/ jueves 30 de junio de 2022

Asperger y autismo

El síndrome de trastorno del espectro autista, conocido como Asperger, debe detectarse mediante la observación y el diagnóstico de un equipo interdisciplinario de especialistas, ya que al igual que otros trastornos, son alteraciones en el desarrollo neurológico que tiene origen durante la gestación, tiene razones genéticas o de alteraciones producidas por una infección de la madre durante la gestación.

En México, la mitad de las personas que vive con Asperger llega a la edad adulta sin un diagnóstico, y se tienen estimaciones de que aproximadamente hay 120 mil personas con esta condición en el país y por cada cinco niños, se reporta el diagnóstico en una niña.

El autismo y el síndrome de Asperger son trastornos del desarrollo psicológico debidos a anormalidades en el funcionamiento y el desarrollo del cerebro. Tres cuartas partes de los niños que sufren autismo lo hacen de forma severa y también padecen problemas de aprendizaje generalizados. Los niños con problemas menos graves pueden ser descritos como niños que tienen “trastornos del espectro autista”.

Los niños con Asperger o autismo tienen dificultades en tres áreas principales: socialización, comunicación y conducta. A veces estas dificultades se aprecian pronto, después del nacimiento, pero lo más frecuente es que aparezcan un año o dos después, tras un desarrollo inicial normal.

De acuerdo a datos del Centro Integral de Salud Mental de la Secretaría de Salud, este síndrome forma parte de los trastornos del espectro autista y se caracteriza por problemas en la comunicación social y conductas e intereses restringidos y estereotipados, sin un retraso del lenguaje significativo o del desarrollo cognoscitivo por parte de la persona con esta condición.

El diagnóstico oportuno mejora la calidad de vida, ya que el tratamiento es más efectivo cuando inicia antes de los tres años porque el celebro está en pleno crecimiento. Se aplica valoración médica paidopsiquiátrica, evaluación psicológica y psicopedagógica, de acuerdo con la edad, para identificar la condición de cada paciente, toda vez que no existen pruebas biológicas para su diagnóstico.

Las personas con asperger tienden a aislarse y, cuando interactúan con otras, evitan ver directamente a los ojos, debido a la alteración en el procesamiento de los estímulos neuronales y la dificultad para entender el mundo social.

Ante el desconocimiento de este síndrome muchas personas no son diagnosticadas, por lo que es frecuente la existencia de trastornos psiquiátricos asociados en la edad adulta, mientras que la edad escolar, en la mayoría de los casos el personal docente en las escuelas es quien detecta problemas de socialización o de conducta y a veces sugiere a madres, padres de familia y personas cuidadoras buscar atención especializada.

No existen criterios uniformes sobre las posibles causas del asperger, pero la mayoría de las hipótesis sugieren un origen genético y una base orgánica, aunque las hijas hijos de una persona con Asperger tienen 50 por ciento de posibilidad de desarrollarlo

La gente que está sólo levemente afectada, cuando es adulta puede vivir una vida independiente y plena, tener una familia y un trabajo. La gente que está más afectada probablemente tendrá una independencia más limitada, que dependerá de sus habilidades personales y del tipo de ayuda y apoyo que necesiten para alcanzar su potencial. Algunos individuos afectados de forma intensa necesitarán supervisión y cuidados toda su vida.

Una persona con asperger se encuentra mejor y es más feliz en situaciones que señalan sus virtudes y logros. Eso nos fortalece a todos.

El síndrome de trastorno del espectro autista, conocido como Asperger, debe detectarse mediante la observación y el diagnóstico de un equipo interdisciplinario de especialistas, ya que al igual que otros trastornos, son alteraciones en el desarrollo neurológico que tiene origen durante la gestación, tiene razones genéticas o de alteraciones producidas por una infección de la madre durante la gestación.

En México, la mitad de las personas que vive con Asperger llega a la edad adulta sin un diagnóstico, y se tienen estimaciones de que aproximadamente hay 120 mil personas con esta condición en el país y por cada cinco niños, se reporta el diagnóstico en una niña.

El autismo y el síndrome de Asperger son trastornos del desarrollo psicológico debidos a anormalidades en el funcionamiento y el desarrollo del cerebro. Tres cuartas partes de los niños que sufren autismo lo hacen de forma severa y también padecen problemas de aprendizaje generalizados. Los niños con problemas menos graves pueden ser descritos como niños que tienen “trastornos del espectro autista”.

Los niños con Asperger o autismo tienen dificultades en tres áreas principales: socialización, comunicación y conducta. A veces estas dificultades se aprecian pronto, después del nacimiento, pero lo más frecuente es que aparezcan un año o dos después, tras un desarrollo inicial normal.

De acuerdo a datos del Centro Integral de Salud Mental de la Secretaría de Salud, este síndrome forma parte de los trastornos del espectro autista y se caracteriza por problemas en la comunicación social y conductas e intereses restringidos y estereotipados, sin un retraso del lenguaje significativo o del desarrollo cognoscitivo por parte de la persona con esta condición.

El diagnóstico oportuno mejora la calidad de vida, ya que el tratamiento es más efectivo cuando inicia antes de los tres años porque el celebro está en pleno crecimiento. Se aplica valoración médica paidopsiquiátrica, evaluación psicológica y psicopedagógica, de acuerdo con la edad, para identificar la condición de cada paciente, toda vez que no existen pruebas biológicas para su diagnóstico.

Las personas con asperger tienden a aislarse y, cuando interactúan con otras, evitan ver directamente a los ojos, debido a la alteración en el procesamiento de los estímulos neuronales y la dificultad para entender el mundo social.

Ante el desconocimiento de este síndrome muchas personas no son diagnosticadas, por lo que es frecuente la existencia de trastornos psiquiátricos asociados en la edad adulta, mientras que la edad escolar, en la mayoría de los casos el personal docente en las escuelas es quien detecta problemas de socialización o de conducta y a veces sugiere a madres, padres de familia y personas cuidadoras buscar atención especializada.

No existen criterios uniformes sobre las posibles causas del asperger, pero la mayoría de las hipótesis sugieren un origen genético y una base orgánica, aunque las hijas hijos de una persona con Asperger tienen 50 por ciento de posibilidad de desarrollarlo

La gente que está sólo levemente afectada, cuando es adulta puede vivir una vida independiente y plena, tener una familia y un trabajo. La gente que está más afectada probablemente tendrá una independencia más limitada, que dependerá de sus habilidades personales y del tipo de ayuda y apoyo que necesiten para alcanzar su potencial. Algunos individuos afectados de forma intensa necesitarán supervisión y cuidados toda su vida.

Una persona con asperger se encuentra mejor y es más feliz en situaciones que señalan sus virtudes y logros. Eso nos fortalece a todos.