/ domingo 25 de febrero de 2024

¿El sexenio de las marchas?

Esta demostrado: en México, las marchas del nombre como se llamen, no resuelven los problemas de este país. Pero eso sí, los pretextos para realizarlas nunca faltan, ya sea en defensa del voto, del INE, la paz, las instituciones y la última de hace unos días: la marcha por la democracia. Por supuesto cuando se anuncia la marcha X, se hace con bombos y platillos, se afirma que a ella asistirán miles de personas por su propia “voluntad” y nada de acarreados.

Todos sabemos que las marchas cuestan mucho dinero y siempre tiene patrocinadores que utilizan a sus asistentes para sus fines personales o de grupo.

El pasado domingo, en la ciudad de México se realizó la llamada “marcha por la democracia”. La que al final, se convirtió en una manifestación en contra del presidente López Obrador. Todas y todos, estamos en plena libertad de hacer uso de la libertad de expresión, opinión y de las ideas. El problema de fondo consiste, en la manipulación de las personas aprovechando la actual coyuntura electoral, donde está en juego la presidencia de la República. Las marchas del actual sexenio tienen una característica: ir en contra del presidente López Obrador quien al final de cuentas, “haiga como haiga sido” hizo lo posible por intentar cambiar a México.

En la marcha de referencia, no quedó claro a cuál democracia se refería. ¿A la del PRI, PAN, PRD o la de los poderes fácticos que encabeza Claudio X Gonzáles? Porque siendo honestos, en nuestro país la democracia sigue siendo un asunto pendiente y como dijo Don Teofilito, seguirá siéndolo por mucho tiempo. Siendo presidente de México Porfirio Diaz, en una entrevista para un periódico norteamericano, declaró: “México está preparado para la democracia”. Eran los tiempos previos a una elección presidencial, donde en su momento, resulto electo Francisco I. Madero y para muchos, las únicas elecciones libres que registra la historia de nuestro país.

Desde que tenemos memoria, hemos escuchado la palabra democracia, que forma parte del discurso de la clase política mexicana. A las primeras de cambio, son los primeros en defenderla, dependiendo del tipo de que se trate. Por ejemplo: de acuerdo a los opositores a López Obrador, desde antes de que llegara a la presidencia, la democracia estaba en riesgo y por supuesto para ellos, durante lo que va del sexenio. Una pregunta, ¿Qué quieren los del Frente Amplio Opositor? ¿Qué se vaya la democracia de la 4T y regrese la de ellos? La sociedad no debe de caer en las trampas de la democracia de la 4T, Pero tampoco, en la del PRI y del PAN.

Como sociedad, no debemos confundir la democracia con ir a votar cada vez que hay elecciones. También falta democracia cuando se reparte la riqueza de este país en solo 300 familias como sucede actualmente. Falta democracia a la hora de impartir y hacer justicia como lo establece la constitución, y no solo se haga a quienes pueden comprarla. Falta democracia en el tema de los derechos humanos y que estos sean un día realidad. ¿Por qué no hacemos las y los ciudadanos, una marcha para que haya democracia en todos los partidos políticos?

Esta demostrado: en México, las marchas del nombre como se llamen, no resuelven los problemas de este país. Pero eso sí, los pretextos para realizarlas nunca faltan, ya sea en defensa del voto, del INE, la paz, las instituciones y la última de hace unos días: la marcha por la democracia. Por supuesto cuando se anuncia la marcha X, se hace con bombos y platillos, se afirma que a ella asistirán miles de personas por su propia “voluntad” y nada de acarreados.

Todos sabemos que las marchas cuestan mucho dinero y siempre tiene patrocinadores que utilizan a sus asistentes para sus fines personales o de grupo.

El pasado domingo, en la ciudad de México se realizó la llamada “marcha por la democracia”. La que al final, se convirtió en una manifestación en contra del presidente López Obrador. Todas y todos, estamos en plena libertad de hacer uso de la libertad de expresión, opinión y de las ideas. El problema de fondo consiste, en la manipulación de las personas aprovechando la actual coyuntura electoral, donde está en juego la presidencia de la República. Las marchas del actual sexenio tienen una característica: ir en contra del presidente López Obrador quien al final de cuentas, “haiga como haiga sido” hizo lo posible por intentar cambiar a México.

En la marcha de referencia, no quedó claro a cuál democracia se refería. ¿A la del PRI, PAN, PRD o la de los poderes fácticos que encabeza Claudio X Gonzáles? Porque siendo honestos, en nuestro país la democracia sigue siendo un asunto pendiente y como dijo Don Teofilito, seguirá siéndolo por mucho tiempo. Siendo presidente de México Porfirio Diaz, en una entrevista para un periódico norteamericano, declaró: “México está preparado para la democracia”. Eran los tiempos previos a una elección presidencial, donde en su momento, resulto electo Francisco I. Madero y para muchos, las únicas elecciones libres que registra la historia de nuestro país.

Desde que tenemos memoria, hemos escuchado la palabra democracia, que forma parte del discurso de la clase política mexicana. A las primeras de cambio, son los primeros en defenderla, dependiendo del tipo de que se trate. Por ejemplo: de acuerdo a los opositores a López Obrador, desde antes de que llegara a la presidencia, la democracia estaba en riesgo y por supuesto para ellos, durante lo que va del sexenio. Una pregunta, ¿Qué quieren los del Frente Amplio Opositor? ¿Qué se vaya la democracia de la 4T y regrese la de ellos? La sociedad no debe de caer en las trampas de la democracia de la 4T, Pero tampoco, en la del PRI y del PAN.

Como sociedad, no debemos confundir la democracia con ir a votar cada vez que hay elecciones. También falta democracia cuando se reparte la riqueza de este país en solo 300 familias como sucede actualmente. Falta democracia a la hora de impartir y hacer justicia como lo establece la constitución, y no solo se haga a quienes pueden comprarla. Falta democracia en el tema de los derechos humanos y que estos sean un día realidad. ¿Por qué no hacemos las y los ciudadanos, una marcha para que haya democracia en todos los partidos políticos?