/ sábado 23 de noviembre de 2019

En busca de la presidencia del CCE

Desde hace mucho tiempo, los empresarios organizados del país han sido un sector importante en las relaciones con la administración pública de los tres órdenes de gobierno.

Aquí en Durango, el año pasado se presentó el libro “100 años de la Canaco en Durango”. Ahí, se registra la historia de cómo los comerciantes han evolucionado y organizado para contribuir al desarrollo del estado, y al mismo tiempo, ser tomados en cuenta para ser parte de las políticas públicas del gobierno.

Usted sabe que a nivel nacional existe el Consejo de Hombres de Negocios, considerada la cúpula de cúpulas del poder empresarial. La influencia que tienen en los sectores de la iniciativa privada y pública del país, es notoria.

De acuerdo a algunas notas publicadas en medios de comunicación, nos enteramos que en marzo del 2020 terminará su período como presidente del Consejo Empresarial, Jaime Mijares. Ya desde ahora se comienza a manejar los nombres de quienes podrán suceder a Mijares como presidente del Consejo. Se habla de Miguel Castro Mayagoitia, Salvador Reyes y Tomás Flores.

Castro Mayagoitia es un empresario exitoso. Como Presidente de la Canaco le tocó vivir al lado de los empresarios locales las diferencias que tuvieron con el Dr. José Ramón Enríquez Herrera.

Salvador Reyes, actual vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial en teoría, se podría pensar que sería el natural para suceder a Jaime Mijares, pero esto es solo una hipótesis, porque ya sabe usted que “del plato a la boca, a veces se cae la sopa”.

Tomás Flores fue en su momento el constructor más importante de hace dos sexenios. Sus orígenes vienen de la industria de la construcción, fue presidente de la Cámara de la Construcción Capítulo Durango.

Aunque algunas cosas han cambiado, el Consejo Coordinador Empresarial sigue siendo un factor de gobernabilidad en el estado. Son varias las razones: generan la mayor parte de los empleos productivos en Durango, en ocasiones como proveedores han dado respiro financiero al Gobierno del Estado y Municipal. Vía trabajadores aportan lo que les corresponde al Infonavit y al IMSS.

La percepción que se tiene es que Miguel Castro Mayagoitia y Tomás Flores serán los finalistas. Salvador Chávez tiene menos posibilidades, pero es justo decir: por cosas del destino no ha podido ser el Presidente del Consejo. Si el camino de Jaime Mijares hubiera tomado otro rumbo, la suerte de Chava sería otra. Pero ni modo, él hubiera no existe.

Y ya que hablamos de mujeres y traiciones, un día escuchamos la siguiente anécdota: “Cuando el ingeniero Pepe Burciaga tenía la alfombra roja para ser el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, de pronto se le atravesó en el camino Carlos Matuk, quien ya traía el nombramiento en sus manos. El ingeniero Burciaga, que además era político, entendió el mensaje.”

¿Se acuerda usted quién era Gobernador en ese sexenio? Por supuesto que el que despacha en el Bicentenario no meterá las manos por nadie, pero estará, eso sí, pendiente de lo que suceda.

El presidente Adolfo Ruiz Cortines ahorcaba la mula de seises jugando dominó. Un día le prometió a un amigo suyo hacerlo Gobernador, cosa que no sucedió. Cuando lo encontró el Presidente lo abrazó y le dijo: “¡Compadre, el partido ya tenía otro candidato!”

Desde hace mucho tiempo, los empresarios organizados del país han sido un sector importante en las relaciones con la administración pública de los tres órdenes de gobierno.

Aquí en Durango, el año pasado se presentó el libro “100 años de la Canaco en Durango”. Ahí, se registra la historia de cómo los comerciantes han evolucionado y organizado para contribuir al desarrollo del estado, y al mismo tiempo, ser tomados en cuenta para ser parte de las políticas públicas del gobierno.

Usted sabe que a nivel nacional existe el Consejo de Hombres de Negocios, considerada la cúpula de cúpulas del poder empresarial. La influencia que tienen en los sectores de la iniciativa privada y pública del país, es notoria.

De acuerdo a algunas notas publicadas en medios de comunicación, nos enteramos que en marzo del 2020 terminará su período como presidente del Consejo Empresarial, Jaime Mijares. Ya desde ahora se comienza a manejar los nombres de quienes podrán suceder a Mijares como presidente del Consejo. Se habla de Miguel Castro Mayagoitia, Salvador Reyes y Tomás Flores.

Castro Mayagoitia es un empresario exitoso. Como Presidente de la Canaco le tocó vivir al lado de los empresarios locales las diferencias que tuvieron con el Dr. José Ramón Enríquez Herrera.

Salvador Reyes, actual vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial en teoría, se podría pensar que sería el natural para suceder a Jaime Mijares, pero esto es solo una hipótesis, porque ya sabe usted que “del plato a la boca, a veces se cae la sopa”.

Tomás Flores fue en su momento el constructor más importante de hace dos sexenios. Sus orígenes vienen de la industria de la construcción, fue presidente de la Cámara de la Construcción Capítulo Durango.

Aunque algunas cosas han cambiado, el Consejo Coordinador Empresarial sigue siendo un factor de gobernabilidad en el estado. Son varias las razones: generan la mayor parte de los empleos productivos en Durango, en ocasiones como proveedores han dado respiro financiero al Gobierno del Estado y Municipal. Vía trabajadores aportan lo que les corresponde al Infonavit y al IMSS.

La percepción que se tiene es que Miguel Castro Mayagoitia y Tomás Flores serán los finalistas. Salvador Chávez tiene menos posibilidades, pero es justo decir: por cosas del destino no ha podido ser el Presidente del Consejo. Si el camino de Jaime Mijares hubiera tomado otro rumbo, la suerte de Chava sería otra. Pero ni modo, él hubiera no existe.

Y ya que hablamos de mujeres y traiciones, un día escuchamos la siguiente anécdota: “Cuando el ingeniero Pepe Burciaga tenía la alfombra roja para ser el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, de pronto se le atravesó en el camino Carlos Matuk, quien ya traía el nombramiento en sus manos. El ingeniero Burciaga, que además era político, entendió el mensaje.”

¿Se acuerda usted quién era Gobernador en ese sexenio? Por supuesto que el que despacha en el Bicentenario no meterá las manos por nadie, pero estará, eso sí, pendiente de lo que suceda.

El presidente Adolfo Ruiz Cortines ahorcaba la mula de seises jugando dominó. Un día le prometió a un amigo suyo hacerlo Gobernador, cosa que no sucedió. Cuando lo encontró el Presidente lo abrazó y le dijo: “¡Compadre, el partido ya tenía otro candidato!”