/ domingo 12 de diciembre de 2021

¿La alianza estará prendida con alfileres?

El hubiera y el pasado no existen. En política no se puede improvisar o sacarse un as de la manga. Una de las fallas de la alianza PRI, PAN y PRD, es que pretenden cambiar de presidente de la República, de gobernador y presidente municipal. En resumen, quieren ir juntos para obtener un triunfo electoral, y no para cambiar un país, Estado o un municipio. Al final, lo que le proponen a la sociedad es que todo cambie, para que todo siga igual. Esa es, una de las fallas más graves de la clase política del país. No han entendido que el sistema político mexicano está agotado, y que los problemas estructurales del país, cada día son más difíciles de solucionar, y que tarde o temprano, habrá consecuencias.

Parafraseando a Luis Buñuel: el Bicentenario se ha convertido, en ese oscuro objeto del deseo. Por una parte, Esteban Villegas Villareal está jugando con fuego, ha adquirido una postura cada día más radical. No se da cuenta que militantes distinguidos del PRI, no lo quieren como candidato, y menos, que encabece la alianza. En este contexto, figuras de mucho peso al interior del tricolor estatal como lo son, Ismael Hernández Deras y Maximiliano Silerio Esparza, ambos ex gobernadores los cuales le impidieron a don Carlos Herrera ser gobernador. Lo mismo podría sucederle a Esteban Villegas Villareal. Por si esto fuera poco, se ha comentado que en el Bicentenario no lo quieren como gobernador. Los mismos panistas han hecho un solo frente, para cerrarle el paso a Esteban. Quienes sí desean que sea el candidato son, Alito y Arturo Yáñez Cuéllar.

Ya que hablamos de mujeres y de traiciones, Leticia Herrera Ale al parecer está tomando su segundo aire. No se quedará con los brazos cruzados y si no es tomada en cuenta por su partido, buscará otra ruta. Al respecto, se rumora que está en pláticas con Movimiento Ciudadano para ser su candidata. Y Doña Leticia Herrera no es una política pobre, sino política rica. Si así sucedieran las cosas, la pregunta sería: ¿A qué partido político le quitaría votos doña Lety? Ya adivinó, al PRI. Como en la política y en el amor nada está escrito, si Esteban fuera el candidato de la alianza, sin duda, los panistas harían una huelga de brazos caídos, no harían campaña y téngalo por seguro, que no votarían por Esteban Villegas para llevarlo al Bicentenario con alfombra roja, bandas sinaloenses y mariachis.

En este contexto, hay un tema del que poco se habla, nos referimos a Carlos Maturino Manzanera. Muy pocos pueden presumir de tener una cercanía de muchos años con el gobernador José Rosas Aispuro y su familia, como lo es el diputado federal. Desde el inicio de la actual administración, todos daban por hecho que en su momento Carlos sería el delfín de la sucesión, y que se iría construyendo su candidatura, no fue así. Pero de una cosa podríamos estar seguros: Carlos Maturino sí sabe a estas alturas cual será el desenlace de los secretos políticos en los laberintos del Bicentenario. Llama mucho la atención su silencio. No se apasiona ni busca ser candidato del PAN. Si bien, en alguna ocasión levantó la mano lo hizo por mera formalidad. Es más, Carlos Maturino podría saber de qué partido político o de cuál alianza, saldrá la próxima gobernadora o gobernador.

Y ya que andamos por los rumbos de las palomitas blancas vestidas de azul, a Verónica Pérez le ha llovido sobre mojado. Le dieron a escoger: Diputación o el partido. La estocada la acaba de dar Víctor Hugo Castañeda: “Queremos una dirigente entre nosotros, con nosotros y no sobre nosotros”. También le leyeron la cartilla, que defienda a la alianza en la mesa de negociaciones. Sólo le faltó decir a Víctor Hugo: Que el candidato sea del PAN.

El hubiera y el pasado no existen. En política no se puede improvisar o sacarse un as de la manga. Una de las fallas de la alianza PRI, PAN y PRD, es que pretenden cambiar de presidente de la República, de gobernador y presidente municipal. En resumen, quieren ir juntos para obtener un triunfo electoral, y no para cambiar un país, Estado o un municipio. Al final, lo que le proponen a la sociedad es que todo cambie, para que todo siga igual. Esa es, una de las fallas más graves de la clase política del país. No han entendido que el sistema político mexicano está agotado, y que los problemas estructurales del país, cada día son más difíciles de solucionar, y que tarde o temprano, habrá consecuencias.

Parafraseando a Luis Buñuel: el Bicentenario se ha convertido, en ese oscuro objeto del deseo. Por una parte, Esteban Villegas Villareal está jugando con fuego, ha adquirido una postura cada día más radical. No se da cuenta que militantes distinguidos del PRI, no lo quieren como candidato, y menos, que encabece la alianza. En este contexto, figuras de mucho peso al interior del tricolor estatal como lo son, Ismael Hernández Deras y Maximiliano Silerio Esparza, ambos ex gobernadores los cuales le impidieron a don Carlos Herrera ser gobernador. Lo mismo podría sucederle a Esteban Villegas Villareal. Por si esto fuera poco, se ha comentado que en el Bicentenario no lo quieren como gobernador. Los mismos panistas han hecho un solo frente, para cerrarle el paso a Esteban. Quienes sí desean que sea el candidato son, Alito y Arturo Yáñez Cuéllar.

Ya que hablamos de mujeres y de traiciones, Leticia Herrera Ale al parecer está tomando su segundo aire. No se quedará con los brazos cruzados y si no es tomada en cuenta por su partido, buscará otra ruta. Al respecto, se rumora que está en pláticas con Movimiento Ciudadano para ser su candidata. Y Doña Leticia Herrera no es una política pobre, sino política rica. Si así sucedieran las cosas, la pregunta sería: ¿A qué partido político le quitaría votos doña Lety? Ya adivinó, al PRI. Como en la política y en el amor nada está escrito, si Esteban fuera el candidato de la alianza, sin duda, los panistas harían una huelga de brazos caídos, no harían campaña y téngalo por seguro, que no votarían por Esteban Villegas para llevarlo al Bicentenario con alfombra roja, bandas sinaloenses y mariachis.

En este contexto, hay un tema del que poco se habla, nos referimos a Carlos Maturino Manzanera. Muy pocos pueden presumir de tener una cercanía de muchos años con el gobernador José Rosas Aispuro y su familia, como lo es el diputado federal. Desde el inicio de la actual administración, todos daban por hecho que en su momento Carlos sería el delfín de la sucesión, y que se iría construyendo su candidatura, no fue así. Pero de una cosa podríamos estar seguros: Carlos Maturino sí sabe a estas alturas cual será el desenlace de los secretos políticos en los laberintos del Bicentenario. Llama mucho la atención su silencio. No se apasiona ni busca ser candidato del PAN. Si bien, en alguna ocasión levantó la mano lo hizo por mera formalidad. Es más, Carlos Maturino podría saber de qué partido político o de cuál alianza, saldrá la próxima gobernadora o gobernador.

Y ya que andamos por los rumbos de las palomitas blancas vestidas de azul, a Verónica Pérez le ha llovido sobre mojado. Le dieron a escoger: Diputación o el partido. La estocada la acaba de dar Víctor Hugo Castañeda: “Queremos una dirigente entre nosotros, con nosotros y no sobre nosotros”. También le leyeron la cartilla, que defienda a la alianza en la mesa de negociaciones. Sólo le faltó decir a Víctor Hugo: Que el candidato sea del PAN.