/ lunes 14 de febrero de 2022

Lo que apenas empezamos a mirar

Cada vez que vivimos un proceso electoral, por todos lados se extiende el activismo político de los interesados en participar, donde aspiran a conquistar el chirrión del mando, para lucirlo a sus seguidores y tronárselo a quienes no lo son.

De ahí que la máxima de que “el poder es para servir al pueblo”, es sólo la ambición que evidencia los deseos y caprichos de quienes lo consiguen. Desde luego que la gracia para aspirar al bisne del poder, sólo se reserva a los que rinden culto a la mentira, de la que adquieren la habilidad para que sus deseos sean órdenes y sus caprichos ley; la que cómodamente tuercen para que los envista del don divino, para que sin problemas hurten el botín y en plena oscuridad señalen que rumbo lleva el ladrón.

Pero ahora la cosa se ha puesto más interesante, cuando los ases de la corrupción escupen al cielo y con la evidencia en la cara de dicho escupitajo, se unen para desprestigiar un día sí y otro también, a quien intenta ponerle un alto. De ahí que preparémonos, para ir viendo lo que apenas empieza.

Sin duda que toda la banda del PRIAN, seguirá apuntando sus dardos envenenados al partido que los tiene a raya del presupuesto, del que en el pasado disponían y disfrutaban a discreción y que ahora para rescatarlo, harán uso de las peores bajezas, de las que afortunadamente muchos duranguenses ya saben que son ellos los que trepándose en lomo ajeno quieren salir de ellas.

De ahí que les queda claro, que tampoco los asustarán con el petate del muerto, donde lloran y maldicen al gobierno federal, que pese a los tirones que le han dado, no han logrado desgastarlo ni endosarle los grandes lastres de cuya autoría quieren liberarse.

Las cosas en este proceso electoral son muy diferentes, y los prianistas están jugando con las cartas marcadas que los duranguenses ya conocen. Así que, no serán presa fácil, de las encuestas patito, que ya circulan a lo largo y ancho del estado, cuyas cuentas alegres sólo festejan aquellos, que han vivido a sus anchas a la sombra de los grupos, que han hecho de Durango el paraíso para unos cuantos y la tierra ingrata para las mayorías.

Vemos a algunos que aseguran que el candidato del PRIAN va subiendo como la espuma, cosas que parten de la debilidad ruidosa y emanan de sus círculos cerrados, donde se retroalimentan los entusiasmos rapaces, que brindan por la continuidad y que por anticipado aplauden un triunfo que todavía no les mide el agua ni la sal que tienen que sudar para obtenerlo.

En esta lista también caben los vividores eternos del presupuesto, que siempre andan del tingo al tango y que bajo el disfraz de estrategas, realizan las peores diabluras, donde su especialidad es enganchar a estudiantes a base de juergas, donde el vino y las damas son el aperitivo, que por supuesto estimula a los invitados a adquirir la fibra que se requiere, para digerir sin problemas ni vergüenzas el inicio a la carrera de haraganes y bandidos.

Pero su rapacidad no tiene límites cuando acaparan la voz y atención del candidato, para darle cuenta del dinero que necesitan para hacer el trabajo sucio, que comienza por atrapar a los líderes de la pata que cojean y quienes al ver el tamaño del billete, en esa proporción se comprometen a entregar el número de cabezas, pero que a la hora de la elección no llegarán completas.

Esto es sólo una mínima parte de lo que habremos de ver, donde el PRIAN nada nuevo nos podrá ofertar. De ahí que todas sus acciones que antes le daban resultados, ahora no serán los esperados ni deseados, porque sus estrategias desgastadas ya empezaron a mostrar los grandes vicios que padece y que en lugar de desecharlos, insiste en reciclarlos y aumentarlos.

Cada vez que vivimos un proceso electoral, por todos lados se extiende el activismo político de los interesados en participar, donde aspiran a conquistar el chirrión del mando, para lucirlo a sus seguidores y tronárselo a quienes no lo son.

De ahí que la máxima de que “el poder es para servir al pueblo”, es sólo la ambición que evidencia los deseos y caprichos de quienes lo consiguen. Desde luego que la gracia para aspirar al bisne del poder, sólo se reserva a los que rinden culto a la mentira, de la que adquieren la habilidad para que sus deseos sean órdenes y sus caprichos ley; la que cómodamente tuercen para que los envista del don divino, para que sin problemas hurten el botín y en plena oscuridad señalen que rumbo lleva el ladrón.

Pero ahora la cosa se ha puesto más interesante, cuando los ases de la corrupción escupen al cielo y con la evidencia en la cara de dicho escupitajo, se unen para desprestigiar un día sí y otro también, a quien intenta ponerle un alto. De ahí que preparémonos, para ir viendo lo que apenas empieza.

Sin duda que toda la banda del PRIAN, seguirá apuntando sus dardos envenenados al partido que los tiene a raya del presupuesto, del que en el pasado disponían y disfrutaban a discreción y que ahora para rescatarlo, harán uso de las peores bajezas, de las que afortunadamente muchos duranguenses ya saben que son ellos los que trepándose en lomo ajeno quieren salir de ellas.

De ahí que les queda claro, que tampoco los asustarán con el petate del muerto, donde lloran y maldicen al gobierno federal, que pese a los tirones que le han dado, no han logrado desgastarlo ni endosarle los grandes lastres de cuya autoría quieren liberarse.

Las cosas en este proceso electoral son muy diferentes, y los prianistas están jugando con las cartas marcadas que los duranguenses ya conocen. Así que, no serán presa fácil, de las encuestas patito, que ya circulan a lo largo y ancho del estado, cuyas cuentas alegres sólo festejan aquellos, que han vivido a sus anchas a la sombra de los grupos, que han hecho de Durango el paraíso para unos cuantos y la tierra ingrata para las mayorías.

Vemos a algunos que aseguran que el candidato del PRIAN va subiendo como la espuma, cosas que parten de la debilidad ruidosa y emanan de sus círculos cerrados, donde se retroalimentan los entusiasmos rapaces, que brindan por la continuidad y que por anticipado aplauden un triunfo que todavía no les mide el agua ni la sal que tienen que sudar para obtenerlo.

En esta lista también caben los vividores eternos del presupuesto, que siempre andan del tingo al tango y que bajo el disfraz de estrategas, realizan las peores diabluras, donde su especialidad es enganchar a estudiantes a base de juergas, donde el vino y las damas son el aperitivo, que por supuesto estimula a los invitados a adquirir la fibra que se requiere, para digerir sin problemas ni vergüenzas el inicio a la carrera de haraganes y bandidos.

Pero su rapacidad no tiene límites cuando acaparan la voz y atención del candidato, para darle cuenta del dinero que necesitan para hacer el trabajo sucio, que comienza por atrapar a los líderes de la pata que cojean y quienes al ver el tamaño del billete, en esa proporción se comprometen a entregar el número de cabezas, pero que a la hora de la elección no llegarán completas.

Esto es sólo una mínima parte de lo que habremos de ver, donde el PRIAN nada nuevo nos podrá ofertar. De ahí que todas sus acciones que antes le daban resultados, ahora no serán los esperados ni deseados, porque sus estrategias desgastadas ya empezaron a mostrar los grandes vicios que padece y que en lugar de desecharlos, insiste en reciclarlos y aumentarlos.