/ miércoles 11 de diciembre de 2019

Recorriendo…

REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- El proceso electoral priista en Canatlán se quedó sin delegado estatal, al renunciar Francisco Gurrola Rochín, romper su nombramiento como tal ante la presión de jugar “con dados cargados” a favor de una de las planillas.

Claro que llama la atención de que sigan imperando las viejas prácticas del “dedazo”, pasando sobre aspiraciones legítimas nacidas de una convocatoria emitida por la dirigencia partidista.

Gurrola Rochín es priista desde hace mucho tiempo, exalcalde de Pueblo Nuevo, exfuncionario en distintos niveles y político que con la experiencia se dio el lujo de rechazar las sugerencias del delegado nacional y también del propio Luis Enrique Benítez Ojeda, presidente del Comité Directivo Estatal.

Por lo pronto, se habla entre fuentes conocedoras de que ya cambiaron el padrón de electores, que no es el mismo que tiene el Instituto Nacional Electoral ni tampoco el que utilizaron los priistas para elegir presidente nacional.

Regresando al tema del proceso electoral tricolor en Canatlán, presuntamente los dados los estaban cargando para una persona que ¡¡no se registró!!, y al parecer siguen cargados para favorecer a un candidato distinto al emanado de la corriente que de afuera parece la más débil.

En esto no hay buenos ni tampoco malos, sólo intereses ya que las corrientes buscan estar posicionados para lo que se viene, a partir del año próximo.

Lo cierto es que Gurrola Rochín ya les aventó el arpa para no avalar decisiones que presuntamente vienen “de arriba”, concretamente del Comité Directivo Estatal y del propio delegado nacional.

Un proceso interno enfrenta a indios contra indios o lo que es lo mismo, alquimistas contra alquimistas y aunque se dice que entre gitanos no se leen las cartas, hay circunstancias en que sí, con la diferencia de que en la situación actual, el PRI no tiene a un primer priista Ejecutivo en el Estado ni tampoco en el país. No hay un gobernador priista ni tampoco un presidente de la República que pueda convencerlos o amenazarlos con quitarles la chamba.

¿Habrá un delegado nuevo, convencerán a Rochín para que retome el camino y concluya al proceso electoral que inició? A esperar para comentar.

Ayer debió realizarse la sesión ordinaria de Cabildo en Canatlán y entre los temas que debieron surgir está lo relacionado con el Sistema de Aguas de Canatlán, donde no hay claridad en muchas cosas, con medidas poco lógicas en una administración de gobierno, como esa de quitar al director del puesto mientras arregla o soluciona las observaciones, una medida tomada por el consejo directivo del SIAC poco vista en cualquier otro lugar.

Cuando un funcionario no da el rendimiento esperado, se le despide o se le cambia, pero no se le tiene en compás de espera, como sucede en este caso. Pero bueno, dicen que si se equivoca quien manda, pues vuelve a mandar.

Hasta la próxima.

REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- El proceso electoral priista en Canatlán se quedó sin delegado estatal, al renunciar Francisco Gurrola Rochín, romper su nombramiento como tal ante la presión de jugar “con dados cargados” a favor de una de las planillas.

Claro que llama la atención de que sigan imperando las viejas prácticas del “dedazo”, pasando sobre aspiraciones legítimas nacidas de una convocatoria emitida por la dirigencia partidista.

Gurrola Rochín es priista desde hace mucho tiempo, exalcalde de Pueblo Nuevo, exfuncionario en distintos niveles y político que con la experiencia se dio el lujo de rechazar las sugerencias del delegado nacional y también del propio Luis Enrique Benítez Ojeda, presidente del Comité Directivo Estatal.

Por lo pronto, se habla entre fuentes conocedoras de que ya cambiaron el padrón de electores, que no es el mismo que tiene el Instituto Nacional Electoral ni tampoco el que utilizaron los priistas para elegir presidente nacional.

Regresando al tema del proceso electoral tricolor en Canatlán, presuntamente los dados los estaban cargando para una persona que ¡¡no se registró!!, y al parecer siguen cargados para favorecer a un candidato distinto al emanado de la corriente que de afuera parece la más débil.

En esto no hay buenos ni tampoco malos, sólo intereses ya que las corrientes buscan estar posicionados para lo que se viene, a partir del año próximo.

Lo cierto es que Gurrola Rochín ya les aventó el arpa para no avalar decisiones que presuntamente vienen “de arriba”, concretamente del Comité Directivo Estatal y del propio delegado nacional.

Un proceso interno enfrenta a indios contra indios o lo que es lo mismo, alquimistas contra alquimistas y aunque se dice que entre gitanos no se leen las cartas, hay circunstancias en que sí, con la diferencia de que en la situación actual, el PRI no tiene a un primer priista Ejecutivo en el Estado ni tampoco en el país. No hay un gobernador priista ni tampoco un presidente de la República que pueda convencerlos o amenazarlos con quitarles la chamba.

¿Habrá un delegado nuevo, convencerán a Rochín para que retome el camino y concluya al proceso electoral que inició? A esperar para comentar.

Ayer debió realizarse la sesión ordinaria de Cabildo en Canatlán y entre los temas que debieron surgir está lo relacionado con el Sistema de Aguas de Canatlán, donde no hay claridad en muchas cosas, con medidas poco lógicas en una administración de gobierno, como esa de quitar al director del puesto mientras arregla o soluciona las observaciones, una medida tomada por el consejo directivo del SIAC poco vista en cualquier otro lugar.

Cuando un funcionario no da el rendimiento esperado, se le despide o se le cambia, pero no se le tiene en compás de espera, como sucede en este caso. Pero bueno, dicen que si se equivoca quien manda, pues vuelve a mandar.

Hasta la próxima.

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