/ lunes 18 de octubre de 2021

Los riesgos de Morena

Aquí en Durango Morena tiene todo para ganar la gubernatura. Sólo hace falta que los ansiosos y oportunistas no repitan la historia de “la flor de un día”, ni se pasen de inmaduros si las cosas no se dan a la medida de sus deseos.

Si verdaderamente les interesa que Morena se mantenga como primera fuerza y en la próxima contienda rebase sin problemas a la coalición corrupta del PRIAN, tendrán que abstenerse de hacer berrinches, boquetes y casas aparte.

Lo anterior viene a colación, debido a las derrotas que el partido de Morena sufriera en las elecciones pasadas, a causa de los caprichos de actores muy conocidos, que por el hecho de no ir en la fórmula que se les antojaba, prefirieron hacer perder al proyecto con posibilidades reales, quitándoselas con el sentimiento enano de: “Ni tú, ni yo”.

Dada dicha experiencia, esperamos que los perfiles que se barajan y se ofertan para dar la batalla por Morena, hayan crecido lo suficiente; para que en caso de no ser elegidos, acojan en su haber emocional, la madurez necesaria y sin prejuicios baratos, respalden y apoyen al que resulte investido con la candidatura y así den pruebas de congruencia, que demuestren que no sólo quieren utilizar al partido, sino fortalecerlo por encima de lo que sea.

Desde luego que el activismo voraz de los francotiradores a la candidatura de Morena, en ningún momento viola las reglas de aspirar, pero esperemos que no las doblen si a su dirección no llegan las cosas. Porque si su convicción es la candidatura y no el partido, entonces vamos a tener problemas y no habrá fuerza que pueda contenerlos, ya que el partido no puede todo, ni ellos pueden solos, pero ya se verá su temple de grandeza a la hora de la verdad.

La obsesión al poder es mala consejera y orilla a los que la padecen, a cometer los peores desfiguros, ya que como ejemplo bastaría, observar a los personajes que se exhiben en los medios con la camiseta bien puesta de Morena, pero no se descarta que se la quiten una vez que el sastre decida a quien le viene mejor.

Y no estoy hablando al tanteo, porque aquí en Durango, abundan aquellos que abandonan la parcela, porque no produce antes de sembrarla, o aquellos que tiran la peor semilla y pretenden levantar la mejor cosecha. Ni una cosa ni otra es factible; pero los artífices de la ventaja no pierden tiempo y abandonan inmediatamente aquello que no hace de la utopía realidad para favorecerlos.

En estos momentos el partido guinda está a la alza, pero la resistencia de sus aspirantes está prendida con alfileres, la que esperamos se refuerce y no caigan en la tentación, en caso de no ser ungidos, de urdir la transacción con los neo caciques del PRIAN, a quienes les urge que les liberen el camino ya que hasta ahorita con la fuerza que se mueven, se lo están bloqueando a sus vástagos, en quienes confían completar su proyecto que dejaron a medias.

Insisto, Morena tiene todo para triunfar y todo depende de que los que pretenden su amor, no vayan a echar por la borda esa posibilidad. Ya que nos queda claro que cuando su apetito no es satisfecho, abandonan la mesa, llevándose a sus invitados y darse por bien servidos que otros la ocupen, quedándose a expensas de las migajas de aquel pastel que por egoísmo y berrinches renunciaron a partir.

Ya pasó bastante tiempo y en Morena el escenario es exactamente el mismo. Los actores de siempre comprando los espacios para exponer sus ambiciones, sin variar la agenda del abanico de las aspiraciones montoneras, donde aparecen Judas, chapulines, oportunistas, adavenedizos y hasta monaguillos de la tercera edad. Todos con el afán de conquistar a Morena, pero si no son correspondidos, ojalá y no busquen otros brazos, para que les ayude a echar al cesto de la basura el amor que decían tenerle.

Próximamente hablaremos y escribiremos, sobre los sufridos y pobrecitos que se han enriquecido con su esfuerzo y que por eso reclaman en el escalafón de la grilla, el derecho a ser gobernadores.

