/ viernes 15 de julio de 2022

Jóvenes volver a pensar

Parálisis de México

De parálisis progresiva, lo califica el orbe, la enfermedad que padece México, y presiente para lo futuro una convulsión ó una parálisis definitiva. Parálisis.... me place la palabra.

No de otra suerte puede calificarse ese amortiguamiento continuado de la vida colectiva nacional, que ha disuelto virtualmente en 4 años. Los partidos políticos, haciendo de sus programas entretenido juego de caciques. Parálisis.... Así se explica la espantosa indiferencia del país hacia el desarrollo sustentable.... la abstención de la lucha electoral... el desprecio de los lectores al artículo político.... la sola lectura del twiter y del facebook de lo banal y snoob, como si roto el cordón umbilical entre la nación y el ciudadano, cuantos fenómenos afecten á aquélla no interesaran a éste de otro modo que la ficticia trama de una comedia al público de la mañanera.

Parálisis intelectual reflejada en las librerías atestadas de volúmenes sin salida, en las cátedras regentadas por ignaros profesores interinos, en los periódicos vacíos de ideas y repletos de frases hechas, escritores aduladores que lanza al arroyo la lucha por la vida, en los espectáculos, donde sólo las estulticias del género chico atraenjá un público, incapaz de saborear la profundidad de un pensamiento....! Parálisis moral, evidenciada en esas marchas amorfas de pensamiento bizarro; parálisis moral que inventa, en tanto se extiende el hambre en el suroeste del país.

Incubadora de migrantes. Parálisis imaginativa, que ha dado al traste con los entusiasmos y los ensueños de la raza. Y para esperanza de curación una juventud universitaria, sin ideas, sin pena ni gloria, tan bien adaptada á este ambiente de profunda depresión, que no parece sino que su alma está en el limbo; ni siente, ni padece. Pero no tema este sexenio que tan penosa enfermedad se desenlace en horribles convulsiones.

Son ya tan hondos sus progresos que se ha llevado, no tan sólo la esperanza, sino hasta el deseo de curar. México prefiere su carrito de paralítica, llevado atrás y adelante por el vaivén de los sucesos ciegos, al rudo trabajo de rehacer su voluntad y enderezarse. Para serla agradable, no turbemos su egoísmo de enferma con vanos reproches y aunque la enfermedad acrezca...¡silencio!... ni una palabra. Dejémosla dormir; dejémosla morir. Cuando apunte otra México nuevo, ¡enterremos alegremente ál sexenio que hoy agoniza! Jóvenes a la lucha politica...Non omnia quae vera sunt recte dixeris.

No convendrá que digas toda la verdad.

Parálisis de México

De parálisis progresiva, lo califica el orbe, la enfermedad que padece México, y presiente para lo futuro una convulsión ó una parálisis definitiva. Parálisis.... me place la palabra.

No de otra suerte puede calificarse ese amortiguamiento continuado de la vida colectiva nacional, que ha disuelto virtualmente en 4 años. Los partidos políticos, haciendo de sus programas entretenido juego de caciques. Parálisis.... Así se explica la espantosa indiferencia del país hacia el desarrollo sustentable.... la abstención de la lucha electoral... el desprecio de los lectores al artículo político.... la sola lectura del twiter y del facebook de lo banal y snoob, como si roto el cordón umbilical entre la nación y el ciudadano, cuantos fenómenos afecten á aquélla no interesaran a éste de otro modo que la ficticia trama de una comedia al público de la mañanera.

Parálisis intelectual reflejada en las librerías atestadas de volúmenes sin salida, en las cátedras regentadas por ignaros profesores interinos, en los periódicos vacíos de ideas y repletos de frases hechas, escritores aduladores que lanza al arroyo la lucha por la vida, en los espectáculos, donde sólo las estulticias del género chico atraenjá un público, incapaz de saborear la profundidad de un pensamiento....! Parálisis moral, evidenciada en esas marchas amorfas de pensamiento bizarro; parálisis moral que inventa, en tanto se extiende el hambre en el suroeste del país.

Incubadora de migrantes. Parálisis imaginativa, que ha dado al traste con los entusiasmos y los ensueños de la raza. Y para esperanza de curación una juventud universitaria, sin ideas, sin pena ni gloria, tan bien adaptada á este ambiente de profunda depresión, que no parece sino que su alma está en el limbo; ni siente, ni padece. Pero no tema este sexenio que tan penosa enfermedad se desenlace en horribles convulsiones.

Son ya tan hondos sus progresos que se ha llevado, no tan sólo la esperanza, sino hasta el deseo de curar. México prefiere su carrito de paralítica, llevado atrás y adelante por el vaivén de los sucesos ciegos, al rudo trabajo de rehacer su voluntad y enderezarse. Para serla agradable, no turbemos su egoísmo de enferma con vanos reproches y aunque la enfermedad acrezca...¡silencio!... ni una palabra. Dejémosla dormir; dejémosla morir. Cuando apunte otra México nuevo, ¡enterremos alegremente ál sexenio que hoy agoniza! Jóvenes a la lucha politica...Non omnia quae vera sunt recte dixeris.

No convendrá que digas toda la verdad.