/ domingo 17 de marzo de 2024

En juego: la autonomía de la UJED

El 19 de marzo en la Facultad de Medicina de la UJED, se llevará a cabo la primera elección de diez para elegir a directoras o directores de facultades como la de Matemáticas, Psicología, Forestales y la FECA entre otras, en los próximos días y meses. en este contexto, se dará la elección para rectora o rector de nuestra máxima casa de estudios en noviembre de este año. En la mesa, dichas elecciones, parecen color de rosa o de terciopelo, sin embargo, grupos de interés y poder político al exterior de la UJED, están metiendo las manos de manera indirecta o directa, para imponer directoras o directores.

La autonomía de la UJED, no solo es la libertad de catedra, de las ideas, libertad de expresión o de opinión. Significa también, no permitir por ningún motivo que grupos políticos de cualquiera de los tres poderes, metan las manos en los procesos de nuestra alma mater. No debemos olvidar que hace algunos años, desde el poder legislativo se dio “un golpe de Estado” a la autonomía de la universidad Juárez del Estado de Durango. Para poder violar la autonomía de la UJED, hay otras formas más sutiles pero iguales de perversas; para violar su autonomía, una de ellas es ir sembrando directoras y directores a modo que en su momento desde fuera, puedan nombrar a la rectora o rector de nuestra máxima casa de estudios.

Para muestra basta un botón, los demás a la camisa. Ya mencionábamos que el próximo martes 19 de marzo, en la FAMEN se llevarán a cabo elecciones para elegir a la nueva directora o director de dicha facultad. Las candidatas son: María del Carmen Rojas, Guadalupe Porras y el candidato Humberto Rosales Ronquillo. Al interior de la FAMEN, se comenta que la lucha para dirigir esta facultad, se dará entre la doctora María del Carmen Rojas y el médico familiar Humberto Rosales Ronquillo. La primera representa los intereses académicos, laborales y administrativos de la FAMEN, así como los intereses de la mayoría de las y los estudiantes de esa facultad.

Por otra parte, María del Carmen Rojas es una garantía desde el punto de vista académico y administrativo, obtuvo el titulo de médico cirujano, tiene maestría y obtuvo el grado de doctora. Así que, a ella si le podemos decir doctora por su grado y no como siempre se hace, que se le dice “doctor” a un médico veterinario o a un médico general. Si la doctora Rojas representa el futuro académico de la FAMEN, en contra parte, el médico familiar Humberto Rosales Ronquillo, representa los intereses políticos de quienes pretenden tener el control de la UJED, y que culminaría con la elección de la próxima rectora o rector de nuestra universidad.

Desde hoy, la obligación ética y moral de todas y todos los que integran la comunidad universitaria, es defender con todo, la autonomía de la máxima casa de estudios. Y si en su momento se viera amenazada la autonomía, hagan un TUCOM en contra de cualquier poder que quiera convertir a la UJED en una sucursal de sus ambiciones políticas. Parafraseando al clásico: más vale morir de pie defendiendo la autonomía, que vivir de rodillas frente a cualquiera de los tres poderes.

El 19 de marzo en la Facultad de Medicina de la UJED, se llevará a cabo la primera elección de diez para elegir a directoras o directores de facultades como la de Matemáticas, Psicología, Forestales y la FECA entre otras, en los próximos días y meses. en este contexto, se dará la elección para rectora o rector de nuestra máxima casa de estudios en noviembre de este año. En la mesa, dichas elecciones, parecen color de rosa o de terciopelo, sin embargo, grupos de interés y poder político al exterior de la UJED, están metiendo las manos de manera indirecta o directa, para imponer directoras o directores.

La autonomía de la UJED, no solo es la libertad de catedra, de las ideas, libertad de expresión o de opinión. Significa también, no permitir por ningún motivo que grupos políticos de cualquiera de los tres poderes, metan las manos en los procesos de nuestra alma mater. No debemos olvidar que hace algunos años, desde el poder legislativo se dio “un golpe de Estado” a la autonomía de la universidad Juárez del Estado de Durango. Para poder violar la autonomía de la UJED, hay otras formas más sutiles pero iguales de perversas; para violar su autonomía, una de ellas es ir sembrando directoras y directores a modo que en su momento desde fuera, puedan nombrar a la rectora o rector de nuestra máxima casa de estudios.

Para muestra basta un botón, los demás a la camisa. Ya mencionábamos que el próximo martes 19 de marzo, en la FAMEN se llevarán a cabo elecciones para elegir a la nueva directora o director de dicha facultad. Las candidatas son: María del Carmen Rojas, Guadalupe Porras y el candidato Humberto Rosales Ronquillo. Al interior de la FAMEN, se comenta que la lucha para dirigir esta facultad, se dará entre la doctora María del Carmen Rojas y el médico familiar Humberto Rosales Ronquillo. La primera representa los intereses académicos, laborales y administrativos de la FAMEN, así como los intereses de la mayoría de las y los estudiantes de esa facultad.

Por otra parte, María del Carmen Rojas es una garantía desde el punto de vista académico y administrativo, obtuvo el titulo de médico cirujano, tiene maestría y obtuvo el grado de doctora. Así que, a ella si le podemos decir doctora por su grado y no como siempre se hace, que se le dice “doctor” a un médico veterinario o a un médico general. Si la doctora Rojas representa el futuro académico de la FAMEN, en contra parte, el médico familiar Humberto Rosales Ronquillo, representa los intereses políticos de quienes pretenden tener el control de la UJED, y que culminaría con la elección de la próxima rectora o rector de nuestra universidad.

Desde hoy, la obligación ética y moral de todas y todos los que integran la comunidad universitaria, es defender con todo, la autonomía de la máxima casa de estudios. Y si en su momento se viera amenazada la autonomía, hagan un TUCOM en contra de cualquier poder que quiera convertir a la UJED en una sucursal de sus ambiciones políticas. Parafraseando al clásico: más vale morir de pie defendiendo la autonomía, que vivir de rodillas frente a cualquiera de los tres poderes.