/ jueves 1 de agosto de 2019

La frase más famosa de EPN: No te preocupes Rosario

En una de sus composiciones Tomás Méndez escribió: “Torres muy altas se caen del cielo, pero del suelo no han de pasar”. Y como están las cosas, parece que varias “torres gemelas” de la clase política y empresarial mexicana, podrían caerse, y no pasar del suelo.

Hace algunos años, cuando Rosario Robles en la cúspide de su carrera política, acusada de desviar recursos para el PRI en Veracruz, el entonces presidente Enrique Peña Nieto le dijo en público: “Rosario no te preocupes, aguanta”. Para rematar, el expresidente declaró que la SEDESOL no desviaba recursos para campañas políticas, que los utilizaba para acabar con la pobreza de los mexicanos. Javier Duarte ganó las elecciones, pero Enrique y Rosario, no terminaron con la pobreza, sino todo lo contrario.

¿Qué sentirán las políticas y los políticos mexicanos, que en un tiempo fueron carniceros y ahora son las vacas? La respuesta es muy sencilla, la privilegiada clase política mexicana como dice la canción, se sienten tocados por Dios y piensan, que el poder, es eterno y que nunca les pasará nada, como buenos cristianos acuden a misa todos los domingos para que Dios les perdone sus pecados y que en la vida terrenal, la impunidad sea transexenal. Hoy los casos Emilio Lozoya, Alonso Ancira, Juan Collado y Rosario Robles, apuntan a Enrique Peña Nieto y ya encarrerado el gato, en pocos días es posible que se den a conocer nombres de distinguidos priístas y empresarios, cómplices del sexenio más corrupto de la historia moderna de México. Los expresidentes Antonio López de Santa Anna y Miguel Alemán se quedaron muy pequeños.

Sin duda, el presidente López Obrador “chamaqueo” a la élite del círculo de Peña Nieto. Si antes decía, que no perdería el tiempo persiguiendo a políticas y a políticos del sexenio pasado, ahora, como es de sabios cambiar de opinión, afirma que no será tapadera de nadie. Rosario Robles es acusada del posible delito de uso indebido del ejercicio público. Y de entrada, podría rendir cuentas de la famosa estafa maestra donde se habla de un desvío de seis mil millones de pesos.

En esta estafa, de acuerdo a información periodística están involucradas más de cincuenta empresas fantasmas y universidades públicas, que otorgaron contratos para realizar obra pública cosa que no sucedió, y el dinero fue a parar a la cueva de Ali Baba y los cuarenta ladrones del sexenio pasado. No olvidemos que la UJED fue mencionada en la lista, cuando era rector Erasmo Návar.

El único problema que vemos en este asunto es que, nuestras leyes, tienen lagunas y océanos legales y nuestro sistema judicial no es muy confiable. Se requiere que las autoridades competentes, integren sólidas carpetas de investigación para todas y todos aquellos involucrados en actos de corrupción. Tener cuidado en respetar los derechos humanos y el debido proceso.

El delito del que se acusa a Rosario Robles, no es considerado como grave, y podría enfrentar el juicio en libertad. En este país, ser el presunto responsable del desvío de seis mil millones de pesos, no es delito grave, en cambio, robarse un litro de leche en una tienda famosa el castigo es varios años de cárcel.

Un juez de control aunque el delito no sea grave, y a petición del Ministerio Público, tiene facultades para que se le aplique una medida cautelar de prisión preventiva a Rosario Robles. Veremos qué pasa.

En una de sus composiciones Tomás Méndez escribió: “Torres muy altas se caen del cielo, pero del suelo no han de pasar”. Y como están las cosas, parece que varias “torres gemelas” de la clase política y empresarial mexicana, podrían caerse, y no pasar del suelo.

Hace algunos años, cuando Rosario Robles en la cúspide de su carrera política, acusada de desviar recursos para el PRI en Veracruz, el entonces presidente Enrique Peña Nieto le dijo en público: “Rosario no te preocupes, aguanta”. Para rematar, el expresidente declaró que la SEDESOL no desviaba recursos para campañas políticas, que los utilizaba para acabar con la pobreza de los mexicanos. Javier Duarte ganó las elecciones, pero Enrique y Rosario, no terminaron con la pobreza, sino todo lo contrario.

¿Qué sentirán las políticas y los políticos mexicanos, que en un tiempo fueron carniceros y ahora son las vacas? La respuesta es muy sencilla, la privilegiada clase política mexicana como dice la canción, se sienten tocados por Dios y piensan, que el poder, es eterno y que nunca les pasará nada, como buenos cristianos acuden a misa todos los domingos para que Dios les perdone sus pecados y que en la vida terrenal, la impunidad sea transexenal. Hoy los casos Emilio Lozoya, Alonso Ancira, Juan Collado y Rosario Robles, apuntan a Enrique Peña Nieto y ya encarrerado el gato, en pocos días es posible que se den a conocer nombres de distinguidos priístas y empresarios, cómplices del sexenio más corrupto de la historia moderna de México. Los expresidentes Antonio López de Santa Anna y Miguel Alemán se quedaron muy pequeños.

Sin duda, el presidente López Obrador “chamaqueo” a la élite del círculo de Peña Nieto. Si antes decía, que no perdería el tiempo persiguiendo a políticas y a políticos del sexenio pasado, ahora, como es de sabios cambiar de opinión, afirma que no será tapadera de nadie. Rosario Robles es acusada del posible delito de uso indebido del ejercicio público. Y de entrada, podría rendir cuentas de la famosa estafa maestra donde se habla de un desvío de seis mil millones de pesos.

En esta estafa, de acuerdo a información periodística están involucradas más de cincuenta empresas fantasmas y universidades públicas, que otorgaron contratos para realizar obra pública cosa que no sucedió, y el dinero fue a parar a la cueva de Ali Baba y los cuarenta ladrones del sexenio pasado. No olvidemos que la UJED fue mencionada en la lista, cuando era rector Erasmo Návar.

El único problema que vemos en este asunto es que, nuestras leyes, tienen lagunas y océanos legales y nuestro sistema judicial no es muy confiable. Se requiere que las autoridades competentes, integren sólidas carpetas de investigación para todas y todos aquellos involucrados en actos de corrupción. Tener cuidado en respetar los derechos humanos y el debido proceso.

El delito del que se acusa a Rosario Robles, no es considerado como grave, y podría enfrentar el juicio en libertad. En este país, ser el presunto responsable del desvío de seis mil millones de pesos, no es delito grave, en cambio, robarse un litro de leche en una tienda famosa el castigo es varios años de cárcel.

Un juez de control aunque el delito no sea grave, y a petición del Ministerio Público, tiene facultades para que se le aplique una medida cautelar de prisión preventiva a Rosario Robles. Veremos qué pasa.