En la democracia representativa la voluntad popular supuestamente descansa en el poder legislativo, y funciona solo en economías prosperas por obvias razones. La delegación en diputados o senadores es necesaria porque ya no se puede convocar a toda la sociedad de acuerdo al Contrato Social y origen de la sociedad de J.J. Rousseau.
El derecho constitucional y administrativo establece la función de los grupos de presión otorgándoles atribuciones y obligaciones en leyes respectivas. Ejemplos, los sindicatos tienen en la Ley Federal del trabajo libre asociación, derecho de huelga, participación de utilidades etc. Lo mismo los patrones y empresarios.
A los empresarios en leyes de comercio y civiles se les induce a organizarse en cámaras o sindicatos de patrones, para presionar en el ámbito fiscal, competencia económica, crédito público, etc. La libertad de prensa en la ley de imprenta protege al periodismo a empresas y periodistas, y al público con el derecho de réplica, disposiciones legales de ordinario letra muerta por acechanzas y la censura de las autoridades, o autocensura de periodistas y empresas.
Ejercicio es buscar en la memoria si algún periodista o columnista político en rotativos convencionales o televisión comercial, se ha atrevido a cuestionarle el nudo de la corbata al gobernador actual o a los dos anteriores. De medular importancia es el oficio valiente e informado del periodismo porque es el enlace de la sociedad con el gobierno al que deben cuestionar con juicios del sentido común y la opinión pública, testigos o victimas de latrocinios e injusticias. Y de darse el caso también reconocer el cumplimiento de la obligación sin hacer virtud en ello, evitando vanagloria en el deber.
Los derechos políticos de ciudadano se deben ejercer en partidos, asociaciones, votar y ser votado o alzando la voz por la transparencia oficial y su rendición de cuentas. Los partidos políticos tienen su base legal en el código electoral. Anotando que el INE y su código es la institución electoral, no los partidos regulados por ella.
Grupo de presión sancionado en la ley para que los ciudadanos tuvieran vías expeditas para defender sus derechos y participar con ideología afín. Si funcionaran y no fueran clientelares como el PRIAN o la 4T, serían los lugares del debate, del proselitismo actuante por las causas comunes. El INE y los partidos son empresa costosas y simuladoras, cuando asome la democracia electoral los ciudadanos pagarán su cuota para financiar a su agrupación y esta no dependa del dinero oficial, sea libre, y se convierta en partido político.
Con la digitalización hay más información y menos comunicación. Con auténticos grupos de presión habría mediación del aparato gubernamental con los ciudadanos. Las viejas formas de representación social se ven tambaleadas por tecnologías de la información. En países desarrollados un ciudadano de acuerdo a su status practica sus roles sociales. Puede ser simpatizante de un partido, pertenecer a un sindicato, ser comerciante afiliado a una cámara, o hasta contratar televisión sin publicidad y recibir información o comunicación social fidedigna o conducirse individualmente sin ninguna confusión y sin tantos obstáculos como en México. Sin grupos de presión no habrá sociedad civil.
