Sobran líderes, lo que falta son seguidores
Frase de John Naisbitt en su texto, Megatendencias, para referirse a episodios en tiempos de ajustes sociales. Trostky, en su Profeta Armado, señala que en todos los movimientos sociales surgen multitud de aventureros que como en olas del mar, van montados en la cresta, y cuando ésta se rompe se convierten en espuma.
Lo mismo en movimientos sociales, a la hora de los riesgos y las definiciones los arribistas vuelven a su lugar. Todo el panorama político es un caleidoscopio de corrientes y personajes eventuales que proliferan por las modificaciones al régimen político que marca López Obrador.
El presidente no tiene una organización política con estructura territorial para socializar su plan de gobierno con agentes convencidos, de no hacerlo seguirá batallando en sus propósitos. En la Lucha de Clases en Francia de F. Engels, en el 18 de brumario de C. Marx, se dijo que dirigir a las masas con asistencialismo, apoyos, y sin formación política elemental, no prospera en los ejercititos decembristas que son efímeros en sus respaldo al líder, la pobreza no genera conciencia. Últimamente Steve Bannon y Andrew Breibart, ideólogos y operadores de la derecha resurgente, con parecidas ideas aleccionan a clases medias e inferiores en esas tendencia, así hicieron ganar D.Trump y similares en el mundo. Dice A. Gramsci, que en política siempre se le hace el juego a alguien.
Leticia Herrera se pronuncia por la gubernatura, su pretensión puede modificar todo el ajedrez político y sacar ventaja. Ella representa un grupo de interés importante con clientela propia y seguidores. Tiene amplia experiencia administrativa y política, es de carácter, algo muy raro en el PRIAN, su aspiración incidirá en cantado apoyo electoral hacia varios precandidatos incluyendo a la presidenta municipal. La familia de Leticia Herrera ha sido factor de poder en esos lugares, ella sabe de acuerdos e intríngulis de la maniobra política.
Apenas dábamos lectura a la petición de Marina vitela por la Presa Tunal II y surge la precandidatura de L. Herrera como versión distinta por su actividad empresarial. En principio declara que todo está bien, no hubo posición con respecto a la pobreza, el desempleo y la corrupción, lo que pensamos no encuadra con las demandas de la población. Morena sigue a la cabeza de preferencias, no porque lo digan tanta encuesta a modo, consúltelo con amigos, mujeres, jóvenes, empresarios, amas de casa etc., platique con ellos sin preguntas directas, le darán una muestra de la opinión general, así como la inflación se mide en el supermercado más que en tanta explicación de técnicos economistas.
Frescos todavía los reclamos del presidente a los “científicos” y los investigadores de SNI, de la exhortación presidencial a sacudir los mandos de la universidades públicas, del combate a la corrupción y los lujos del detenido Lozoya Austin, y retoma rispidez la discusión de la reforma eléctrica. Iniciativa que ejemplifica la finalidad presidencial por la rectoría económica del Estado, de darle a la CFE el control de la energía eléctrica, objetivo por demás necesario en el regreso del nacionalismo y el proteccionismo económico. Se agotó el neoliberalismo, y la competencia entre naciones económicamente fuertes los empuja a una lucha por mercados y protección de los propios. Situación avizorada por D.Trump que le impuso reducción de cuotas de importación a productos chinos y que pocos lo crían o esperan reacciones fuertes del nuevo imperio amarillo. El horizonte de la inteligencia artificial y la tecnología rampante nos enfrenta a desafíos que nos pisan los talones.