/ jueves 4 de abril de 2019

‘Me quitarán los caminos, pero las veredas cuándo’

Desde sus tiempos de estudiante universitario, José Ramón Enríquez Herrera ha venido construyendo su proyecto político: Ser gobernador del estado. La primera oportunidad ya en serio se le presentó en la campaña de Ismael Hernández Deras.

Por muchas razones, fue una pieza importante en el triunfo de Ismael, y lo nombró secretario de Salud y en muy poco tiempo, José Ramón se convirtió en el “secretario incómodo” del gabinete.

El círculo cercano del entonces gobernador le hizo una especie de TUCOM, y al final el de Mezquital optó por sacarlo de ese círculo, porque no podía haber un gobernador y un “súper secretario” que le hiciera sombra. Hasta el día de hoy, el rompimiento político entre Ismael y José Ramón muy pocos lo saben.

Casi 20 años después, el polémico oftalmólogo es el presidente municipal de Durango, senador con licencia, busca la reelección y hasta se da lujo que pocos se pueden dar: Registrarse en dos partidos políticos distintos para intentar reelegirse. José Ramón es un político astuto, audaz y en su proyecto, para lograr sus fines, parece ser que no hay quien lo detenga.

Fundó su propio partido, una especie de “guardadito” o refugio para sus proyectos políticos. El PAN le abrió las puertas por conducto de Juan Quiñónez Ruiz, y por esa misma vía se las cerraron. Le apostó al que fuera su gran amigo, Rafael Moreno Valle, como aspirante del PAN a la presidencia de la República, la muerte del poblano fue un duro golpe político para José Ramón, sin embargo, eso nunca lo hizo dudar para seguir adelante y buscar la reelección como presidente municipal.

Pero como dijo José Alfredo Jiménez: “hoy, su camino lleva otro rumbo”, ha regresado a su casa, a Movimiento Ciudadano, mientras tanto, al partido lo dejó en manos de Martha Palencia y Gerardo Rodríguez. En la coyuntura electoral, la Ley le favorece a José Ramón más que a ningún otro candidato.

Podrá hacer su campaña sin tener que pedir licencia como presidente municipal, y eso quiérase o no es una gran ventaja: en horas de trabajo atenderá a los ciudadanos y por las tardes les pedirá su voto. Muchos dirán que no hay piso parejo, equidad, justicia, y tal vez razón no les falte, pero es legal y esta parte no está a discusión.

Lo que se avecina en esta contienda electoral es una elección muy cerrada, donde el voto podría estar dividido, también podría estar presente el voto útil, y no descarte usted, la guerra sucia entre algunos candidatos, y tampoco las posibles alianzas de facto para sacar adelante a un candidato.

La que debe estar muy feliz es Martha Palencia, presidenta de Movimiento Ciudadano y virtual regidora, ya que encabeza la lista de regidores por ese partido. Las palabras de Martha fueron de profeta: “sería hermoso que José Ramón Enríquez fuera nuestro candidato”, y se le concedió. Ni siquiera Florencio Rodríguez hubiera sido tan acertado en sus pronósticos. El fiel escudero del doctor Enríquez, Gerardo Rodríguez, no canta mal las rancheras, juega mal pero se acomoda, va como segundo lugar de regidor en la planilla. En Morena podrían ser Otniel o Gonzalo, Jorge Salum por el PAN-PRD. Arturo Yáñez va por el PRI, Verónica Acosta por el Partido Duranguense y José Ramón por Movimiento Ciudadano. Pero será la sociedad la que decida quién será nuestro próximo presidente municipal.

Desde sus tiempos de estudiante universitario, José Ramón Enríquez Herrera ha venido construyendo su proyecto político: Ser gobernador del estado. La primera oportunidad ya en serio se le presentó en la campaña de Ismael Hernández Deras.

Por muchas razones, fue una pieza importante en el triunfo de Ismael, y lo nombró secretario de Salud y en muy poco tiempo, José Ramón se convirtió en el “secretario incómodo” del gabinete.

El círculo cercano del entonces gobernador le hizo una especie de TUCOM, y al final el de Mezquital optó por sacarlo de ese círculo, porque no podía haber un gobernador y un “súper secretario” que le hiciera sombra. Hasta el día de hoy, el rompimiento político entre Ismael y José Ramón muy pocos lo saben.

Casi 20 años después, el polémico oftalmólogo es el presidente municipal de Durango, senador con licencia, busca la reelección y hasta se da lujo que pocos se pueden dar: Registrarse en dos partidos políticos distintos para intentar reelegirse. José Ramón es un político astuto, audaz y en su proyecto, para lograr sus fines, parece ser que no hay quien lo detenga.

Fundó su propio partido, una especie de “guardadito” o refugio para sus proyectos políticos. El PAN le abrió las puertas por conducto de Juan Quiñónez Ruiz, y por esa misma vía se las cerraron. Le apostó al que fuera su gran amigo, Rafael Moreno Valle, como aspirante del PAN a la presidencia de la República, la muerte del poblano fue un duro golpe político para José Ramón, sin embargo, eso nunca lo hizo dudar para seguir adelante y buscar la reelección como presidente municipal.

Pero como dijo José Alfredo Jiménez: “hoy, su camino lleva otro rumbo”, ha regresado a su casa, a Movimiento Ciudadano, mientras tanto, al partido lo dejó en manos de Martha Palencia y Gerardo Rodríguez. En la coyuntura electoral, la Ley le favorece a José Ramón más que a ningún otro candidato.

Podrá hacer su campaña sin tener que pedir licencia como presidente municipal, y eso quiérase o no es una gran ventaja: en horas de trabajo atenderá a los ciudadanos y por las tardes les pedirá su voto. Muchos dirán que no hay piso parejo, equidad, justicia, y tal vez razón no les falte, pero es legal y esta parte no está a discusión.

Lo que se avecina en esta contienda electoral es una elección muy cerrada, donde el voto podría estar dividido, también podría estar presente el voto útil, y no descarte usted, la guerra sucia entre algunos candidatos, y tampoco las posibles alianzas de facto para sacar adelante a un candidato.

La que debe estar muy feliz es Martha Palencia, presidenta de Movimiento Ciudadano y virtual regidora, ya que encabeza la lista de regidores por ese partido. Las palabras de Martha fueron de profeta: “sería hermoso que José Ramón Enríquez fuera nuestro candidato”, y se le concedió. Ni siquiera Florencio Rodríguez hubiera sido tan acertado en sus pronósticos. El fiel escudero del doctor Enríquez, Gerardo Rodríguez, no canta mal las rancheras, juega mal pero se acomoda, va como segundo lugar de regidor en la planilla. En Morena podrían ser Otniel o Gonzalo, Jorge Salum por el PAN-PRD. Arturo Yáñez va por el PRI, Verónica Acosta por el Partido Duranguense y José Ramón por Movimiento Ciudadano. Pero será la sociedad la que decida quién será nuestro próximo presidente municipal.