Toda sociedad se forma imágenes de su propio carácter y del poder. La sociedad no se siente en el estado y este batalla por su consenso. Nadie está fuera de la sociedad, la cuestión es donde está cada uno dentro de ella.- Wright Mills; La imaginación sociológica
Dice Stefan Zweig, el político con visión es el que sabe desplegar velas a favor del viento. De acuerdo a lo anterior López Obrador en su reforzamiento financiero a Pemex para aliviar su deuda y hacerlo más productivo, se alinea en el resurgimiento del nacionalismo contra la bandera de globalidad, escudo de neoliberalismo.
La costosa cancelación del Aeropuerto, el racionamiento de combustibles y los señalamientos directos contra varios expresidentes y exfuncionarios han hecho crecer su apoyo en un 86% de la población. Apoyo que tecnócratas, panistas o priistas de poco alcance, al no saber encontrarles una explicación social lo definen equivocadamente como fenómeno. Un fenómeno es un hecho que sale de la lógica científica, López Obrador hoy en día es la respuesta a la vieja demanda ciudadana contra el despilfarro, la corrupción y la simulación.
La austeridad gubernamental no inquieta a los monopolios agrupados en ocho grandes corporaciones, y gusta a industriales o comerciantes que pueden mejorarse con más equidad en contratos oficiales. Existe inconformidad de analistas y tecnócratas, normal en los tecnócratas, los que piensan que el gobierno es una máquina, “la gobernanza”. El presidente fustiga a los expertos de la retórica entreguista, los que se hicieron sus posgrados leyendo de prisa a los clásicos de la política económica de derecha, sin acervo cultural y sin contextura intelectual.
No penetran en la clase media o lo que queda de ella, el alarmismo de comentaristas e intelectuales afines de la clase política desplazada. Son los interlocutores de la calificadoras de riego financiero, de los noticieros de Televisa, grupo Imagen, y TV-Azteca reblandecida con contratos.
Hay molestia en la prensa de boletín oficial, de una oposición que se exhibe caricatura, resulta que no había la democracia que publicitaba el INE. El pueblo es no sabio ni es la voz de Dios, pero sí tiene intuición política y resabios de su memoria social en el caso de México. La política popular, no populismo de López Obrador -el populismo como ingrediente de persistencia alienta a masas contra las elites económicas. La 4T contra burocracia corrupta de gobiernos anteriores y socios en la empresa privada.
El gobierno de López Obrador bajo programa o coincidencia, tiene semejanzas con la política proteccionista de Trump, el Brexit inglés, y el resurgimiento de la derecha en Europa donde hay voces que demandan el proteccionismo que amenaza al mercado común Europeo y con duras acciones antinmigrantes. No hay movimientos políticos exportables, ni imitaciones que serían extralógicas, cada nación tiene condiciones propias por inigualables en otro.
El imaginario colectivo de México aprende. Ya demostró López Obrador que las instituciones autónomas por ley, de derechos humanos, Transparencia pública, el órgano electoral o la de competencia económica eran cajas de resonancia del mando presidencial o estatal.
Que eran autónomas sólo en el discurso, puestas en entredicho no recibió la consideración de la opinión pública, que lo publicitado por democracia en el INE nunca pasó de contar votos generados por el derroche en despensas y compras de votos. No hay que desaparecer las instituciones, hay que sacudirlas fuertemente, poner funcionarios de compromiso social y darles más facultades para castigar e imponer grandes multas.
La expresión popular hoy se puede medir. El pueblo se define: Como la unión de clases sociales fundaméntales, obreros y campesinos, clases medias y sectores de empresarios progresistas que en los momentos de cambio determinan el rumbo. Ahora hay que trabajar aunque no le guste a López Obrador a grupos civiles emergentes, que rechazan los anquilosamientos de la democracia representativa, de ciudadanos en redes sociales de internet muy informados y participantes en el debate social y comunitario.
Dijo Franz Fanon, en Los condenados de la tierra: La tarea de convertir al pueblo en adulto, de concientizarlo, será facilitado a la vez por el rigor de la organización y por el nivel ideológico de sus dirigentes.
P.D. Durango sin freno en el declive económico, y el bicentenario soplando pompas de jabón.
