/ jueves 14 de febrero de 2019

Recorriendo…

REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- La política y el futbol profesional.- Tal parece que la política estatal cada vez más se parece al régimen de transferencias del futbol mexicano, en el sentido de que lo mismo pueden traer una camiseta un día y cambiarla sin más ni más al día siguiente.

“Ya no hay amor a la camiseta”, se decía entonces de los futbolistas que lo mismo jugaban con el América que después con sus odiados enemigos, por la razón de que el billete es el que manda y las transferencias futboleras son ventas que benefician a las partes.

Con todo el respeto, lo mismo sucede ya con nuestros queridos políticos, sobre todo aquellos personajes locales o estatales que representando a equis o ye partido se encumbraron en el escenario que les permitió alcanzar espacios y un respaldo económico, enarbolando una bandera partidaria.

Hace años, en cada municipio, por ejemplo Canatlán, se conocía a los políticos del Partido Revolucionario Institucional y a los del Partido Acción Nacional, pero no solo a los personajes sino prácticamente también a la militancia.

Pasó el tiempo y al ser el tricolor el partido dominante, abrumante en sus mayorías, los espacios comenzaron a ser para casi los mismos, familia incluida, que algunos empezaron a irse a otros lados, bajo el argumento de que no les dieron posiciones que merecían.

Personajes como Andrés Galván Rivas, Jaime Ruiz Canaán, Alejandro Soto, Teodoro Ortiz Parra y Pedro Orona Romero fueron parte del Revolucionario Institucional y luego cambiaron de camiseta, algunos casos, como el de los dos últimos, siguiendo en su transferencia política a José Rosas Aispuro Torres, políticos que en su tiempo fueron rivales del panismo y que ahora son parte de sus figuras.

Actualmente, los priistas están poniendo la moda de irse al partido del momento, Movimiento de Regeneración Nacional, a meses de haber sido adversarios en las contiendas del 2016 y 2018, sin ningún temor a ser criticados por desleales o trapecistas prodigiosos.

Hasta la próxima….


REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- La política y el futbol profesional.- Tal parece que la política estatal cada vez más se parece al régimen de transferencias del futbol mexicano, en el sentido de que lo mismo pueden traer una camiseta un día y cambiarla sin más ni más al día siguiente.

“Ya no hay amor a la camiseta”, se decía entonces de los futbolistas que lo mismo jugaban con el América que después con sus odiados enemigos, por la razón de que el billete es el que manda y las transferencias futboleras son ventas que benefician a las partes.

Con todo el respeto, lo mismo sucede ya con nuestros queridos políticos, sobre todo aquellos personajes locales o estatales que representando a equis o ye partido se encumbraron en el escenario que les permitió alcanzar espacios y un respaldo económico, enarbolando una bandera partidaria.

Hace años, en cada municipio, por ejemplo Canatlán, se conocía a los políticos del Partido Revolucionario Institucional y a los del Partido Acción Nacional, pero no solo a los personajes sino prácticamente también a la militancia.

Pasó el tiempo y al ser el tricolor el partido dominante, abrumante en sus mayorías, los espacios comenzaron a ser para casi los mismos, familia incluida, que algunos empezaron a irse a otros lados, bajo el argumento de que no les dieron posiciones que merecían.

Personajes como Andrés Galván Rivas, Jaime Ruiz Canaán, Alejandro Soto, Teodoro Ortiz Parra y Pedro Orona Romero fueron parte del Revolucionario Institucional y luego cambiaron de camiseta, algunos casos, como el de los dos últimos, siguiendo en su transferencia política a José Rosas Aispuro Torres, políticos que en su tiempo fueron rivales del panismo y que ahora son parte de sus figuras.

Actualmente, los priistas están poniendo la moda de irse al partido del momento, Movimiento de Regeneración Nacional, a meses de haber sido adversarios en las contiendas del 2016 y 2018, sin ningún temor a ser criticados por desleales o trapecistas prodigiosos.

Hasta la próxima….


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