/ miércoles 9 de enero de 2019

Malos hábitos ocasionan la muerte

En nuestro país, la obesidad es el factor de riesgo para mortalidad más frecuente y está asociada con más de 14 de las principales causas de muerte en el país, sobre todo, porque el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra son generalizados en todas las edades.

El mexicano muerte por sus hábitos, por lo que su estilo de vida conlleva a que sufra mayores factores de riesgo de enfermedades crónicas y de mortalidad que reducen sus años de vida, como lo es el consumo de refrescos y comida chatarra.

De acuerdo con el indicador de la OCDE del año pasado, en México la esperanza de vida es de 74.6 años, considerada la más baja de todos los países de la organización, cuyo promedio es de 80.5 años.

El ambiente obesogénico que persiste en el país ha hecho que la obesidad esté presente tanto en niños como adultos, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México tiene una de las mayores prevalencias en todo el mundo, con más de 30% de los niños mexicanos con obesidad.

En la población adulta, más de 70% de mexicanos tiene sobrepeso y obesidad, lo que es un factor predisponente para las enfermedades, y la diabetes mellitus aumenta el riesgo de desarrollar nefropatía, neuropatía, arteriosclerosis e hipertensión.

Según este organismo, la diabetes se ha cuadruplicado en estos últimos 35 años y esto se debe a que el mexicano consume demasiada comida chatarra, que conlleva un alto contenido calórico proveniente de carbohidratos y grasas saturadas, que van directamente relacionado con el exceso de grasa corporal que con el tiempo altera la respuesta de la insulina en nuestro organismo.

Así, muchas personas consumen alto contenido de sal, azúcar refinada, grasas trans y/o grasas saturadas, además de aditivos químicos, colorantes y saborizantes artificiales como bebidas gaseosas, refrescos no naturales, papas fritas, golosinas, mayonesa, salsas, entre otros.

La comida chatarra afecta al endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, cuya función determina qué tanto se dilatan los vasos sanguíneos, lo que se relaciona estrechamente con el riesgo a largo plazo de desarrollar enfermedad cardiaca.

En nuestro país, la obesidad es el factor de riesgo para mortalidad más frecuente y está asociada con más de 14 de las principales causas de muerte en el país, sobre todo, porque el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra son generalizados en todas las edades.

En 1930, las personas fallecían principalmente a causa de enfermedades transmisibles, como parásitos e infecciones en el aparato digestivo o respiratorio. Estos padecimientos se controlaron y en algunos casos se erradicaron gracias al incremento en el número de hospitales, los avances médicos, así como las campañas de vacunación y educación para prevenir enfermedades.

A partir de 1960, el número de muertes por enfermedades transmisibles disminuyó, pero aumentaron las ocasionadas por accidentes y aquellas derivadas de la violencia o el cáncer y actualmente, la diabetes mellitus, los tumores malignos y las enfermedades del corazón se sitúan como las principales causas de muerte.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Nutrición (ENSANUT), las enfermedades presentes en la población mexicana no se manifiestan solas, ya que 27.2% de los adultos entre 45 y 64 años de edad presentan dos o más enfermedades crónicas no transmisibles.

En el caso de la diabetes, México duplica a los países de la OCDE en prevalencia, con 15.8% de su población entre los 20 y 79 años, cuando el promedio entre los países miembros es del 7% y el 46.4% de los mexicanos que sufren diabetes no tomaron medidas para prevenir complicaciones, lo que origina que los principales motivos de hospitalización sean por el aumento de riesgo de cardiopatía y accidente vascular cerebral.

Así, debemos reconsiderar nuestra dieta y nuestros hábitos, en los alimentos están nuestra salud y la prevención de enfermedades que nos pueden afectar para toda la vida.

En nuestro país, la obesidad es el factor de riesgo para mortalidad más frecuente y está asociada con más de 14 de las principales causas de muerte en el país, sobre todo, porque el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra son generalizados en todas las edades.

El mexicano muerte por sus hábitos, por lo que su estilo de vida conlleva a que sufra mayores factores de riesgo de enfermedades crónicas y de mortalidad que reducen sus años de vida, como lo es el consumo de refrescos y comida chatarra.

De acuerdo con el indicador de la OCDE del año pasado, en México la esperanza de vida es de 74.6 años, considerada la más baja de todos los países de la organización, cuyo promedio es de 80.5 años.

El ambiente obesogénico que persiste en el país ha hecho que la obesidad esté presente tanto en niños como adultos, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México tiene una de las mayores prevalencias en todo el mundo, con más de 30% de los niños mexicanos con obesidad.

En la población adulta, más de 70% de mexicanos tiene sobrepeso y obesidad, lo que es un factor predisponente para las enfermedades, y la diabetes mellitus aumenta el riesgo de desarrollar nefropatía, neuropatía, arteriosclerosis e hipertensión.

Según este organismo, la diabetes se ha cuadruplicado en estos últimos 35 años y esto se debe a que el mexicano consume demasiada comida chatarra, que conlleva un alto contenido calórico proveniente de carbohidratos y grasas saturadas, que van directamente relacionado con el exceso de grasa corporal que con el tiempo altera la respuesta de la insulina en nuestro organismo.

Así, muchas personas consumen alto contenido de sal, azúcar refinada, grasas trans y/o grasas saturadas, además de aditivos químicos, colorantes y saborizantes artificiales como bebidas gaseosas, refrescos no naturales, papas fritas, golosinas, mayonesa, salsas, entre otros.

La comida chatarra afecta al endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, cuya función determina qué tanto se dilatan los vasos sanguíneos, lo que se relaciona estrechamente con el riesgo a largo plazo de desarrollar enfermedad cardiaca.

En nuestro país, la obesidad es el factor de riesgo para mortalidad más frecuente y está asociada con más de 14 de las principales causas de muerte en el país, sobre todo, porque el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra son generalizados en todas las edades.

En 1930, las personas fallecían principalmente a causa de enfermedades transmisibles, como parásitos e infecciones en el aparato digestivo o respiratorio. Estos padecimientos se controlaron y en algunos casos se erradicaron gracias al incremento en el número de hospitales, los avances médicos, así como las campañas de vacunación y educación para prevenir enfermedades.

A partir de 1960, el número de muertes por enfermedades transmisibles disminuyó, pero aumentaron las ocasionadas por accidentes y aquellas derivadas de la violencia o el cáncer y actualmente, la diabetes mellitus, los tumores malignos y las enfermedades del corazón se sitúan como las principales causas de muerte.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Nutrición (ENSANUT), las enfermedades presentes en la población mexicana no se manifiestan solas, ya que 27.2% de los adultos entre 45 y 64 años de edad presentan dos o más enfermedades crónicas no transmisibles.

En el caso de la diabetes, México duplica a los países de la OCDE en prevalencia, con 15.8% de su población entre los 20 y 79 años, cuando el promedio entre los países miembros es del 7% y el 46.4% de los mexicanos que sufren diabetes no tomaron medidas para prevenir complicaciones, lo que origina que los principales motivos de hospitalización sean por el aumento de riesgo de cardiopatía y accidente vascular cerebral.

Así, debemos reconsiderar nuestra dieta y nuestros hábitos, en los alimentos están nuestra salud y la prevención de enfermedades que nos pueden afectar para toda la vida.