/ sábado 15 de enero de 2022

Jóvenes volver a pensar

Definitivamente, ya empezamos hablar de la “generación Covid-19”, tal como el hombre se comporta en la actualidad, es decir miedo, angustia, stress, vacunacion, todos esos temas que produce incertidumbre de tanto ser evadidos por temor a sus consecuencias.

Desaparecen dejando en su descomposición un vapor, una ventosidad-lo light.- Sustituto y algodón de azúcar de esencias, lo light es siempre sucedáneo. Lo light, placebo de la existencia, aliviana el curso de lo real; lo disimula por momentos.

Lo light es abreviatura, atajo, esperanza de que se puede salir adelante haciéndole trampillas a la vida. Cuando toda forma de dominar la realidad deviene ilusoria, la ilusión deviene única realidad. La regla de lo light es la sistemática omisión de lo pertinente: cigarro sin nicotina, café sin cafeína, azúcar sin azúcar, música sin música, o sea ambiente musical.

Todo lo sistemáticamente privado de sí mismo es light. Por ello el material light es el plástico, el alimento light el chicle, la obra literaria light el bestseller, el eufemismo la figura retórica light. En cuanto intento de reacomodar los signos sin alterar lo que designan, toda retórica es light. Contra el estancamiento social del tiempo extrema sus hecatombes virales, de signos efímeros esa ilusión de cambio que es la moda, ese cambio de ilusiones que es la política.

El cuerpo, rotunda concreción orgánica, con sus excreciones, peristaltismos, humores, ha de ser eufemizado. Ángeles y modelos no menstrúan, o no debe parecer que lo hacen. En su obsesión por ocultar la función real y mostrar la simbólica, postula lo light vientres que no digieren, senos que no amamantan, carne que no envejece. Lavado de cerebro con champú acondicionador.

Al fin todo explicado: No había nada que explicar. Al fin todo aclarado: no había nada que aclarar. Cuán comprometido es no comprometerse. Cuán razonable no razonar. Como sistema, duda de todo lo que no sea el sistema. Minucia con pretensiones de universalidad, oropel con ínfulas de tesoro, catecismo de la tranquilidad de conciencia, voucher conceptual, el pensamiento que fracasa en transformar el mundo desiste también de explicarlo, degenera de indagación a coartada.

El intelecto, como el agua, desciende siempre a su nivel más bajo. El hombre hecho para el mercado y no el mercado para el hombre. Ninguna mano visible contra la mano invisible. Nada beneficia al débil como ser devorado por el fuerte. Libre competencia entre el tiburón y la sardina, entre el monopolio y el individuo. Mercaderes en el templo, sacerdotes en el mercado. La existencia dedicada a satisfacer necesidades inexistentes. Miseria cool. Ah Mexico mágico… ¡VACÚNATE! Usa cubrebocas. Stultorum infinitus est numerus. El número de los necios es infinito.

tomymx@hotmail.com

Definitivamente, ya empezamos hablar de la “generación Covid-19”, tal como el hombre se comporta en la actualidad, es decir miedo, angustia, stress, vacunacion, todos esos temas que produce incertidumbre de tanto ser evadidos por temor a sus consecuencias.

Desaparecen dejando en su descomposición un vapor, una ventosidad-lo light.- Sustituto y algodón de azúcar de esencias, lo light es siempre sucedáneo. Lo light, placebo de la existencia, aliviana el curso de lo real; lo disimula por momentos.

Lo light es abreviatura, atajo, esperanza de que se puede salir adelante haciéndole trampillas a la vida. Cuando toda forma de dominar la realidad deviene ilusoria, la ilusión deviene única realidad. La regla de lo light es la sistemática omisión de lo pertinente: cigarro sin nicotina, café sin cafeína, azúcar sin azúcar, música sin música, o sea ambiente musical.

Todo lo sistemáticamente privado de sí mismo es light. Por ello el material light es el plástico, el alimento light el chicle, la obra literaria light el bestseller, el eufemismo la figura retórica light. En cuanto intento de reacomodar los signos sin alterar lo que designan, toda retórica es light. Contra el estancamiento social del tiempo extrema sus hecatombes virales, de signos efímeros esa ilusión de cambio que es la moda, ese cambio de ilusiones que es la política.

El cuerpo, rotunda concreción orgánica, con sus excreciones, peristaltismos, humores, ha de ser eufemizado. Ángeles y modelos no menstrúan, o no debe parecer que lo hacen. En su obsesión por ocultar la función real y mostrar la simbólica, postula lo light vientres que no digieren, senos que no amamantan, carne que no envejece. Lavado de cerebro con champú acondicionador.

Al fin todo explicado: No había nada que explicar. Al fin todo aclarado: no había nada que aclarar. Cuán comprometido es no comprometerse. Cuán razonable no razonar. Como sistema, duda de todo lo que no sea el sistema. Minucia con pretensiones de universalidad, oropel con ínfulas de tesoro, catecismo de la tranquilidad de conciencia, voucher conceptual, el pensamiento que fracasa en transformar el mundo desiste también de explicarlo, degenera de indagación a coartada.

El intelecto, como el agua, desciende siempre a su nivel más bajo. El hombre hecho para el mercado y no el mercado para el hombre. Ninguna mano visible contra la mano invisible. Nada beneficia al débil como ser devorado por el fuerte. Libre competencia entre el tiburón y la sardina, entre el monopolio y el individuo. Mercaderes en el templo, sacerdotes en el mercado. La existencia dedicada a satisfacer necesidades inexistentes. Miseria cool. Ah Mexico mágico… ¡VACÚNATE! Usa cubrebocas. Stultorum infinitus est numerus. El número de los necios es infinito.

tomymx@hotmail.com