Aquí en Durango Morena tiene todo para ganar la gubernatura. Sólo hace falta que los ansiosos y oportunistas no repitan la historia de “la flor de un día”, ni se pasen de inmaduros si las cosas no se dan a la medida de sus deseos.

Si verdaderamente les interesa que Morena se mantenga como primera fuerza y en la próxima contienda rebase sin problemas a la coalición corrupta del PRIAN, tendrán que abstenerse de hacer berrinches, boquetes y casas aparte.

Lo anterior viene a colación, debido a las derrotas que el partido de Morena sufriera en las elecciones pasadas, a causa de los caprichos de actores muy conocidos, que por el hecho de no ir en la fórmula que se les antojaba, prefirieron hacer perder al proyecto con posibilidades reales, quitándoselas con el sentimiento enano de: “Ni tú, ni yo”.

Dada dicha experiencia, esperamos que los perfiles que se barajan y se ofertan para dar la batalla por Morena, hayan crecido lo suficiente; para que en caso de no ser elegidos, acojan en su haber emocional, la madurez necesaria y sin prejuicios baratos, respalden y apoyen al que resulte investido con la candidatura y así den pruebas de congruencia, que demuestren que no sólo quieren utilizar al partido, sino fortalecerlo por encima de lo que sea.

Desde luego que el activismo voraz de los francotiradores a la candidatura de Morena, en ningún momento viola las reglas de aspirar, pero esperemos que no las doblen si a su dirección no llegan las cosas. Porque si su convicción es la candidatura y no el partido, entonces vamos a tener problemas y no habrá fuerza que pueda contenerlos, ya que el partido no puede todo, ni ellos pueden solos, pero ya se verá su temple de grandeza a la hora de la verdad.

La obsesión al poder es mala consejera y orilla a los que la padecen, a cometer los peores desfiguros, ya que como ejemplo bastaría, observar a los personajes que se exhiben en los medios con la camiseta bien puesta de Morena, pero no se descarta que se la quiten una vez que el sastre decida a quien le viene mejor.

Y no estoy hablando al tanteo, porque aquí en Durango, abundan aquellos que abandonan la parcela, porque no produce antes de sembrarla, o aquellos que tiran la peor semilla y pretenden levantar la mejor cosecha. Ni una cosa ni otra es factible; pero los artífices de la ventaja no pierden tiempo y abandonan inmediatamente aquello que no hace de la utopía realidad para favorecerlos.

En estos momentos el partido guinda está a la alza, pero la resistencia de sus aspirantes está prendida con alfileres, la que esperamos se refuerce y no caigan en la tentación, en caso de no ser ungidos, de urdir la transacción con los neo caciques del PRIAN, a quienes les urge que les liberen el camino ya que hasta ahorita con la fuerza que se mueven, se lo están bloqueando a sus vástagos, en quienes confían completar su proyecto que dejaron a medias.

Insisto, Morena tiene todo para triunfar y todo depende de que los que pretenden su amor, no vayan a echar por la borda esa posibilidad. Ya que nos queda claro que cuando su apetito no es satisfecho, abandonan la mesa, llevándose a sus invitados y darse por bien servidos que otros la ocupen, quedándose a expensas de las migajas de aquel pastel que por egoísmo y berrinches renunciaron a partir.

Ya pasó bastante tiempo y en Morena el escenario es exactamente el mismo. Los actores de siempre comprando los espacios para exponer sus ambiciones, sin variar la agenda del abanico de las aspiraciones montoneras, donde aparecen Judas, chapulines, oportunistas, adavenedizos y hasta monaguillos de la tercera edad. Todos con el afán de conquistar a Morena, pero si no son correspondidos, ojalá y no busquen otros brazos, para que les ayude a echar al cesto de la basura el amor que decían tenerle.

Próximamente hablaremos y escribiremos, sobre los sufridos y pobrecitos que se han enriquecido con su esfuerzo y que por eso reclaman en el escalafón de la grilla, el derecho a ser gobernadores.