La esperanza no defrauda
Las noticias diarias a veces me defraudan. Carecen de esperanza. Vemos lo pésimo de la vida, de la humanidad, y muy poco lo que le da luz y alegría. Porque la noticia es una mamá que olvidó a su hijo en el supermercado y no los millones de mamás que diariamente y con mucho esfuerzo cuidan y sacan adelante a sus familias. Hace más ruido un balazo que un abrazo, pero diariamente son más los gestos de amor que la barbarie de la violencia.
He escuchado a muchos quejarse de la falta de moralidad como el mal de nuestra época. Yo hoy me voy a quejar pero de la falta de esperanza. Y es que vemos todo con unas gafas oscuras que nos presentan un horizonte tenebroso que apaga nuestras ilusiones: la política nos desilusiona, la economía nos preocupa, el tiempo nos falta, la fe la escondemos, la esperanza se nos acaba. ¡Cuánto pesimismo, Dios mío!
Tenemos que volver a encender el motor de la vida humana: la esperanza. Y es que la esperanza no defrauda. Limpia los ojos de aquellos que andan miopes por solo ver la dificultad presente y no la grandeza del horizonte, abre los oídos de los que se sienten aturdidos por los gritos del odio para que escuchen la dulzura del canto, afloja los corazones de los que se han endurecido como piedra. La esperanza le da sentido e ilusión a la vida, porque la vida es bella, aunque algunos nos la quieran arruinar.
¿Qué es lo que esperas en tu vida? Quizá que tus hijos terminen sus estudios y tengan un futuro prometedor. O que llegue el amor de tu vida después de un día cansado de trabajo. ¿Acaso no esperas la salud de aquella persona que se ha sentido mal estos días? ¿Terminar de pagar esa deuda que te agobia? Probablemente esperas tener paz a tu alrededor. O la lluvia que refresca los campos y las ilusiones. Esperas tu programa favorito, el concierto del artista que te gusta, las vacaciones, la hora del postre, que aún no suene la alarma… esperas. Y la esperanza no defrauda.
A mí me gusta ver las luces de la humanidad, de esa gente que lucha diariamente, que se esfuerza por mejorar, que te sonríe sin motivo, que te transmite paz. Yo tengo esperanza en la humanidad. Y no dejaré que nadie me la arrebate. Frente a aquellos que se dedican a hacer el mal y a sembrar el miedo, a aquellos que defraudan y son indiferentes, frente a los opresores, mentirosos y altaneros, yo seguiré creyendo en la belleza, la bondad y la verdad. Y eso me mantendrá vivo.
Vi a un fotógrafo esperar el mejor momento de capturar la foto, a un cazador esperar a su presa, a un viajero la hora de abordar; vi a un campesino esperar la lluvia, a un paciente esperar al médico, a un amante esperar a su amada. ¿No podremos mantener la esperanza de la vida?
La esperanza no defrauda, quita la amargura y nos mueve a vivir.
Twitter: @Noesov