Día de la madre, fecha en la que debemos llamar la atención de las autoridades para que se termine con la muerte materna, que sigue siendo un problema nacional y con la violencia obstétrica (la que ocurre antes, durante y después del parto).
Esto en vez de regalar flores y pasteles o decir discursos que sólo se disfrutan un día. Mejor hay que implementar políticas públicas que mejoren las condiciones de atención de quienes deciden ser madres
En nuestro país se conmemoró por primera vez el “Día de las madres” el 10 de mayo de 1922 y fue una respuesta a lo que ocurría en nuestro país, en el tema de mujeres en los años 20.
El mundo se mueve a favor de las mujeres, a partir de 1920 las escuelas Normales reciben a un sector muy amplio de la población femenina, se eliminan obstáculos para la educación media y superior.
En estos años las defensoras de los derechos de la mujer en México siguen de cerca el avance de las norteamericanas que en 1920 obtienen el sufragio.
Otro “llamado de atención” a las mujeres sobre su “principal trabajo” de ser madres es cuando se inaugura el monumento a la madre el 10 de mayo de 1949, esto también es respuesta a los avances femeninos en los años 40.
En el monumento, las feministas colocaron su respuesta, ya que la placa dice: “A la que nos amó antes de conocernos” la respuesta feminista “porque su maternidad fue voluntaria”.
¿Qué pasaba en los 40´s que preocupaba a los conservadores? Las mujeres se organizan en comités y frentes, entre otros.
Hay 2 feministas la duranguense Juana Belén Gutiérrez Chávez y Concha Michel que encabezan el grupo llamado la República Femenina. Esta organización sostiene que el desequilibrio social proviene del triunfo del Patriarcado sobre el Matriarcado. El problema de la mujer no es sólo de clase sino de género.
Es Juana Belén Gutiérrez en los 40´s, quien menciona por primera vez en el siglo XX el concepto de género.
A las que son madres por elecciones una felicitación y un llamado a todas las demás a que sean madres por elección, es la mejor manera de crear hijas e hijos felices y a las autoridades un llamado para terminar con la muerte materna (casi siempre se puede evitar) y con la violencia obstétrica y a que implementen políticas públicas en beneficio de las mujeres que decidan ser madres.
