/ viernes 2 de febrero de 2024

¡Todos contra la abstención!

Estimado lector, las elecciones están a la vuelta de la equina y la abstención pulula como un fantasma en la magna elección del 2 de junio del 2024.

La abstención consiste simplemente en la no participación en el acto de votar de quienes tienen derecho. La abstención es uno de los fenómenos sociales más amplio de la apatía de participación ciudadana que flagela y fragiliza a la democracia en muchos países del mundo, entre ellos México.

El abstencionismo electoral es abordado de diferentes formas y dimensiones en los diversos regímenes democráticos. Desde las corriente políticas que animan la no participación, hasta los pocos impulsos o motivaciones personales del electorado para no ejercer su derecho para votar.

Entre esta brecha político electoral, en el electorado, las elecciones varían en el grado de interés y de atención.

Es decir, el nivel de interés y de atención entre una elección presidencial y una de Congreso, o en una elección local, puede ser diferente como resultado de cinco factores: A) Diferencias en la cobertura de las elecciones por parte de los medios de comunicación. B) Importancia del cargo que se elige. C) Importancia que tienen los temas que se discuten y manifiestan en la campaña. D) Lo atrayente que puede ser el candidato. E) La competitividad de la elección.

De acuerdo con unos estudios que realizó el entonces IFE en el 2008, (hoy INE), formó grupos de los estados siguiendo criterios de similitud en su comportamiento de participación electoral, por las Gubernaturas, Diputados Locales y Ayuntamientos. De ellos, se distinguen por la abstención, entre otros estados: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo.

Lo significativo es que después de más dos décadas los resultados del abstencionismo no han variado mucho.

En las elecciones del 2022, el abstencionismo supera el 50% en la mayoría de los estados.

El abstencionismo gana el primer lugar en Oaxaca con el 61.21%. La participación ciudadana fue del 38.79%.

El abstencionismo quedó en segundo lugar en Quintana Roo con el 59,55%. La participación ciudadana fue de 40.45%.

El abstencionismo guardó la tercera posición en Aguascalientes con un 54.51%. La participación ciudadana fue de 45.49%.

El abstencionismo ocupó el cuarto lugar en Hidalgo con el 52.42%. La participación ciudadana fue de 47.58%.

El abstencionismo se estableció en el quinto lugar en Durango con el 49.54%. La participación ciudadana fue de 50.46%.

Finalmente, el abstencionismo se puso en el sexto lugar en Tamaulipas con el 46.69%. La participación ciudadana fue de 53,31%.

El promedio de abstención fue de 53.98%. es decir, casi el 54%, lo que implica que de los 11.7 millones de los electores convocados, votaron 6.3 millones.

Según estos datos, referidos por la autoridad electoral a través de sus páginas oficiales, son muestras evidentes del comportamiento electoral en el ámbito del interés y de la atención de los ciudadanos en la participación de esta contienda electoral. El ganador indudablemente es el abstencionismo sobre la participación ciudadana.

Hay muchas voces que expresan que son datos razonables e históricos, y es cierto. Pero también creo que es muy preocupante acostumbrarnos a esta situación porque indiscutiblemente vulnera a la democracia al menos en los estados.

Uno de los mayores peligros del abstencionismo es, que, de hecho, me parece, permite que una minoría se constituya en mayoría, y esta aparente mayoría, sea quien sea, decide el rumbo de las políticas públicas, lo cual es poco saludable para una democracia que procura desde hace mucho tiempo, erradicar las prácticas autoritarias.

Sigo pensando con mucha convicción, que todas las elecciones de todos los niveles que se celebran en nuestro país son muy importantes. Sigo deseando de todo corazón, que todos los electores mexicanos salgamos a votar en las próximas elecciones para defender la democracia ante los embates del abstencionismo, que dejemos a un lado el desinterés y la apatía por bien de México. ¡Hasta la próxima!

Estimado lector, las elecciones están a la vuelta de la equina y la abstención pulula como un fantasma en la magna elección del 2 de junio del 2024.

La abstención consiste simplemente en la no participación en el acto de votar de quienes tienen derecho. La abstención es uno de los fenómenos sociales más amplio de la apatía de participación ciudadana que flagela y fragiliza a la democracia en muchos países del mundo, entre ellos México.

El abstencionismo electoral es abordado de diferentes formas y dimensiones en los diversos regímenes democráticos. Desde las corriente políticas que animan la no participación, hasta los pocos impulsos o motivaciones personales del electorado para no ejercer su derecho para votar.

Entre esta brecha político electoral, en el electorado, las elecciones varían en el grado de interés y de atención.

Es decir, el nivel de interés y de atención entre una elección presidencial y una de Congreso, o en una elección local, puede ser diferente como resultado de cinco factores: A) Diferencias en la cobertura de las elecciones por parte de los medios de comunicación. B) Importancia del cargo que se elige. C) Importancia que tienen los temas que se discuten y manifiestan en la campaña. D) Lo atrayente que puede ser el candidato. E) La competitividad de la elección.

De acuerdo con unos estudios que realizó el entonces IFE en el 2008, (hoy INE), formó grupos de los estados siguiendo criterios de similitud en su comportamiento de participación electoral, por las Gubernaturas, Diputados Locales y Ayuntamientos. De ellos, se distinguen por la abstención, entre otros estados: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo.

Lo significativo es que después de más dos décadas los resultados del abstencionismo no han variado mucho.

En las elecciones del 2022, el abstencionismo supera el 50% en la mayoría de los estados.

El abstencionismo gana el primer lugar en Oaxaca con el 61.21%. La participación ciudadana fue del 38.79%.

El abstencionismo quedó en segundo lugar en Quintana Roo con el 59,55%. La participación ciudadana fue de 40.45%.

El abstencionismo guardó la tercera posición en Aguascalientes con un 54.51%. La participación ciudadana fue de 45.49%.

El abstencionismo ocupó el cuarto lugar en Hidalgo con el 52.42%. La participación ciudadana fue de 47.58%.

El abstencionismo se estableció en el quinto lugar en Durango con el 49.54%. La participación ciudadana fue de 50.46%.

Finalmente, el abstencionismo se puso en el sexto lugar en Tamaulipas con el 46.69%. La participación ciudadana fue de 53,31%.

El promedio de abstención fue de 53.98%. es decir, casi el 54%, lo que implica que de los 11.7 millones de los electores convocados, votaron 6.3 millones.

Según estos datos, referidos por la autoridad electoral a través de sus páginas oficiales, son muestras evidentes del comportamiento electoral en el ámbito del interés y de la atención de los ciudadanos en la participación de esta contienda electoral. El ganador indudablemente es el abstencionismo sobre la participación ciudadana.

Hay muchas voces que expresan que son datos razonables e históricos, y es cierto. Pero también creo que es muy preocupante acostumbrarnos a esta situación porque indiscutiblemente vulnera a la democracia al menos en los estados.

Uno de los mayores peligros del abstencionismo es, que, de hecho, me parece, permite que una minoría se constituya en mayoría, y esta aparente mayoría, sea quien sea, decide el rumbo de las políticas públicas, lo cual es poco saludable para una democracia que procura desde hace mucho tiempo, erradicar las prácticas autoritarias.

Sigo pensando con mucha convicción, que todas las elecciones de todos los niveles que se celebran en nuestro país son muy importantes. Sigo deseando de todo corazón, que todos los electores mexicanos salgamos a votar en las próximas elecciones para defender la democracia ante los embates del abstencionismo, que dejemos a un lado el desinterés y la apatía por bien de México. ¡Hasta la próxima!