmente no sabe si es ciudadano de aquí o de allá.

Es la importancia de conocer nuestra historia nacional, la cual están haciendo que se pierda en el olvido y quitándole su mérito, porque en ella hay valores, hay una identidad de Patria, de Familia, de México, en fin, es donde están las soluciones a los actuales problemas, la falta de identidad nacional engañifas que nos han impuesto -también- allende del Río Bravo. Si Trump en nombre de la migración fragmenta la antigua solidaridad hispanoamericana, ¿me pregunto?, que estarán haciendo para desintegrar esta nación, ¿quiénes son los cómplices? - acaso será la cleptocracia morenista que está en el poder, con todo la anarquía reinante en el gobierno federal, y los pensamientos dicotómicos y esquizoides del Ejecutivo en fragmentar al ciudadano en liberal y conservador, y además la ausencia de una figura autoridad, será la oposición, ahora salvadora de la nación.

Sabemos que la República -la nuestra- está pasando por una época coyuntural, en la que sólo la voluntad de los verdaderos mexicanos revitalizará el alma casi agónica de la esta Patria, vituperada, herida y ultrajada por los fariseos nacionales...

Stultorum infinitus est numerus “El número de necios es infinito”.

tomymx@me.com