Se dice que son refugiadas las personas que huyen de la guerra o persecución y han cruzado una frontera internacional y migrantes cuando se trasladan por razones distintas, como trabajo. La realidad es que actualmente hay muchas personas en movimiento por todo el mundo, por diversas causas.
Las mujeres representan casi la mitad de los 244 millones de migrantes, según la Organización Internacional de Migrantes (OIM) en su Informe sobre las Migraciones en el Mundo de 2020 y la mitad de los 19.6 millones de personas refugiadas del mundo, según los datos de la Asamblea General de las Naciones Unidas (2016)
Las remesas que envían las mujeres refugiadas y migrantes mejoran los medios de vida y la salud de sus familias y fortalecen la economía. En México representaron en total 51,594 millones de dólares en 2021.
Durango es uno de los estados expulsores de población, principalmente hacia los Estados Unidos de Norteamérica y si antes migraban los hombres y se hablaba de pueblos de mujeres, hoy se habla de pueblos abandonados, ya que las mujeres han dejado también su tierra por diferentes circunstancias.
En una crisis, pandemias o guerras, o migración o cuando buscan refugio, las mujeres son las más afectadas, pero también son las primeras en reaccionar en traslados a o en los campamentos, en el país de origen o el de destino. Cumplen un papel fundamental en el cuidado, el sostén y la reconstrucción de sus comunidades.
Sin embargo, las necesidades, las prioridades y las voces de las mujeres refugiadas y migrantes suelen estar ausentes de las políticas destinadas a protegerlas y darles asistencia.
Más de 84 millones de personas se habían visto obligadas a desplazarse en 2021, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), un número que supera los registrados en 2020 y 2019, cuando ya se habían batido marcas en cuanto al número de desplazados forzosos en el mundo.
Si bien muchas personas migran por elección, muchas otras migran por necesidad. Según el ACNUR, el número de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo era de 79.5 millones a finales de 2019. De ellos, 26 millones eran refugiados.
Desde la antigüedad, el ser humano ha estado en constante tránsito. En la actualidad, el número de personas que vive en un país distinto de su país natal es mayor que nunca.