/ jueves 28 de septiembre de 2023

Rebeldía y urgencia

El pasado fin de semana la Organización de las Naciones Unidas (ONU), inicia la Asamblea General, un día antes la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS- marcó como tema de la agenda, los discursos y los pronunciamientos, algunos de ellos repetitivos, plenos de buenas intenciones.

Pero con muy escasos avances, estamos hablando que ha 33 años de la firma de la Carta de París, el avance en algunos de los 17 objetivos reporta 15 por ciento, mientras que, en otros, hay retrocesos.

De ahí que el pronunciamiento de México, en voz de nuestra canciller Alicia Bárcena, sea el de rebeldía y el sentido de urgencia, ante la crisis climática.

En el pleno de la Asamblea General, se adopta una declaración para reimpulsar los ODS, señalando cuatro acciones decisivas: Decisión política, financiamiento, mejores datos y trabajo orientado a la acción.

La apropiación de estas premisas llevadas a la evaluación local, con abatimiento es de retroceso, dicho de buena fe, para fortalecer voluntades, aceptar propuestas, conjugar esfuerzos, antes que el desarrollo económico tope con el muro inamovible de la naturaleza.

Después de 365 días de la nueva administración, ocupada en enderezar entuertos, debería revisar lo habido en la materia de Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se encontrará con la infraestructura a nivel municipal, regional y estatal, con tareas bien definidas, valiosas para rescatar el reconocimiento nacional, de los logros en la pasada administración, ya que es de sabios reconocer también lo bueno de lo heredado.

Recordemos que Durango es el cuarto estado de la República en extensión territorial, misma que hospeda varios ecosistemas, ricos en flora y fauna, somos más que nada más madera.

En el ámbito de la ONU, existen posibilidades de financiamiento a estas tareas, pero para ello se debe construir con la precisión que exige el caso, la ruta crítica, abundando en las capacidades humanas y técnicas, que existen localmente, ya es tiempo, como lo dijera la canciller de imprimir el sentido de urgencia a la gestión ambiental, con el ímpetu de la rebeldía.

Cápsulas de sosa:

A mar revuelto, dice el refrán, ya que en Durango no se percibe, ninguna estructura ni estrategia de apoyo a la candidatura de la actual senadora Xóchitl Gálvez, eso sí, todos quieren salir en la foto, para luego presumirla en redes, cuanto más quieren seguir pegados de la ubre legislativa.

Los proyectos de generación de electricidad a través de huertos solares, unos ya terminados, otros en proceso, se estrellan ante las restricciones de la Secretaría de Energía de poder conectarse a las líneas de distribución, quien diga lo contrario, está mal informado.

El pasado fin de semana la Organización de las Naciones Unidas (ONU), inicia la Asamblea General, un día antes la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS- marcó como tema de la agenda, los discursos y los pronunciamientos, algunos de ellos repetitivos, plenos de buenas intenciones.

Pero con muy escasos avances, estamos hablando que ha 33 años de la firma de la Carta de París, el avance en algunos de los 17 objetivos reporta 15 por ciento, mientras que, en otros, hay retrocesos.

De ahí que el pronunciamiento de México, en voz de nuestra canciller Alicia Bárcena, sea el de rebeldía y el sentido de urgencia, ante la crisis climática.

En el pleno de la Asamblea General, se adopta una declaración para reimpulsar los ODS, señalando cuatro acciones decisivas: Decisión política, financiamiento, mejores datos y trabajo orientado a la acción.

La apropiación de estas premisas llevadas a la evaluación local, con abatimiento es de retroceso, dicho de buena fe, para fortalecer voluntades, aceptar propuestas, conjugar esfuerzos, antes que el desarrollo económico tope con el muro inamovible de la naturaleza.

Después de 365 días de la nueva administración, ocupada en enderezar entuertos, debería revisar lo habido en la materia de Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se encontrará con la infraestructura a nivel municipal, regional y estatal, con tareas bien definidas, valiosas para rescatar el reconocimiento nacional, de los logros en la pasada administración, ya que es de sabios reconocer también lo bueno de lo heredado.

Recordemos que Durango es el cuarto estado de la República en extensión territorial, misma que hospeda varios ecosistemas, ricos en flora y fauna, somos más que nada más madera.

En el ámbito de la ONU, existen posibilidades de financiamiento a estas tareas, pero para ello se debe construir con la precisión que exige el caso, la ruta crítica, abundando en las capacidades humanas y técnicas, que existen localmente, ya es tiempo, como lo dijera la canciller de imprimir el sentido de urgencia a la gestión ambiental, con el ímpetu de la rebeldía.

Cápsulas de sosa:

A mar revuelto, dice el refrán, ya que en Durango no se percibe, ninguna estructura ni estrategia de apoyo a la candidatura de la actual senadora Xóchitl Gálvez, eso sí, todos quieren salir en la foto, para luego presumirla en redes, cuanto más quieren seguir pegados de la ubre legislativa.

Los proyectos de generación de electricidad a través de huertos solares, unos ya terminados, otros en proceso, se estrellan ante las restricciones de la Secretaría de Energía de poder conectarse a las líneas de distribución, quien diga lo contrario, está mal informado.