/ martes 13 de julio de 2021

Ley Económica deberá reflejar nueva realidad

Las consecuencias desastrosas que la pandemia del coronavirus ha generado en la economía, obligan a la actualización de un marco jurídico que se amolde a la nueva realidad, no sólo para regular las actividades productivas, de distribución y consumo de bienes y servicios.

Sino para apuntalarlas con políticas públicas que favorezcan desde el emprendimiento y el desarrollo hasta la consolidación de micro y pequeñas empresas generadoras de empleos.

En tal contexto se percibe la iniciativa del diputado Iván Gurrola de abrir la participación a los actores de la economía, como son los empresarios, el gobierno, legisladores, profesionistas, académicos y especialistas, con el fin de construir una Ley para el Desarrollo Económico que responda al escenario catastrófico que ocasionó el Covid-19, y que según cifras conservadoras, ha dejado como secuela en el estado la desaparición de más de mil negocios en su gran mayoría familiares.

La norma actual, cuya última reforma fue en 2017, ha quedado obsoleta en su contenido a raíz de los efectos devastadores causados en las actividades económicas. De ahí la consulta que el líder parlamentario lleva a cabo para confeccionar una disposición que refleje el panorama que presenta el sector de la economía al paso de la crisis sanitaria.

Uno de los objetivos principales de la ley estatal en funciones que rige las actividades económicas, es la de incentivar la inversión que genere empleos. Ahora con las condiciones extraordinarias imperantes, la perspectiva deberá cambiar para dar prioridad a la reactivación.

En “el cabildeo” realizado con representantes de la Iniciativa Privada y funcionarios estatales, las opiniones y propuestas han girado en torno al rescate de las centenas de micro y pequeñas empresas que se esfumaron con la pandemia.

Para ello se plantea que el nuevo precepto, sin dejar de lado los alicientes al financiamiento privado, establezca con transparencia, equidad y reglas de operación claras, programas y acciones de apoyo económico y capacitación para emprender negocios, y además acompañarlos hasta su consolidación.

La coincidencia en la mayoría de las propuestas, es que la próxima Ley de fomento económico, desburocratice los estímulos dirigidos al rescate de las actividades, tanto económicos como materiales y en asesoría.

Hay inquietud en relación al sector informal, que representa alrededor del 60% de las actividades económicas.

Las consecuencias desastrosas que la pandemia del coronavirus ha generado en la economía, obligan a la actualización de un marco jurídico que se amolde a la nueva realidad, no sólo para regular las actividades productivas, de distribución y consumo de bienes y servicios.

Sino para apuntalarlas con políticas públicas que favorezcan desde el emprendimiento y el desarrollo hasta la consolidación de micro y pequeñas empresas generadoras de empleos.

En tal contexto se percibe la iniciativa del diputado Iván Gurrola de abrir la participación a los actores de la economía, como son los empresarios, el gobierno, legisladores, profesionistas, académicos y especialistas, con el fin de construir una Ley para el Desarrollo Económico que responda al escenario catastrófico que ocasionó el Covid-19, y que según cifras conservadoras, ha dejado como secuela en el estado la desaparición de más de mil negocios en su gran mayoría familiares.

La norma actual, cuya última reforma fue en 2017, ha quedado obsoleta en su contenido a raíz de los efectos devastadores causados en las actividades económicas. De ahí la consulta que el líder parlamentario lleva a cabo para confeccionar una disposición que refleje el panorama que presenta el sector de la economía al paso de la crisis sanitaria.

Uno de los objetivos principales de la ley estatal en funciones que rige las actividades económicas, es la de incentivar la inversión que genere empleos. Ahora con las condiciones extraordinarias imperantes, la perspectiva deberá cambiar para dar prioridad a la reactivación.

En “el cabildeo” realizado con representantes de la Iniciativa Privada y funcionarios estatales, las opiniones y propuestas han girado en torno al rescate de las centenas de micro y pequeñas empresas que se esfumaron con la pandemia.

Para ello se plantea que el nuevo precepto, sin dejar de lado los alicientes al financiamiento privado, establezca con transparencia, equidad y reglas de operación claras, programas y acciones de apoyo económico y capacitación para emprender negocios, y además acompañarlos hasta su consolidación.

La coincidencia en la mayoría de las propuestas, es que la próxima Ley de fomento económico, desburocratice los estímulos dirigidos al rescate de las actividades, tanto económicos como materiales y en asesoría.

Hay inquietud en relación al sector informal, que representa alrededor del 60% de las actividades económicas.