/ lunes 3 de mayo de 2021

Candidatos no motivan participación electoral

Con campañas que no prenden el entusiasmo, a un mes de empezar, ya se vislumbra que la competencia en la elección para diputados federales, está entre los candidatos de Morena-PT, que le apuestan al voto oculto y silencioso que puedan generar los programas sociales de López Obrador, contra los del PAN-PRI-PRD, que se la juegan por la movilización de sus estructuras y el sufragio duro.

Van 30 días de la “misión” electoral de los candidatos y candidatas uninominales, y la ciudadanía se muestra “apartada”, tal vez por el temor a contagiarse, y/o por las preocupaciones económicas provocadas por el alza en los precios de productos de primera necesidad, pero también por la desconfianza en los candidatos y los partidos políticos.

Tal es la valoración realizada por especialistas que siguen de cerca las actividades proselitistas, y que desde el 4 de abril llevan a cabo los aspirantes a ocupar una curul en el Congreso federal.

Ni siquiera la suma de las acciones desplegadas por los candidatos a diputados locales, que comenzaron 10 días después, ha logrado generar la efervescencia que en el pasado registraron las campañas electorales.

Y es que otro de los factores atribuibles al sopor con que se desarrollan las tareas en busca del voto, son las restricciones sanitarias establecidas para evitar los eventos masivos. La mayoría de los candidatos opta por los recorridos domiciliarios, aunque otros sólo utilizan los medios convencionales y alternativos de comunicación.

Salvo uno o dos aspirantes, que amparados en la soberbia del supuesto conocimiento a las leyes, le apuestan al escándalo al efectuar altas concentraciones de personas, como vía para llamar la atención, sin importarles exponer a los ciudadanos “contratados”, a contagiarse y propagar el virus.

Con tal panorama de escepticismo y apatía en las campañas, ya empieza a manejarse la posibilidad de que la participación de los ciudadanos en las urnas el próximo seis de junio, caiga a niveles del 36 por ciento.

Los estudiosos de los fenómenos comiciales, consideran que si la concurrencia de la sociedad civil en las campañas, es baja, ello se reflejará en las urnas, con la posibilidad de que el abstencionismo crezca.

En el distrito 01, ya empezó a aparecer en algunas entrevistas de prensa, la morenista Martha Olivia García, quien buscará la reelección. Su propuesta se basa en los programas sociales. Mientras que Francisco Castrellón, de la coalición PAN-PRI-PRD, atiende las estructuras de los tres partidos, así como el voto duro. Pero además convoca a darle utilidad al sufragio.

En el 02, Rocío Rebollo parece anquilosada en las campañas del pasado, con la sorpresa de que su contraparte de Morena, Omar Castañeda actúa con planteamientos de beneficio para los electores del distrito.

Luly Martínez de la coalición “Va por México”, recorre el distrito 03, sin adversario enfrente, ya que a la morenista, Maribel Aguilera no se le ha visto. Y en el 04 sucede algo similar, con la panista Gina Campuzano y el petista Rigo Quiñones.

Con campañas que no prenden el entusiasmo, a un mes de empezar, ya se vislumbra que la competencia en la elección para diputados federales, está entre los candidatos de Morena-PT, que le apuestan al voto oculto y silencioso que puedan generar los programas sociales de López Obrador, contra los del PAN-PRI-PRD, que se la juegan por la movilización de sus estructuras y el sufragio duro.

Van 30 días de la “misión” electoral de los candidatos y candidatas uninominales, y la ciudadanía se muestra “apartada”, tal vez por el temor a contagiarse, y/o por las preocupaciones económicas provocadas por el alza en los precios de productos de primera necesidad, pero también por la desconfianza en los candidatos y los partidos políticos.

Tal es la valoración realizada por especialistas que siguen de cerca las actividades proselitistas, y que desde el 4 de abril llevan a cabo los aspirantes a ocupar una curul en el Congreso federal.

Ni siquiera la suma de las acciones desplegadas por los candidatos a diputados locales, que comenzaron 10 días después, ha logrado generar la efervescencia que en el pasado registraron las campañas electorales.

Y es que otro de los factores atribuibles al sopor con que se desarrollan las tareas en busca del voto, son las restricciones sanitarias establecidas para evitar los eventos masivos. La mayoría de los candidatos opta por los recorridos domiciliarios, aunque otros sólo utilizan los medios convencionales y alternativos de comunicación.

Salvo uno o dos aspirantes, que amparados en la soberbia del supuesto conocimiento a las leyes, le apuestan al escándalo al efectuar altas concentraciones de personas, como vía para llamar la atención, sin importarles exponer a los ciudadanos “contratados”, a contagiarse y propagar el virus.

Con tal panorama de escepticismo y apatía en las campañas, ya empieza a manejarse la posibilidad de que la participación de los ciudadanos en las urnas el próximo seis de junio, caiga a niveles del 36 por ciento.

Los estudiosos de los fenómenos comiciales, consideran que si la concurrencia de la sociedad civil en las campañas, es baja, ello se reflejará en las urnas, con la posibilidad de que el abstencionismo crezca.

En el distrito 01, ya empezó a aparecer en algunas entrevistas de prensa, la morenista Martha Olivia García, quien buscará la reelección. Su propuesta se basa en los programas sociales. Mientras que Francisco Castrellón, de la coalición PAN-PRI-PRD, atiende las estructuras de los tres partidos, así como el voto duro. Pero además convoca a darle utilidad al sufragio.

En el 02, Rocío Rebollo parece anquilosada en las campañas del pasado, con la sorpresa de que su contraparte de Morena, Omar Castañeda actúa con planteamientos de beneficio para los electores del distrito.

Luly Martínez de la coalición “Va por México”, recorre el distrito 03, sin adversario enfrente, ya que a la morenista, Maribel Aguilera no se le ha visto. Y en el 04 sucede algo similar, con la panista Gina Campuzano y el petista Rigo Quiñones.