En política hay dos pecados capitales: Carecer de responsabilidad y falta de finalidades objetivas. La vanidad, la excesiva ambición de aparecer lo más posible en primer plano, es lo que más induce al político a cometer uno de los pecados y hasta los dos al mismo tiempo.- Max Weber; El político y el científico.
El pragmatismo es una escuela filosófica que se banaliza. Fundamenta el rechazo al determinismo y verdades absolutas, su connotación política es proclive a la vulgaridad y la simpleza. Buenas intenciones o voluntarismo son aspectos calificados de pragmatismo en actores políticos en el plano nacional y local.
Huelga mencionar la declaración de López Obrador de que él tiene ambiciones pero no es vulgar, atajando voces que señalan que busca reelegirse con la revocación del mandato.
El vacío de la oposición al gobierno de López Obrador ha sorprendido a los propios de Morena. La correlación de fuerzas, el estira y afloja, entre los de la 4T y la oposición es débil y en favor relativo de Morena, que parece no entender que necesita de relativa oposición para afianzar su trabajo. Desde Maquiavelo, los marxistas y promotores de la modernidad saben que la dinámica de las contradicciones es elemental para el avance social, que los principales agentes son los partidos políticos y los grupos de presión.
La presidencia imperial de Enrique Krause está desnuda, los partidos, grupos cámaras empresariales y medios de prensa, con las excepciones contadas, gozaban de subsidios, canonjías o cuotas de gobierno. La presidencia imperial goza de cabal salud gracias a un empresariado muy dependiente del exterior y a partidos políticos burocratizados o administrados por politicastros.
Situación contraria la que prevalece en Durango. Los inquilinos del Bicentenario no han podido aplicar lineamientos de gobernabilidad, no hay plan de desarrollo con idea de crecimiento estructural para los sectores productivos.
El Bicentenario, su Partido y priistas asimilados a la nómina del gobierno esperan qué decidirá Morena en México bajo el espectro de diferencias y arrebatos de los dirigentes.
Hay quien piensa que Yeidckol Polevnsky no puede con Morena después del triunfo.
Otros afirman que una reafirmación con ideario político doctrinario podría exigir más de López Obrador y cuestionar el supuesto verticalismo del líder.
Liderazgo que muestra posibilidad de superación al permitir críticas internas en Tatiana Clouthier, Pablo Gómez, Ricardo Monreal o Fernández Noroña. Hechos esporádicos en el PAN, y nunca en el siglo de PRI, con excepción de Carlos Madrazo, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo que fueron expulsados. Una cosa es la diferencia expuesta de criterios y otra la rebatinga por los cargos señalados por Yeidckol Polevnsky, quien habló de sabandijas y otros epítetos que hacen dudar del manejo interno de Morena, que no sería buen augurio en el panorama nacional.
Aquí destaca la presencia múltiple y litigante de José Ramón Enríquez y su pretensión reelectoral, y de un Gonzalo Yánez que sin utilizar la prensa como sus detractores que le financian opositores en CDMX ante Morena, Gonzalo marca el ritmo de los acaecimientos. Tajantemente advirtió no sumarse a Morena como anteriormente si postulaba a Enríquez. Se cuenta que tal condición dejó fuera a Enríquez pero también a Héctor Vela que se dice patrocinaba aquel.
El doctor Enríquez se declaró víctima del Bicentenario y sus allegados de la 4T en congreso -en particular de su coordinador legislativo de la mano de su tío- sumados los del PRI y el PAN por necesidad existencial. En pocos días el munícipe diluyó una aureola de perseguido del Bicentenario, en una figura de inconsistencia, de indefinición y protagonismo a discreción.
Por su parte Gonzalo Yáñez que sabe de negociaciones y acuerdos -no le pidamos inocencia entre los comerciantes de partidos- tiene trabajo conocido al frente del Ayuntamiento y en oficios legislativos; Por algunos años ayudó a la Rectoría de la UJED a conseguir recursos para cubrir los aguinaldos; Creó los CADIS que tiene varios centros con miles de alumnos y maestros; siempre que vino López Obrador Gonzalo reunía en los mítines al menos 3000 asistentes, ordenados o disciplinados, que cubrían el 80% del auditorio. Es preparado y actualizado, si logra que lo postule Morena-PT sería el primer gobernador de nueve años. De cualquier manera no es que Gonzalo sea el tuerto el país de los ciegos, o quién sabe, pero destaca y lo seguirá haciendo, es por el momento quien mejor maneja la propaganda en Durango.
